Vuelta al cole low cost: trucos para gastar sin arruinarte
La carestía de todo tipo de artículos encarecerá el regreso a las aulas entre un 35 y 30% más este año, en el que la aplicación de la nueva ley educativa afectará a la compra de los libros
Con la inflación desatada y con visos de que los precios sigan al alza en un periodo de carestía de todo tipo de artículos de la cesta básica de la compra, la vuelta al cole se presenta como la más cara en los últimos años y como una verdadera amenaza para el equilibrio de las finanzas de las familias. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) ya ha advertido de que el desembolso al que tendrán que hacer frente los padres en la vuelta al cole de sus hijos se incrementará este año entre el 25% y el 30% respecto a 2021. Una cuesta de enero en septiembre temible por cuanto ya se está anunciado que se avecina un otoño caliente de precios en artículos básicos como la leche o la carne.
En este contexto, multitud de familias están apuntándose a unas prácticas que hoy podríamos denominar como vuelta al cole low cost, que muchas familias no ponían en práctica desde los difíciles años setenta. La premisa básica es que cada euro cuente y hacerlo cundir lo más posible. La ventaja de los tiempos que corren está en las nuevas tecnologías y en la oportunidad que ofrece internet para alargar el dinero y comprar más por menos.
Este año con la vuelta al cole más cara de la década, las aplicaciones de compraventa entre particulares echan humo en para llevar la cartera con los libros de este curso. Lo normal es comprar la lista de libros del próximo curso nada más que acaba el anterior, en junio, porque hay más disponibilidad y los precios son más baratos. Así los padres se aseguran de que el alumno vaya a empezar el curso con todo lo necesario. Además, si falta un libro y hay que comprarlo de última hora saldrá más caro, puede que más que todos los que se hayan comprado de segunda mano juntos.
A mayores, cada vez existen más colegios que tienen bancos de libros, con lo que es importante informarse si el centro escolar en el que se matriculan los niños dispone de este servicio y las condiciones para poder utilizarlo. En este caso también es importante anticiparse y no dejar la lista de los libros para última hora.
Si no hay un hermano del que poder heredar los libros o no se puede optar a las becas que otorga la Junta, cosa que sucede a multitud de familias que exceden el umbral de renta pero aún así sufren para hacer frente a este gasto, hay que espabilar para ahorrar en la factura del nuevo curso. Así lo explica Jorge, un alumno de Bachillerato que lleva varios años encargándose de comprar sus libros de cada curso con las ofertas en el tablón de anuncios del instituto o en Wallapop y que confirma que este año los precios le han resultado más caros de partida, aunque ha conseguido buenas ofertas en sus compras y buenos precios en lo que ha vendido.
María, una madre que también se maneja en este ámbito recomienda tener en cuenta que en algunos cursos de Educación Secundaria y Bachillerato hay profesores «que no siguen el libro» oficial. Por eso recomienda «preguntar primero» para no comprar un libro que puede que no se use o apenas lo miren.
La Concapa calcula que este año las familias gastarán este curso entre 200 y 250 euros más ya que desde junio se teme que la aplicación de la LOMLOE, a nueva ley educativa se convierta en un «verdadero problema para todas las familias» a la hora de comprar los libros. «No se va a poder reciclar nada y se van a tener que hacer nuevas compras de material», según la Concapa.
De hecho, las actualizaciones son el principal problema del mercado alternativo de la vuelta al cole: cuando cambian los libros y no hay otra salida que comprarlos nuevos. En estos casos también hay trucos para no descalabrar las finanzas familiares con la vuelta al cole. Lo primordial es sacarle partido al dinero y ahorrar a la vez. Por eso conviene escoger bien en qué librería, papelería, centro comercial o tienda on-line se van a reservar los libros. Comparar qué descuentos hacen en cada uno de ellos y qué regalos o bonos de compra entregan al comprador. En ese ahorro puede estar el dinero para comprar cuadernos, bolígrafos, un compás o cualquier otro material escolar entre el que no tiene que faltar el celofán para el forro.
Por ejemplo, El Corte Inglés, que ya ha dado el pistoletazo de la vuelta al cole en el gran comercio, bonificará las compras enmarcadas en la vuelta al cole con un 10% del importe en el caso del material escolar y libros de texto, uniformidad, zapatería infantil, calzado deportivo y mochilas. Eso sí, para recuperar ese porcentaje hay que canjearlo hasta el 31 de octubre en compras superiores a 30 euros.
Respecto al material escolar, cabe señalar que existen librerías que bonifican el 10% del coste de los libros nuevos para compras posteriores de material escolar, para lo que conceden un vale o una tarjeta. Si se administra bien, puede durar todo el curso y ayudar a rebajar la factura a lo largo del año. Hay casos en los que esta ventaja pesa menos porque las familias tienen niños en Infantil y Primaria en algunos centros en los que tienen que pagar en torno a 80 euros por cada niño para el material escolar que se utiliza de manera conjunta en la clase. De la misma manera que en determinados colegios se solicita a los padres una llamada «cuota responsable» para ayudar a que el centro cubra sus gastos o donaciones -desgravables- para la orden religiosa del colegio en el caso de algunos centros concertados.
Cuidar el material
Un consejo importante para quien quiera sacarle partido posterior a los libros que ha tenido que comprar nuevos es que invierta tiempo y dinero en forrarlos bien y en instruir al niño en la importancia de que cuide los libros.
Un libro bien forrado y cuidado llega en perfectas condiciones al final de curso y podrá ser revendido fácilmente y a buen precio. Hoy en día en muchas editoriales y asignaturas se obliga a los niños a escribir en los libros, solucionando problemas, completando ejercicios o subrayando textos. Usar un lapicero que no marque en exceso el libro, un HB o mejor aún un 2B, hará más fácil poder borrarlo en caso necesario.
Un libro de la asignatura de Física y Química de segundo de la ESO de Santillana sale por casi 38 euros nuevo en Amazon, que cada vez se queda con mayor porción de la tarta de la vuelta al cole, pero también se puede comprar hoy por 15 euros en Wallapop en buenas condiciones. Eso significa que los padres pueden recuperar al menos el 40% del coste original del libro a poco que el niño lo cuide.
Uniformes
Al igual que con los libros de texto, existen colegios concertados que tienen bancos de uniformes en los que los padres pueden hacerse con lo necesario si se cumplen con las condiciones. Aunque, en caso contrario, siempre se puede recurrir a las aplicaciones de compraventa entre particulares y, también en este caso, conviene hacerlo nada más terminar el curso ya que se encuentran más tallas y son más baratos. Un truco es comprar los uniformes de una o dos tallas más grandes que la que usa el niño o, sobre todo, la niña. Así el uniforme le valdrá durante más tiempo a medida que vaya creciendo. Al igual que los libros, interesa cuidarlo bien para poder revenderlo.
Con los uniformes ocurre lo mismo que con los libros. Cada cierto tiempo se actualizan para seguir vendiendo en una complicidad entre colegios, editoriales y empresas textiles que trae de cabeza a muchos padres. Lo habitual es que los centros escolares dejen un cierto margen de tiempo hasta hacer completamente obligatoria la nueva indumentaria, pero en el caso de que no quede más remedio que comprar nuevos uniformes prácticamente la única solución es cuidarlos para poder revenderlos más adelante. Pocas opciones hay ya que existen monopolios en este área que dejan a los padres sin opciones, aunque siempre hay quien se sale con la suya.
Es el caso de María una madre burgalesa que después de ver cómo le salían bolas en el primer lavado al nuevo jersey del uniforme que el colegio obligó a renovar porque llevaba un escudo nuevo, se plantó en la tienda para que le devolvieran los 48 euros que había costado. Le costó que le hicieran caso pese a la evidencia, compartida por otras madres, de que esos jerseys hacían bolas. A continuación compró uno igual, con el mismo color pero mejor calidad por 24 euros en otra tienda, y encargó que le bordasen el escudo por 5 euros. Ahorró 19 euros y el jersey le duró dos años más, relata.
Para aquellos escolares que no usan uniforme en el colegio, nada mejor que espabilarse en las rebajas y hacerse con aquello que vayan a usar en el curso a los mejores precios. Muchos comercios y grandes superficies mantienen los precios de las prendas más demandadas para la vuelta al cole como nikis blancos, jerseys de pico, zapatos negros o pantalones grises, pero en otros artículos se puede ahorrar haciendo que el dinero se estire y cunda más. Sudaderas, cazadoras, zapatos o deportivas, pantalones vaqueros o de otro tejido resistente o la ropa interior salen más económicos en las rebajas. Sólo hay que hacer una lista de lo que se va a necesitar y ceñirse estrictamente al plan.