SANIDAD
El hospital San Juan de Dios de Burgos atendió a 97 pacientes terminales en 2021
El centro apuesta por “humanizar el final de la vida” e incide en la escucha activa en el Día Mundial de los Cuidados Paliativos que se celebra hoy
El Hospital San Juan de Dios de Burgos cerró el año 2021 con 97 pacientes en situación terminal atendidos con una estancia media de 13,26 días tras ser derivados de los servicios de Oncología, Neurología y Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), así como de Urgencias y, en menor medida, del Equipo de Atención Psicosocial a Personas con Enfermedades Avanzadas (EAPS) y del de Hospitalización a Domicilio.
A ellos se unen un total de 49 pacientes atendidos en el primer semestre de 2023 con una estancia media de 16,32 días. El centro apuesta por “humanizar el final de la vida” e incide en la escucha activa en cuidados paliativos, según indicaron hoy fuentes de la orden hospitalaria a través de un comunicado de prensa recogido por Ical.
“Últimamente vemos pacientes cada vez más jóvenes, en la quinta o sexta década de la vida, con hijos incluso menores o adolescentes, con toda la carga emocional que eso conlleva para ellos y sus familias”, aseguró la doctora Belizaida J. Tineo, especialista en Geriatría del Hospital San Juan de Dios de Burgos, en el marco del Día Mundial de los Cuidados Paliativos que se celebra hoy bajo el lema ‘Sanando corazones y comunidades’.
Pacientes en sus últimos días, que según explica, no son solo oncológicos: "Cada vez tenemos más personas con insuficiencia cardíaca, respiratoria, renal y hepática sin olvidar a aquellas con enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) e ictus severos en los que el deterioro cognitivo es tan grave que impide al paciente comunicarse". Eso sí, según confiesa, “en el caso de un diagnóstico de cáncer sin opciones de un tratamiento curativo, el shock es tremendo”.
“Cuesta mucho hacer entender a pacientes y familias que no se trata de dejarles morir, sino de acompañarles en ese proceso para que lo hagan con dignidad y sin sufrimiento”, explica la doctora J. Tineo en relación al control de síntomas como el dolor, la disnea y el insomnio, pero también a una escucha activa que requiere de grandes dosis de empatía. En definitiva, “humanizar el final de la vida” desde la premisa de que cuidar no es menos que curar.
“Hay que dedicarles tiempo. El tiempo es clave para la creación de ese vínculo de confianza que se necesita para que puedan expresar sus preocupaciones”, asegura la especialista de San Juan de Dios, consciente de la importancia de una esfera psicológica que no debe ser descuidada. También de cara a la elaboración del duelo por parte de las familias y la adaptación a una nueva situación definida por la ausencia del ser querido.