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CIENCIA / ATAPUERCA

Bermúdez de Castro, un paleontólogo "necesario" para la Lengua Española

«La polivalencia, la pluralidad de los conocimientos del paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro son «necesarias» para la Real Academia Española, que lo ha elegido para ocupar la silla K.

El paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro ha ingresado como miembro de la Real Academia Española para ocupar la silla K. RAE

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BURGOS
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Su trayectoria científica y personal vinculado a los yacimientos paleoantropológicos de la Sierra de Atapuerca convierte a José María Bermúdez de Castro en un personaje muy cercano para los burgaleses, con los que se confunde en sus calles como un paisano más. Uno que podría explicar en un minuto la evolución del género humano o protagonizar más de 300 simposios sobre sus investigaciones. Un talento científico que desde Burgos y su Centro de Investigación de la Evolución Humana se yergue como una figura prominente de la cultura en español con su incorporación este domingo a la Real Academia Española para ocupar la silla K, en la que sucede al arabista Federico Corriente, fallecido en 2020.

El Homo sapiens protagonizó su discurso de ingreso, titulado Naturaleza, cultura y evolución. con el que trasladó al resto de académicos sus reflexiones aprendidas durante sus 40 años de profesión dedicados a la especie humana y su evolución. El vicedirector de la RAE, José Manuel Sánchez Ron, quien junto a los académicos Carmen Iglesias y Pedro García Barreno propuso su nombramiento, saludó su llegada a la Academia y respondió a su discurso de ingreso argumentando que «la polivalencia, la pluralidad de los conocimientos de José María Bermúdez de Castro» como «necesarias» para la Academia. Asimismo, ha destacado que su «nuevo compañero ha publicado en castellano un buen número de artículos, científicos al igual que de divulgación y ensayo, así como columnas en varios diarios, un blog sobre evolución humana, y trece libros, algunos de los cuales van mucho más allá de la divulgación científica».

«Si alguien preguntase “¿para qué necesita la Real Academia Española un paleontólogo?”, que tenga en cuenta que una corporación como la nuestra que trata del idioma castellano, o español, no puede olvidar que la primera de sus tareas es explicar qué significan las palabras que se utilizan en nuestra lengua y deben, por consiguiente, ser recogidas en nuestro diccionario», remachó el vicepresidente de la RAE.

El paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro ha ingresado como miembro de la Real Academia Española para ocupar la silla K. RAE

El propio Bermúdez de Castro, consciente del terreno que pisa, quiso recordar en su discurso a los anteriores ocupantes de la silla K: «al político y escritor Francisco Silvela; al abogado, político y periodista Andrés Mellado; al médico, escritor e historiador Gregorio Marañón, o a la poetisa, dramaturga y maestra Carmen Conde, la primera académica de número de la Real Academia Española». Se detuvo en reseñar el trabajo de Federico Corriente, quien, a su juicio, "no ha hecho sino recordarnos que no existe tanta distancia ni física ni cultural entre los diferentes pueblos que se asoman al Mediterráneo, por mucho que queramos diferenciar el mundo de Oriente del mundo de Occidente».

NATURALEZA, CULTURA Y EVOLUCIÓN

Tras desgranar el surgimiento y desarrollo del Homo sapiens, el científico madrileño explicó que, «cuanto más avanzado es el progreso cultural de un pueblo, mayor es la percepción de sus gentes del abismo que existe entre ellas y las demás especies. Naturaleza y cultura serían aspectos diferentes y distantes».

Bermúdez de Castro entiende que la propia cultura emana de nuestra naturaleza y afirma que «nuestra creatividad representa lo que se conoce como patrimonio cultural, que vamos enriqueciendo en beneficio de cada generación. Sobre ese patrimonio nos apoyamos para incrementar nuestra capacidad adaptativa. Naturaleza y cultura entrelazadas y abrazadas en una unión indisoluble».

En este sentido, el científico desgranó los muchos aspectos que, a su juicio, compartimos con los primates, nuestros más directos antecesores del mundo animal, ya que «falseamos nuestra verdadera apariencia y creamos de manera artificial una mayor distancia fenotípica entre nosotros y los demás primates».

Es el caso de la jerarquía, la política, la justicia o la cooperación, que consideramos exclusivos de los seres humanos y que, detallando sus correspondientes hallazgos científicos, se pueden observar también en los primates.

El paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro ha ingresado como miembro de la Real Academia Española para ocupar la silla K. RAE

LA TRANSFORMACIÓN DE LA NATURALEZA

"Los seres humanos hemos adquirido un sistema nervioso de características únicas entre los primates actuales. La plasticidad de los tejidos cerebrales es considerable y ello nos permite enriquecer nuestra mente con una infinidad de conocimientos. Gracias al crecimiento de la corteza cerebral hemos potenciado notablemente la capacidad para aprender, anticiparnos a los acontecimientos, planificar, mantener las ideas en la mente, organizar eventos, integrar experiencias, elaborar ideas nuevas y conceptos complejos, tomar decisiones de manera reflexiva, etc. En definitiva, hemos tomado conciencia de nosotros mismos y de la posibilidad de transformar la naturaleza como un modo de adaptación singular y muy eficaz. Fue así como nuestra propia biología dio lugar a lo que hoy en día la mayoría entendemos como cultura», opinó el paleontólogo ante los académicos de la lengua.

Bermúdez de Castro considera «que la cultura ha sido una adaptación muy beneficiosa para nuestra supervivencia, pero se nos está yendo de las manos. Nos alejamos de la naturaleza o simplemente negamos la necesidad imperiosa de mantener un equilibrio razonable con el medio. Ya estamos pagando un alto precio por ello».

Aunque, puntualiza, «esa complejidad cultural de nuestra especie también ha alcanzado momentos sublimes. La arquitectura, la escultura, la danza, la literatura, la música, la pintura y el teatro, por citar solo las siete bellas artes más reconocidas, son logros extraordinarios de nuestra especie que estimulan nuestras emociones y nos elevan por encima de nuestras necesidades cotidianas».