MUNICIPAL
Promueve hace un último intento para traer vuelos al aeropuerto de Burgos
Marañón señala que habrá reuniones en septiembre con Ryanair, Volotea y Air Nostrum
El bipartito de PSOE y Cs en el gobierno municipal va a agotar una última oportunidad para traer vuelos al aeropuerto de Burgos, huérfano de operativas desde diciembre del año pasado, cuando salió el último vuelo de la compañía Air Nostrum, y con la que no se renovó el contrato que estaba vigente desde junio del año 2018.
El vicealcalde y presidente de Promueve, Vicente Marañón, señala que «nos hemos emplazado para hablar con tres compañías» en el mes de septiembre. En concreto, con Ryanair, Volotea y la última que ha fletado vuelos desde Villafría, Air Nostrum. El objetivo de estos encuentros es saber qué intenciones tienen respecto al aeropuerto de Burgos, «saber si están dispuestos a volar a Burgos y en qué condiciones». Y si se dieran esas condiciones, se prepararían los pliegos para una nueva operativa. Pero el contexto y los antecedentes no permiten ser optimistas, aunque el vicealcalde señala que «es cierto que el contexto es complicado, pero es nuestra obligación intentarlo, las cosas son dinámicas, no puedes decir no para siempre».
Las reuniones de septiembre son precisamente para saber qué intenciones o planes tienen estas compañías, «queremos saber cómo está el mercado, queremos saber cómo ha evolucionado este verano, cómo les ha ido y cómo lo ven». La idea es acudir a estos encuentros para «escucharles porque nuestro objetivo es, si es posible, preparar los pliegos» para poder fletar vuelos en la temporada de verano del año que viene, una temporada que, el caso de las operativas, empieza a finales de marzo. Sobre presupuesto no quiere entrar en cifras antes de hablar con las compañías. La referencia es el último convenio con Air Nostrum, a razón de 1,2 millones de euros por año. Pero «depende de lo que nos ofrezcan».
El vicealcalde reconoce que la oferta de vuelos del aeropuerto no era muy atractiva, «tanto en frecuencias como en horarios». En el caso de los vuelos a Barcelona, las conexiones, que era lo que se buscaba, «no se materializaban porque ninguna superaba el 5% de pasajeros de los vuelos, y difícilmente podíamos hacerlo viable». Marañón indica que «nosotros pensábamos que teníamos que tener unas conexiones de cerca del 40%», es decir, que cerca de la mitad conectara con otro vuelo, pero «las conexiones de tráfico no funcionaron y fue un motivo importante de que la ruta no creciese». También, añade Marañón, el hecho de que «no se pudiese volver en el día», lo que restaba interés a los viajeros que querían volar por negocios.
El presidente de Promueve señala que eso «no funcionó, ya que nuestro mercado era de los más débiles, no teníamos acceso a los mejores horarios». Y es un «círculo vicioso, si no ofreces buenas frecuencias, la gente no vuela».
"Hacer un esfuerzo" con Barcelona
La posibilidad de que haya vuelos a Barcelona sigue siendo la ventana de esperanza para recuperar aviones comerciales para el aeropuerto de Burgos. En este caso, Marañón apunta que «hay que hacer un esfuerzo «adicional». Pero «no es fácil». Para lograrlo, « es necesario hacer un esfuerzo administrativo y después de comercialización» para que un potencial usuario pueda acceder desde una página para que aparezca la posibilidad de volar a otros destinos desde Burgos, conectando con otros vuelos de compañías como Air Nostrum, Vueling o «incluso de Level, una compañía de largo recorrido del grupo Iberia».
«Si nosotros, como Promueve, podemos ayudar a la compañía, pero si la compañía nos dice qué conexiones son viables», apunta. Buscar otros destinos como aeropuertos de conexión es prácticamente imposible. «Siendo realistas, la opción de que hubiese posiblidad de volar a un aeropuerto de conexión se desvaneció cuando Air France nos dijo que no». El objetivo era concectar Burgos, a través del aeropuerto Charles de Gaulle, con el resto del mundo, «pero nos dijeron que no. Hay que asumirlo».
El vicealcalde señala que es la última oportunidad durante este mandato. La infraestructura cumple 14 años, y han sido varias las iniciativas que se han puesto en marcha, con diferentes compañías, y ninguno funcionó. Ahora, es la escuela de pilotos de Flyby la que da vida a las instalaciones. «Me gustaría que la ciudad tuviera una conexión aérea».