El Correo de Burgos

Voces blancas para recordar el canto a la naturaleza de Olmeda

El coro infantil de Schola Catorum recupera el Himno a la Fiesta el Árbol, una pieza de 1900 que Federico Olmeda estrenó en 1903 para iniciar la plantación de chopos de la Quinta. 

Una representación del coro infantil de Schola Cantorum que ayer interpretaron la pieza centenaria 'Himno a la Fiesta del Árbol'. SANTI OTERO

Una representación del coro infantil de Schola Cantorum que ayer interpretaron la pieza centenaria 'Himno a la Fiesta del Árbol'. SANTI OTERO

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Voces blancas y coordinadas hermanadas con la naturaleza. Inocencia en tonos infantiles que casan con el vergel que aspira a ser el Paseo de la Isla. Una metáfora de los orígenes del ser humano y su simbiosis y respeto por el entorno que le rodea. El coro infantil de Schola Cantorum recuperó la composición ‘Himno a la Fiesta del Árbol’ una decena de amigos y familiares y que contó con la presencia del alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y la concejal Dolores Ovejero. La actividad, celebrada en los arcos del Paseo de la Isla, permiten recuperar el respeto del pasado por la naturaleza que se completó con una canción hawuaiana titulada ‘In malawi’ relacionada con el plástico y el mar. Ambas piezas se desarrollaron bajo la batuta de María José B. Morquecho.

 

La entidad coral recupera una partitura de 1900 elaborada por Federico Olmeda, que fue director de una de las agrupaciones colares más antiguas de la región. “Era una partitura que teníamos en la Schola, pero estaba hecha un asco así que hemos acudido a una copia que se conserva en el Archivo Provincial para poder hacer una recopilación”, explica el presidente de honor de la Schola Catorum, Jesús Domingo. 

El presidente honorífico de la Schola Cantorum, Jesus Domingo, presenta el acto junto al alcalde y la concejal Dolores Ovejero. SANTI OTERO

El presidente honorífico de la Schola Cantorum, Jesus Domingo, presenta el acto junto al alcalde y la concejal Dolores Ovejero. SANTI OTERO

Hay constancia de que se interpretó en 1902 “para conmemorar uno de los plantones de chopos que se realizaron para repoblar la zona de la quinta, pero no sabemos durante cuantos años se cantó”, explica. Recuerda Domingo que esta pieza está orquestada y tiene también arreglos musicales para Banda puesto que “está hecha para su interpretación en el exterior”, señalaba antes de iniciarse la interpretación. La pieza fue revisada por el maestro compositor Alejandro Yagüe en 2004. 

Conseguir la agrupación musical permitirá recrear al cien por cien los recitales del coro infantil en tiempos de Olmeda puesto que fue el musicólogo burgalés quien hizo acompañar las voces infantiles por la banda cuyos instrumentos había recuperado después de perderse en la crisis del 98 por parte de las autoridades municipales. 

El alcalde apuntó, tras la interpretación de los más pequeños, que el objetivo es “consolidar esta actividad como una más de las que se realizan en Burgos y que supone vincular el arte y la naturaleza para reivindicar el cuidado de la naturaleza pero, también, para educar a los jóvenes en edades tempranas sobre el respeto al entorno". 

El año que viene esperamos que se pueda interpretar con banda, como se compuso, pero el objetivo claro es poder repetir este acto todos los años para que, esté quien esté, se involucre en la protección de la naturaleza.

El objetivo es, como hace más de un centenar de años, que la interpretación de este Himno a la Fiesta del Árbol se convierta en una cita tradicional. “El año que viene esperamos que se pueda interpretar con una banda, pero el objetivo claro es poder repetir este acto todos los años para que, esté quien esté, se involucre en la protección de la naturaleza. 

La iniciativa se enmarca en el proyecto ‘Canto a la Naturaleza’ una iniciativa de concienciación y valoración de los entornos naturales de la ciudad y sus beneficios sobre la salud que ha unido a la coral y a la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Burgos. 

Desde la Schola es su aportación a este fin. Una agrupación que sigue fuerte con cerca de un centenar de voces entre las 50 presentes en el coro infantil y las más de 40 de la agrupación adulta. “Esta coral tuvo agrupación infantil desde el inicio son muchas las voces que hemos formado y están dispersas por las diferentes corales de la ciudad”, añade Domingo. Pocos son los casos que presentan una continuidad de participación en el coro desde pequeños a pasar ya a la fase de adultos. “Hay un tiempo que si estudios, trabajo, la novia, los niños que no están, pero lo habitual es que cuando se estabilizan, alrededor de los 30, vuelvan a la coral, muchos son los que vuelven”, señala. 

El confinamiento y la pandemia no sólo no ha restado voces, sino que ha sumado. “En la pandemia hemos crecido, mucha gente se ha venido a refugiar a la schola durante la pandemia y se ha quedado”, señala. Destacan que la formación es completa y no sólo es cosa de cuerdas vocales. La entidad tiene escuela de música de piano y guitarra para que los niños aprendan música antes de llegar al coro.

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