Estas son las cuatro fases de evolución de una mordedura de víbora

Estos paseos a los que invita el veroño te debe mantener alerta. Pueden aparecer víboras. Y si aparece alguna ten en cuenta que lo mejor es "mantener la calma, dejarla marchar y sobretodo no cogerla, la mayor parte de mordeduras que atendemos en el hospital son en la mano porque la gente las coge o las quiere matar", explica el doctor especialista en atención de los accidentes ofídicos en el HUBU, Alejandro López.Las víboras están entre los matorrales o entre las piedras, si no las tocas o coges marchan. Si el accidente se produce al estar haciendo labores de terreno, podrían tener mala suerte. La víbora ataca porque se siente atacada, dejarla marchar es la mejor opción antes de que te muerda. Si no has podido evitarlo ten en cuenta los siguientes pasos: 1.- Acudir al hospitalSi te ha mordido una víbora debes acudir a un médico. Preferiblemente Urgencias del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) o, si está lejos, su centro de salud correspondiente que le derivarán al médico especialista. Es necesario que la mordedura la vea un médico. Puede ser seca, no tenía veneno la serpiente. Puede ser de un solo hueco, porque el animal puede haber perdido uno de los dientes. O puede tener dos orificios, lo habitual.Una de las cosas más importantes, debido a que la inflamación puede arrancar en los primeros cinco minutos del incidente, es quitarse anillos o pulseras si ha sido en la mano. Lo que nunca debes hacer es un torniquete  porque acelera de necrosis de la piel. Si al morderte el animal has sentido como si una aguja incandescente te atravesara el cuerpo, es síntoma de que la mordedura tenía veneno. Toda mordedura de víbora, con veneno o seca, es ingresada en Urgencias. Están en observación durante tres días dentro de la Unidad de Hospitalización de Corta Estancia. Si la mordedura tiene veneno y  podría estar más tiempo en observación o requerir atención para el dolor en la UCI pediátrica si es un niño. En los casos más graves se deriva al paciente, una vez controlado el veneno, a cirugía plástica. No es una broma, una persona muere al año en España por una mordedura de víbora. 2.- Grados de infecciónCuando se ha producido envenenamiento, el dolor es muy intenso. La inflamación arranca a los cinco minutos en la zona donde se ha producido la mordedura. Y se va extendiendo por la pierna, si el incidente ofídico se ha producido en el pie, o por el brazo si la mordedura ha sido en la mano. La mordedura puede evolucionar hasta cuatro estadios de gravedad y las primeras cinco horas son vitales para predecir cuál puede ser la evolución. Los grados de infección son el cero para la mordedura seca con el que el paciente está en observación. El grado 1 es un envenenamiento leve. La cosa empieza a complicarse en el grado 2 y es donde se inyecta el antídoto. Es un envenenamiento moderado en el nivel A, aún con antídoto, el caso sigue en observación. En nivel B ya requiere ingreso del paciente. El grado 3, envenenamiento grave, requiere el ingreso en UCI del paciente porque el edema ha sobrepasado la extremidad, brazo o pierna, y puede afectar al tronco. 3.- El antídoto tiene efectos secundarios Los sueros antiofídicos han avanzado mucho. Ya sólo se extraen los elementos que atacan la infección eliminando otro tipo de material que en el pasado generaba grandes complicaciones. Hoy en día los efectos secundarios son mínimos. Es un tipo de veneno, ViteraTAb, que se administra en dos dosis por paciente. 200 ml de suero. Y que en niños se inyecta la misma cantidad. Se inocula el mismo suero independientemente de la especie de víbora que haya mordido. No sucede así con algunos ejemplares con mordeduras más agresivas como las que hay en países de Sudamérica. Allí los hospitales tienen que usan diferente antídoto en función de la especie que ha mordido. Este es muy versátil, vale para todas. La dosis tiene un coste de 7.000 euros y existe una red de centros hospitalarios con antídotos para que, si un hospital del país no la tiene, otro se lo pueda facilitar. 4.- RecuperaciónUna vez que la inflamación baja, el paciente puede recibir el alta. "En Burgos no hemos tenido ninguna muerte desde que se ha implementado el protocolo, aunque sí hay una recuperación lenta, entre un mes o dos", explica Alejandro López. El seguimiento de cada paciente, una vez que abandona el hospital, es personalizado. "Ya con la pandemia les facilito mi teléfono para saber cómo van evolucionando", explica el urgenciólogo. El objetivo es realizar un control del dolor, que se mantiene entre un mes, mes y medio o incluso los dos meses. En ese tiempo el equipo realiza un seguimiento exahustivo.