Comienza el despliegue de los 5.000 nuevos contenedores de basura por Burgos

Los nuevos contenedores ya están a pie de calle. La primera isla ecológica con cuatro de los cinco, queda el de materia orgánica que se instalará de cara a final de año, está ya colocada en la calle Condesa Mencía, a la altura del número 122, en el barrio de Vista Alegre. 

A partir de aquí se inicia el despliegue para completar este barrio y después se llegará a la zona de Cellophane y, a continuación a lo largo de los próximos cinco meses, se completarán las siete rutas de recogida de basura y las 600 islas ecológicas repartidas por la ciudad. 

Se han elegido estos dos barrios porque son los lugares donde se contaba con contenedor de materia orgánica, en una experiencia piloto, que el actual concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, reconoce que fue fallida. Además, se colocó un tipo de contenedor de plástico, diferente al del resto de la ciudad, que está más deteriorado si cabe que los de otros barrios. 

El alcalde, Daniel de la Rosa, acompañado por Temiño y responsables de la empresa Urbaser -adjudicataria del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria-, visitaban la primera isla ecológica para resaltar la importancia de renovar los 5.000 contenedores del término urbano, que llevaba ocho años sin actualizarse. En esta cifra, están incluidos los del textil (un total de 60) y de aceite usado (hasta 68) que serán más abundantes para facilitar el reciclaje de estas materias.

«Soy consciente de que el mal estado de los contenedores, era una de las quejas fundamentales de los vecinos de Burgos, era vergonzoso cómo estaban los contenedores en todos los distritos», manifiesta el primer edil.

Las novedades más importantes de los nuevos contenedores, además de ser metálicos para mejorar su durabilidad ante la acción de los vándalos, han mejorado los sistemas de apertura. Así, en el de resto (de color gris) un 5% de ellos estará adaptado para personas con movilidad reducida e incorporan una puerta a media altura para depositar las bolsas. También cuenta con una palanca que se puede activar con la mano, además de la barra que funciona pisando. Y están capacitados para recoger hasta 3.200 kilos de basura, 800 más que en la actualidad.

El contenedor de envases (amarillo) destaca por que la apertura es más amplia para meter bolsas grandes, como demandan los ciudadanos. El de vidrio tiene recogida superior y el de papel es el más parecido al actual. Todos incluyen en Braille la descripción de las materias que se pueden depositar en ellos, para el acceso de personas con algún problema de visión. 

Como precisa el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, los contenedores estarán sujetos a la calzada por la parte inferior para que siempre estén en la misma posición. También especificaba que se revisará la colocación de las islas, puesto que al incorporar el quinto contenedor o bien el de textil o aceite serán más amplias y, por tanto, se necesitarán informes de los técnicos de Medio Ambiente, Policía Local y Bomberos.

Temiño realizaba hincapié en la necesidad de que se respete el nuevo mobiliario urbano, igual que el ya instalado, porque «de nada sirve invertir los recursos de los burgaleses si en unos meses están vandalizados».

Desde Medio Ambiente, se intentará evitar la imagen de contenedores desperdigados por las aceras, para que estén todos en la misma isla con el máximo de fracciones de recogida.

Por otro lado, el edil explicaba que con el nuevo contrato con la empresa Urbaser se ha ampliado a tres días (lunes, miércoles y viernes) la recogida de enseres de gran volumen, pero recordaba la responsabilidad de los usuarios que tienen que llamar para indicar dónde se van a dejar los voluminosos para facilitar la recogida.

Este servicio se une al de los puntos limpios domiciliarios y el punto limpio móvil que recorre las calles de Burgos con diferentes paradas. «Todos estos servicios intentan evitar la imagen de basura y muebles aparcados en el exterior de los contenedores y hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que haga uso de ellos», precisaba.

Inés Porres, una de las responsables de Urbaser en Burgos, destacaba que los nuevos contenedores llevan una aplicación que permite conocer la carga que tienen y que controla el paso de las rutas y su vaciado. Además, los ciudadanos que observen alguna incidencia podrán comunicarse con la empresa y el Ayuntamiento con la app.

Para la puesta en marcha del contenedor marrón, el de materia orgánica, todavía habrá que esperar unos meses y se anuncia una importante campaña informativa para conocer el uso de la tarjeta que se va a poner a disposición de los ciudadanos interesados.