El Correo de Burgos

La pelvis Elvis de Atapuerca recupera las cinco lumbares

Tras más de 24 horas de infarto, el Museo de la Evolución ya muestra la pelvis del abuelo de Atapuerca, con sus cinco vértebras lumbares. "Es el fósil que lo ha cambiado todo", relató Arsuaga 

La pelvis Elvis ha cambiado su posición expositiva en el Museo de la Evolución Humana para incorporar sus cinco vértebras. SANTI OTERO

La pelvis Elvis ha cambiado su posición expositiva en el Museo de la Evolución Humana para incorporar sus cinco vértebras. SANTI OTERO

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Pequeños hilos de metal unen lo que hasta el año 1994 estuvo prácticamente unido durante 430.000 años en uno de los yacimientos de Atapuerca. El Museo de la Evolución presentó la segunda composición de fósiles de la Sima de los Huesos, tras el cuello de Miguelón, que componen una revolución de su exposición permanente de huesos originales por su duodécimo aniversario. Es la pelvis Elvis que se expone desde el inicio de la actividad en el Museo y ya puede verse en composición con cinco vértebras lumbares. El fósil  es único, "la pelvis mejor conservada y, ahora con la columna lumbar, que todos pueden ver en el museo, es algo único", señaló el director científico del Museo de la Evolución y codirector de los yacimientos de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga

El hallazgo fue y sigue siendo único. "La pelvis es un hueso muy frágil, esponjosa, no es compacto, es como una galleta, muy porosa y se deshace, por eso es raro que se conserven", explicaba Arsuaga en la presentación. Tan raro es que aparezca una pieza tan singular y completa que desde el año 1994 "no se ha encontrado otra igual, ni siquiera nosotros en la Sima". La pieza está compuesta por varios elementos y ha habido que variar su posición para incorporar, como si el abuelo de la prehistoria estuviera erguido, las lumbares. 

El hallazgo no fue inmediato. En primer lugar apareció en varios fragmentos la pelvis Elvis en los años 1994. Es aún más completa que la de Lucy, el australopiteco de Etiopía mucho más antigua que la de la Sima pero "menos completa y más deformada". Cuando se publicó el hallazgo africano el análisis científico se tituló 'La pelvis más importante después de Elvis'. Así que "le pusimos Elvis a la pelvis de la Sima, porque es más importante, o al menos más completa, que la de Lucy", señaló Arsuaga

Para el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, este hallazgo que se puede ver en el Museo de la Evolución y los que se han sucedido en Atapuerca son fruto del "trabajo minucioso y artesano, lo que sucede en Atapuerca y en el Museo de la Evolución no es normal, completar la columna lumbar de un homínido de hace 430.000 años es un hecho prodigioso y no es fruto del azar, es fruto del trabajo planificado y del conocimiento generado".

Señaló que el Equipo de Investigación de Atapuerca trabaja un "rasgo que nos olvidamos en el mundo académico, nos quedamos en el conocimiento y descuidamos la socialización". Ese es, precisamente, el secreto del éxito del Museo de la Evolución Humana que ha cumplido 12 años con 1,7 millones de visitantes a su exposición permanente y 3,5 millones de usuarios si se suman las actividades, exposiciones temporales, charlas o conciertos que se han celebrado en estos 12 años de la instalación. 

De achaques y cuidados

Recreación de Elvis, el abuelo de Atapuerca. FERNANDO FUEYO

Recreación de Elvis, el abuelo de Atapuerca. FERNANDO FUEYO

La pelvis Elvis es singular porque es un resto postcraneal, que permite descubrir algo más que fósiles y moléculas de ADN de la Tribu de Miguelón. Por ejemplo que es el primer abuelo de la prehistoria. Tenía 50 años. Los 50 de hoy no son como los 50 años de hace 430.000 años. Padecía un sinfín de patologías.  El abuelo de Atapuerca, tenía unos 50 años, padecía patología articular, artritis, artrosis y se le ha diagnosticado la Spondyolisthesis y el síndrome de Baastrup.

La pelvis, que se conserva en unos diez trozos, habla de un hombre grande y corpulento (medía 170 centímetros y tenía 90 kilos de peso), con problemas de movilidad que requería un bastón para caminar. Necesitaba cuidados de su tribu, una solidaridad con el otro que se asociaba a un rasgo muy sapiens. "Seguro que era todo un personaje, una especie de sabio para su tribu, un abuelo muy querido, ya que tuvo que ser ayudado por sus compañeros para sobrevivir", señaló Arsuaga. 

Arsuaga y la coordinadora del Museo, Aurora Martín, muestran los pormenores de la novedad del Museo de la Evolución a la concejal Dolores Ovejero, al consejero Gonzalo Santonja y al delegado de la Junta Roberto Saiz. SANTI OTERO

Arsuaga y la coordinadora del Museo, Aurora Martín, muestran los pormenores de la novedad del Museo de la Evolución a la concejal Dolores Ovejero, al consejero Gonzalo Santonja y al delegado de la Junta Roberto Saiz. SANTI OTERO

A nivel científico, la pelvis Elvis supuso un cambio de paradigma. "Fue el fósil que lo cambió todo", señaló contundente Arsuaga. Se publicó en Nature en el año 1999. Hasta entonces se consideraba que el cilindro corporal de los sapiens era estrecho y el de otras especies como los neandertales ancho. "Se consideraba que el cuerpo estrecho era primitivo y que la anchura del neandertal se debía a una adaptación del entorno, Elvis lo cambio todo, dio un giro copernicano a las teorías", revindicó el codirector de Atapuerca. Después de la Pelvis Elvis se constató que los homínidos anteriores a sapiens eran de cuerpo ancho, fuertes, musculosos y que la especie humana estrechó el cuerpo y acercó el fémur para tener un aparato locomotor más eficiente y tener menor consumo energético aunque haga desplazamientos muy largos. 

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