MUNICIPAL
La peatonalización del Arco de San Martín comienza este agosto
Se esperará a que pase la etapa de la Vuelta a Burgos que transita por el entorno para empezar las obras, cuyo inicio estaba previsto para la pasada primavera
El Arco de San Martín desde la calle Francisco Salinas en el momento del cierre al tráfico en octubre de 2020. ECB
Las obras de peatonalización del Arco de San Martín comenzarán entre el 3 y el 4 de agosto, una vez que pase la etapa de la Vuelta Ciclista a Burgos que hará uso de esta zona céntrica de la capital burgalesa. Estos son los planes que traslada el equipo de Gobierno, de PSOE y Ciudadanos, que ha aprobado en su última reunión el plan de seguridad y salud de las obras.
De esta manera, como comentaba el concejal David Jurado, que actuaba como portavoz socialista en sustitución de Nuria Barrio, apenas queda firmar el acta de replanteo para que los trabajos puedan comenzar.
Lo cierto es que se esperaba que los trabajos para peatonalizar este entorno y poner en valor este arco medieval, que lleva cerrado al tráfico definitivamente desde septiembre de 2021, aunque de forma provisional ya solo venían pasando peatones desde octubre de 2020, comenzasen durante la pasada primavera, sin embargo, será ya bien entrado el verano cuando se inicien las obras. Jurado reconoce que faltaba el documento del plan de seguridad y salud para avanzar en los pasos administrativos que conllevan las adjudicaciones de proyectos públicos.
Un vehículo pasa por debajo del arco de San Martín, en una imagen de archivo.
El Ayuntamiento destinará 765.000 euros a esta intervención que permitirá mejorar el entorno y consolidar el cierre al tráfico rodado por debajo del arco. La empresa Jacinto Lázaro será la encargada de desarrollar los trabajos que tienen un plazo de duración de ocho meses.
El pasado mes de marzo se aprobaba en Junta de Gobierno la propuesta de adjudicación a la constructora mencionada, que intervendrá, según figura en el proyecto, hasta aproximadamente el conocido monumento del Solar del Cid.
Las actuaciones abarcan unos 230 metros de longitud, desde la calle Fernán González hasta la confluencia con Santa Águeda. Se anulará definitivamente la calzada que pasaba por debajo del arco y se creará una plataforma única para el paso de peatones y por la que solo podrán circular vehículos de emergencia.
Como indicaba Jurado este sería uno de los pocos arcos de estas características en todo el país por el que seguía circulando el tráfico rodado, hasta que el actual equipo de Gobierno tomó la decisión de cerrarlo en octubre de 2020, no sin cierta polémica ya que hacía su servicio a los vecinos de la zona. Sin embargo, pesó más la necesidad de proteger este Bien de Interés Cultural (BIC) puesto que el deterioro iba avanzado como consecuencia de las vibraciones de los vehículos y de la polución.
Una vez que ya se ha consolidado el nuevo trazado para esquivar esta histórica construcción llegará el momento de adecentar este espacio para que pueda resultar más atractivo tanto para los peatones como para los turistas que decidan acercarse.