Las obras del Arco de San Martín de Burgos desvelan que su estado de conservación es peor del esperado

Las obras peatonalización del Arco de San Martín han puesto al descubierto que el estado de conservación de esta antigua puerta de acceso a la ciudad, que destaca por su estilo mudéjar, se encuentra peor de lo que se pensaba. «Las piedras se disgregan con mucha sencillez», confirma el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, que precisa que se ha realizado un refuerzo para evitar nuevos daños durante la ejecución de los trabajos, que proseguirán hasta abril.

En concreto, técnicos de Patrimonio de la Junta de Castilla y León han supervisado la realización de «un encamisado», así como el equipo encargado del plan director de la muralla, que considera prioritaria la intervención en el lienzo de San Martín. 

La actuación, que comenzaba este verano, es exclusivamente de «obra civil», pero en el futuro será necesario una intervención patrimonial en la mejora de la propia muralla y del arco, puesto que es una zona de «indudable valor histórico en la que confluyen el Camino de Santiago y el Camino del Destierro del Cid», como indicaba Garabito. Así, añade: «En este lienzo que sube desde el Cubo y hasta el arco hay elementos que no están en buen estado».

El área de Urbanismo acaba de recibir una primera fase del estudio, que se encargó hace unos meses para desarrollar el plan director, y será, a partir de ese trabajo, cuando se establezcan las prioridades de intervención y se valore económicamente su ejecución.

Garabito, que recuerda que la muralla no ha sido lo suficientemente valorada en la capital burgalesa en los últimos años, considera que será ya en el siguiente mandato municipal  cuando se contraten los proyectos de ejecución porque este punto del arco de San Martín «no está bien, pero no es el único».

En cuanto a la peatonalización en sí de este espacio, el alcalde, Daniel de la Rosa, destacaba la decisión, «no exenta de polémica», de cerrar al tráfico rodado el arco. Fue en septiembre del 21, aunque desde octubre de 2020 dejaron de pasar vehículos. «Los que se preocupaban del patrimonio en la ciudad venían demandando una actuación durante décadas y este gobierno a finales de 2020 tomó la decisión necesaria de cerrar el tráfico», recuerda.

Las actuaciones, adjudicadas a Jacinto Lázaro por 765.000 euros, transformarán todo el entorno, desde la confluencia con la calle Fernán González y Santa Águeda, así como las calles Emperador, Murallas, ya de camino al barrio de San Pedro de la Fuente.

Las obras están obligando a realizar cortes de tráfico y, de hecho, como está demolido el pavimento bajo el arco, que se ha hecho sin máquinas para evitar las vibraciones, tampoco pueden pasar los peatones en este momento de los trabajos. 

El concejal de Urbanismo remarcaba que la intervención suavizará la curva de bajada por los Cubos, que impedía que buses de gran formato trazaran la curva de manera adecuada. También explicaba que bajo el arco se generará un vial de coexistencia en el que tendrán preferencia los peatones, pero por el que podrán pasar los vehículos autorizados como, por ejemplo, los de emergencia. 

Esta actuación, en la que se renovarán las canalizaciones, el alumbrado y se generarán algunas zonas verdes, establecerá las premisas de urbanización para futuras intervenciones de urbanización por ejemplo en Santa Águeda, de tal modo que se priorice la circulación peatonal frente a la vehicular. El paso de bicicletas también estará permitido en toda esta nueva zona.  

El alcalde opina que esta inversión contribuirá a poner en valor toda esta zona para todos los burgaleses y no solo para los vecinos del entorno, porque será un nuevo espacio para el ocio y para el paseo.