AVE A BURGOS
Los primeros pasajeros del AVE desde Burgos: protagonistas de un viaje «histórico»
90 personas, casi todas con billete de ida y vuelta, cogen el primer tren de Alta Velocidad para llegar a la estación de Chamartín en hora y media / Siguiente parada, Vitoria: «2030 no me parece una fecha descabellada»
El madrugón merecía la pena, tanto como guardar el billete de un «viaje histórico» que muchos burgaleses llevaban años esperando. Por eso los bostezos, puntuales, no importaban lo más mínimo. Porque la mayoría de pasajeros, quién sabe si todos, acudían a la estación Rosa Manzano para coger el primer AVE con destino a Madrid por puro placer. Casi todos con ruta de ida y vuelta, con la jornada ya planificada de antemano o dejándose llevar. Lo mismo daba porque la Alta Velocidad ha venido para quedarse.
90 pasajeros tomaban el primer AVE desde Burgos a las 7 de la mañana. Entre ellos Carmelo, viajero empedernido al que ya conocen de sobra en la Renfe. No podía perderse un acontecimiento de tal magnitud porque ha seguido muy de cerca la evolución de las obras, de los plazos incumplidos y de los contratiempos sobrevenidos.
«Tengo el billete de ida y vuelta, pero si me da la ventolera igual me marcho para Cádiz», comentaba, totalmente en serio, a los pocos minutos de iniciarse el recorrido. Su idea, de entrada, era acudir a una tienda de deportes a comprar material de caza y después a comer por la Castellana. «A mi bola», dejándose llevar por su espíritu aventurero porque «con una vida monótona acabaría mal».
En el mismo vagón, uno de los dos Premium con los que cuenta el AVE, viajaban Lucía y Roberto. Tampoco querían perderse el estreno, justo el día que Burgos se situaba, por fin, «a la vanguardia». Y al igual que Carmelo, su intención era ir y volver. Entre medias, «comer en Casa Lucio, que teníamos muchas ganas, y pasar el día en Madrid», comentaba la mujer, con una sonrisa de oreja a oreja, no sin antes exponer que «todo lo que sea progreso es bueno».
«Es una ilusión cumplida», confesaba Loli dispuesta a «probar cómo funciona porque siempre vamos en coche». De entrada, la «comodidad» y el ahorro de tiempo juegan a favor y todo parece indicar que tanto ella como Arturo repetirán la experiencia. Cierto es que «cuesta un poco madrugar, pero te permite aprovechar al estar en Madrid a las 8 y media», apuntaba él con ganas de ver una exposición de CaixaForum y otra del Museo del Prado.
Con el deseo de «viajar por lo menos una vez en este tren», y encima el primero, Ángel celebraba la ansiada llegada del AVE «después de 13 años, que es lo que ha tardado en construirse». Entretanto, Adith aprovechaba el trayecto para inmortalizar los «recuerdos de este primer día» desde un viaje «excelente» que «esperemos que no sea el último». También de ida y vuelta, como el resto de pasajeros entrevistados por este periódico, la pareja tenía previsto ir al zoo y «dar una vuelta».
¿Y a Vitoria, para cuándo?
Tres chavales jovencísimos, acariciando la veintena, deambulaban por los vagones Premium visiblemente entusiasmados. Javier, Gonzalo y Alexander, «aficionados al ferrocarril», no podían perderse este viaje bajo ningún concepto. Por su pasión compartida, está claro, pero sobre todo porque acerca un poco más la Alta Velocidad al País Vasco.
Oriundos de Bilbao, llevaban tiempo «especulando» sobre la inauguración definitiva del AVE. En cuanto se confirmó la fecha, decidieron pasar unos días «haciendo turismo» en Belorado, el pueblo de Javier, y pegarse un madrugón de aúpa (5 de la mañana) para disfrutar de una experiencia irrepetible.
Ya que estaban, decidieron aprovechar la jugada para verse con unos amigos y visitar una exposición fotográfica de aviones en el aeropuerto de Bajaras. Para Javier, que la Alta Velocidad sea ya una realidad en Burgos supone todo un hito. Junto a su padre, ha seguido muy de cerca la evolución de las obras cada vez que iba a Belorado. De hecho, el año pasado estuvieron «viendo las pruebas» y estaba deseando que llegase este momento.
Solventado este escollo, los tres se preguntan cuándo llegará el AVE a Vitoria. «2030 no me parece una fecha descabellada», reflexionaba Gonzalo mientras sus amigos, con sonrisa suspicaz, cruzaban los dedos mentalmente para que el proyecto no se demore más de lo previsto. Que no sería raro, visto lo visto.
«Llevamos unos 15 años de obras, es la historia interminable», recordaba Javier deseoso de que Euskadi tenga «las conexiones que nos merecemos» con Madrid, «la puerta a Europa». Y aunque «vuelos hay un montón entre Bilbao y Madrid, y autobuses también, solo tenemos dos trenes al día y con los tiempos que tienen no son competitivos», advertía justo antes de remarcar que la apertura de la línea burgalesa servirá para agilizar distancias. En cualquier caso, lo importante es que «cuantas más alternativas competitivas ofrezcas al coche, al avión y al autobús, mucha más gente va a utilizar el tren».
Sin retrasos
El primer viaje del AVE desde Burgos y Madrid partía a su hora de Rosa Manzano para llegar a las 8:35 horas a la estación de Charmartín. Puntualidad casi absoluta -tan solo tres minutos de retraso- para el estreno, era lo suyo, con trenes de la serie 112.
A partir de este viaje inaugural, Renfe presta servicio durante toda la jornada a más de 2.000 pasajeros en convoyes de AVE y Alvia de los que ya se han vendido alrededor de 32.000 billetes. Según detallan desde la empresa pública ferroviaria, se ofertarán 19.000 plazas en este corredor cada semana.
Otra de las ventajas que brinda el AVE a los viajeros es la posibilidad de trasladarse desde Burgos a Valladolid en tan solo 33 minutos. Precisamente, en la estación de Campo Grande se montaba en este recorrido histórico Mari Paz junto a una amiga. No por nada en especial, sino porque les «venía bien» por horarios para coger un avión con destino a Copenhague.
Vecina de Palencia, a Mari Paz le parece «bien» que Burgos se incorpore al mapa de la Alta Velocidad. Eso sí, las frecuencias le parecen más bien «flojas». Y un «imposible» en muchos casos si hablamos de «rutina de trabajo» a la hora de realizar desplazamientos. Y aunque reivindica mejores conexiones para Castilla y León, la nueva parada del AVE en la capital burgalesa es una «opción» y «estaría bien aprovecharla».