5 lugares únicos de Burgos para disfrutar del otoño
En apenas una semana dará comienzo el otoño, una de las mejores estaciones para recorrer y disfrutar de la provincia burgalesa / Aquí te descubrimos cinco rincones que en esta época del año se convierten en un espectáculo para los sentidos
En apenas una semana dará comienzo el otoño. Sin duda una de las mejores estaciones para disfrutar de la provincia burgalesa. A medida que avanza el mes de octubre, los campos burgaleses se tiñen de tonos rojizos, ocres, amarillos y verdes convirtiéndose en un espectáculo para los sentidos.
Para muchos, el término del verano y la vuelta a la rutina suponen un momento de ‘bajón’, pero el otoño no tiene porque significar tristeza. Las temperaturas suaves y la luz tenue hacen de Burgos una provincia única en la que perderse ya que ofrece infinidad de opciones por descubrir. Aquí te recomendamos cinco lugares para disfrutar del otoño. Prepara las zapatillas y la cámara de fotos que empieza el paseo.
1. Hayedo de Urrez
A tan solo 29 kilómetros de la capital burgalesa, en la localidad de Urrez, se ubica uno de los hayedos más bellos de la provincia. A las puertas de la Sierra de la Demanda puedes disfrutar de una ruta relativamente sencilla que arranca en una pista de tierra de formas sinuosas antes de llegar a la localidad.
Aunque el haya predomina en el paraje, el caminante también encontrará robles, pinos y algún que otro acebo. Uno de los grandes atractivos de la ruta son sus vistas panorámicas a la sierra con Urrez de fondo.
La subida hasta el mirador del refugio no es para todos, pero el esfuerzo merece la pena. Desde allí las vistas son aún más sobrecogedoras con el Cerro San Mamés, el Alto de la Burra y el embalse del Arlanzón como protagonistas. Después del esfuerzo toca bajar. Unos cuarenta minutos de descenso que darán un tregua a las piernas.
Si te quedas con ganas de más, recuerda que en invierno el hayedo de Urrez se convierte en un referente para los amantes de la nieve. No dejes de visitarlo teñido de blanco.
2. Los viñedos de la Ribera del Duero
A pesar de que los grandes bosques caducos de Burgos se encuentran al norte de la provincia, el otoño es un momento perfecto para disfrutar de los paisajes del sur de Burgos y en concreto de la Ribera del Duero. Con la finalización de la vendimia y bien entrado el mes de octubre, los viñedos dejan atrás el verde para dar paso a una paleta de colores de lo más variada con los rojos y ocres como protagonistas.
Para disfrutar al cien por cien de la zona y si eres un amante del vino, tu paseo por la comarca debe ir acompañado con la visita a una de las decenas de bodegas. No solo disfrutarás de paisajes único sino que podrás conocer parte del proceso de la creación de vino y los entresijos de la viticultura. Y por supuesto degustar una buena copa de Ribera del Duero.
3. Hayedo en Santa Cruz del Valle Urbión
En la cabecera del río Urbión multitud de arroyos y manantiales recorren serpenteantes las faldas del Pico San Millán, unas laderas cubiertas por un hayedo único por su belleza. El espacio es un auténtico regalo para la vista y para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Dar un paseo por el hayedo de Santa Cruz del Valle Urbión en otoño es hacerlo por un escenario de cuento. La Sierra de la Demanda siempre bella se torna mágica en esta época del año.
En este espacio natural se encuentra el haya más famosa de la provincia, pero para llegar hasta el famoso árbol deberás recorrer seis kilómetros desde la localidad burgalesa y los mismos de vuelta. Si prefieres ahorrarte la mitad del camino, puedes acudir en coche hasta el área recreativa de la Zarcia. Además, en este paraje y tomando un sencillo desvío, el visitante puede disfrutar de las famosas cascadas de Altuzarra. Tres saltos de agua que, en época de lluvias y deshielo, son todo un espectáculo.
4. Bosque de Las Pisas
En la comarca de las Merindades, al norte de la provincia de Burgos, la Cascada de las Pisas es una de las más famosas que se pueden ver cerca de Puentedey y el Monumento Natural de Ojo Guareña. Se trata de una ruta sencilla para hacer con toda la familia que recorre un bosque de hayas que recibe el mismo nombre y que se convierte en un espectáculo único en otoño.
El paraje es uno de los bellos de la provincia y su acceso se realiza a través de un sendero que parte junto a la iglesia de Villabáscones de Bezana. En solo dos kilómetros de recorrido, el visitante encontrará un lugar que parece sacado de un cuento. A las hayas se suman robles, avellanos y algún que otro acebo.
Cabe recordar que Villabáscones de Bezana es una localidad pequeña y no tiene espacio para dejar lo coches, debido a la fama que tiene la Cascada de las Pisas se ha habilitado un aparcamiento en las afueras del mismo para que se pueden dejar los vehículos sin molestar a los vecinos.
5. Cinturón Verde de Burgos
Para quienes no quieran coger el coche, la capital burgalesa ofrece infinidad de oportunidades para disfrutar de los colores del otoño gracias a su Cinturón Verde. La ribera del Arlanzón y la ribera del Vena se tiñen de amarillos, naranjas y rojos. Cientos de chopos se preparan para recibir al frío burgalés y lo hacen vistiéndose de gala antes de perder sus hojas.
Tampoco puedes dejar de pasear por el Parque del Parral o por el Paseo de la Isla, sin duda uno de los pulmones verdes más bellos de la ciudad. Un paseo entre sus decenas de especies vegetales puede arreglar un día torcido. Y por supuesto no puedes dejar de dar un paseo por el espacio verde de la ciudad por excelencia, Fuentes Blancas. Ya sea andando, en bici o en patines, el otoño es una época perfecta para disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad.