Un mes para que la residencia de ancianos de Celada recupere la normalidad
La Diputación Provincial de Burgos asume la atención de 17 usuarios en las residencias provinciales. "Están bien, están asistidos igual un poco descolocados. y les atenderemos el tiempo que sea necesario"
Las residencias de ancianos de la Diputación Provincial de Burgos mantendrán la atención a los 17 usuarios desplazados tras el incendio de la Residencia de Ancianos de Celada "el tiempo que se necesite", ratificó el vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez. Señaló que los responsables de la instalación que gestiona DomusVi han confirmado que "tardarán un mes en terminar de habilitar la planta más afectada por el incendio". Los usuarios atendidos en las instalación provinciales "están bien, están asistidos, quizás al principio venían descolocados, les cuesta acostumbrarse a los cambios y aquí seguirán, creemos que por poco tiempo", explicó. De hecho algunos mostraban estrés postraumático en los primeros días.
Los responsables de la residencia de Celada del Camino calculan que en unos cinco días pondrán tener habilitadas todas las instalaciones de la residencia a excepción de la planta donde se originó el incendio que tardará un mes en estar disponible. La Diputación presta servicio a 17 personas, seis en la residencia de San Agustín, y 11 en Fuentes Blancas tanto en al residencia de ancianos, seis, como en la de asistidos, cinco.
Burgos
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DIEGO SANTAMARÍA
Para Rodríguez estos ancianos podrán estar el tiempo que se necesite porque "tenemos personal y plazas para poder acogerles" y considera que "en circunstancias como estas hay que colaborar". En el incendio declarado el pasado domingo por la tarde fallecieron dos usuarios de la residencia Domus Vi de Celada del Camino: una mujer de 72 años y un hombre de 88 al producirse el siniestro. Una tercera usuaria de 76 años falleció horas después, aunque posteriormente se ha desvinculado su muerte de este suceso debido a que se encontraba en un estado "muy terminal".
La principal hipótesis del incendio en Celada, confirmada por un testigo poco después del luctuoso suceso, apunta a un cortocircuito en una cama geriátrica articulada. Una vez declarado el fuego, los fallecidos nada pudieron hacer por salvarse al encontrarse encamados.