La nueva ley de Educación olvida la simultaneidad de estudios de música y danza
La falta de reglamento de aplicación y una mención específica en la ley Celaá deja a los cursos impares en la ESO en “una incertidumbre total” la simultaneidad de asignaturas. Los AMPAS de Burgos y Valladolid exigen aclarar “cuanto antes” la situación y tener en cuenta “el esfuerzo extraordinario que hacen los estudiantes”
Desde hace un par de semanas lo que podía ser una hora para hacer tareas o trabajos ha pasado dedicarse a tomar apuntes y prestar atención. Cuando ni se había comprado el libro de texto, porque otros años era una asignatura que no se iba a cursar y se sabía desde junio, aunque se autoriza en octubre, se ha tenido que adquirir “por si acaso”. Los horarios se atropellan. De las seis horas del instituto, a partir de hoy en que se inaugura el curso de enseñanzas artísticas, corriendo al conservatorio para iniciar las cinco de danza profesional. A día de hoy, cuando arranca la actividad lectiva en las dos sedes de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León en Burgos y Valladolid, estos alumnos desconocen si tendrán que cursar o no esa asignatura. Algo que también pasa con los estudiantes del grado profesional de música y que en el Conservatorio Profesional de Música de Burgos se ha dejado notar en la fuga de talentos.
Las últimas semanas para los padres de los alumnos de Enseñanzas Profesionales de Danza y Música ha sido una locura. “Nadie nos aclara nada, no sabemos nada y empieza el curso y lo único que nos llega es que no está reflejado en ningún lado”, explica una madre afectada. “Estamos en el limbo y lo que hemos podido averiguar es que, al parecer, no se han dado cuenta de que no se habla en la nueva ley, que en el BOE se tiene que regular la simultaneidad y luego aplicarse a nivel regional, en nuestro caso, en la Junta de Castilla y León”, explican desde las Ampas de la Escuela Profesional de Danza de Burgos y Valladolid.
"Estamos en el limbo, nadie nos aclara nada, no sabemos nada. Empieza el curso y lo único que nos llega es que la simultaneidad no está reflejada en ningún lado", explican desde los AMPAS.
Ambos, junto con los AMPAS de los conservatorios profesionales de música de ambas ciudades, han presentado, cada uno de ellos, un mismo escrito a la directora general de Planificación, Ordenación y Equidad Educativa de la consejería de Educación, Isabel Tovar, solicitando no perder los derechos adquiridos, sobre el que aún no han recibido respuesta. En el documento resaltan que “es chocante que las administraciones educativas se hayan olvidado de este grupo del alumnado y los centros educativos se vean sin legislación que avale a tomar medidas educativas que favorezcan el seguimiento de estas enseñanzas secundarias educativas postobligatorias”.
Remarcan la necesidad de un marco jurídico y una regulación clara y válida de la simultaneidad que “valore el esfuerzo de los alumnos”. Al mismo tiempo ponen el foco en que esta situación se da sólo en aquellos que cursan primero y tercero de la ESO, puesto que la nueva ley de Educación se ha iniciado en Castilla y León por los cursos impares. Este año hay una “desigualdad que contraviene al derecho”, reflejan en el escrito.
La situación afecta a todos los estudiantes del grado profesional de música y danza. De los primeros más de un millar entre los centros de Burgos y Valladolid a los que habría que sumar otros como Zamora o León, donde se construyen nuevos edificios, o Salamanca. De danza, la Junta gestiona a través de Fuescyl dos centros de enseñanzas profesionales en Burgos y Valladolid. Entre ambos acudían el curso pasado a clases de danza clásica, española y contemporánea 425 alumnos de los que 223 están en categoría de profesional. “Aunque afecta a todos, porque quienes cursan cuarto de elemental este año y pasen a profesional el próximo podrían enfrentarse a este problema si no se solventa, algo que vamos a pelear todas las AMPAS en conjunto porque es totalmente injusto”, explican.
¿Cómo estaba la simultaneidad hasta ahora?
La Ley Educativa LOMLOE de 2018 regulaba la simultaneidad de las enseñanzas de Educación Secundaria con los estudios profesionales de Música y Danza. En Castilla y León se mantenía un bloque de materias de asignaturas específicas que se podían simultanear. En primero de la ESO Plástica y Tecnología; en segundo Música o Cultura Clásica; en tercero Plástica, Tecnología y Música. Y en cuarto se podía simultanear una materia a elegir entre Cultura Científica, Cultura Clásica, Música, Plástica y Tecnología. Las asignaturas para elegir sólo estarán aprobadas si se supera el curso de danza o música.
Los alumnos de enseñanzas profesionales tienen asignaturas de las que están exentos, otras optativas que convalidan y aprueban solo si superan el curso de danza o música, y simultanean. Estas últimas son las que se han olvidado en la nueva ley
Además, tienen convalidada una optativa que puede ser segundo idioma o música y, en el caso de los alumnos de danza están exentos de Educación Física. Sus cinco horas diarias de media en el aula de danza son similares a los entrenamientos de un deportista profesional. Estas asignaturas no se cursan.
Una cuestión de nombres
El problema está en las asignaturas a simultanear. No se refleja como tal en la ley y se habla de manera genérica sobre materias y “los directores de los centros educativos no saben qué hacer, en inspección educativa nos dicen que lo solicitemos, pero nos tememos lo peor”, explican desde el AMPA de Burgos. Todos han solicitado la simultaneidad, pero no se resuelve hasta pasado el mes de octubre. Así que toca esperar. Mientras tanto las asociaciones de padres y madres de los centros aceptados se han unido para pelear lo que consideran “un retroceso, es la pérdida de unos derechos adquiridos”.
La consecuencia se deja sentir en el Conservatorio Profesional de Música de Burgos, donde son varias las bajas de estudiantes del grado profesional que no pueden compaginar ambas enseñanzas. “Con esto no se cuida ni se incentiva el esfuerzo de estos alumnos y el propio esfuerzo de las instituciones que invierten un dinero en levantar estos edificios, en el profesorado y en cuidar el arte y los futuros artistas que nacen de estos entornos, si no se actúa se pierde talento”, resaltan.
Mientras, las actuaciones de estos chicos en escenarios de la comunidad como el Fórum, el LAVA, el Miguel Delibes o frente a la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos son alabados. Las autoridades que asisten los considera como “auténticos profesionales”. Sus méritos, una vez egresados, se publicitan como propios. Y son los espectáculos preferidos en actos oficiales como la inauguración del curso realizada hace unos días en el polideportivo de Diego Porcelos de Burgos con la presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Pero se olvidan de ellos a la hora de redactar reglamentos y leyes. “No se nos ha tenido en cuenta porque somos una gotita en todo el engranaje educativo, lo entendemos, que somos pocos, pero creemos que el apoyo a estos estudiantes, excelentes en muchos casos, debe tomar de una reflexión y una vuelta de hoja”, explican los padres.
Entre sus próximas reivindicaciones, se baraja la solicitud de equiparar a estos alumnos de danza y música al estatus de deportistas de alto rendimiento. Se concede a futbolistas, tenistas que juegan en categorías profesionales y les permite tener una reserva de plaza en universidades. Unas ventajas que “podrían ser un reconocimiento al esfuerzo que desde los ocho años hasta los 18 realiza un alumno de danza o música desde Elemental a Profesional”, reivindican. Mientras esperan que esas dos horas que están en el limbo, permita a unos 1.500 alumnos de Castilla y León coger aire en su apretada agenda para formarse sin perder un solo paso de baile y sin despistarse en una sola nota musical.