JAVIER FERNÁNDEZ AGUADO / Socio Director de MindValue
«De los directivos españoles destacaría su resiliencia y su capacidad para reinventarse»
Conocido como el Peter Drucker español, su trabajo de asesoramiento y formación ha ayudado a cientos de organizaciones y empresas de todo el mundo / El viernes 21 participa en el congreso ‘Quo Vadis, talento? El futuro y su desafío’, en el Palacio de Saldañuela
Javier Fernández Aguado, tras años de trabajo como alto directivo y luego como empresario, es calificado por muchos como el Peter Drucker español. Ha escrito 33 libros sobre gobierno de organizaciones y se han escrito más de 300 libros y ensayos analizando su pensamiento. Su trabajo de formación y asesoramiento ha sido solicitado por más de 500 organizaciones en 50 países del mundo.
Es el único intelectual español contemporáneo sobre el que se han organizado dos simposios internacionales para desgranar sus propuestas y su trabajo como investigador. Como conferenciante ha sido premiado en Estados Unidos, Gran Bretaña, Perú, Chile, Colombia, México y por supuesto en España.
Miembro de Top Ten Management Spain, el exclusivo club que acoge a los diez pensadores más reputados del management español, participará el viernes 21 de octrubre en el congreso ‘Quo Vadis, talento? El futuro y su desafío’, que tendrá lugar en el Palacio de Saldañuela. Lo hará con la ponencia ‘Enseñanzas aplicables de los aztecas para los directivos contemporáneos’.
Pregunta.-En su ponencia mostrará cómo la civilización azteca puede ofrecer importantes enseñanzas para los directivos contemporáneos. ¿Cuáles son?
Respuesta.- Los aztecas constituyeron una de las grandes civilizaciones precolombinas. Al igual que todo colectivo tuvo aciertos y no pocas equivocaciones. En mi trabajo de investigación plasmado en el libro que ‘El encuentro de cuatro imperios. El Management de españoles, aztecas, incas y mayas’ detallo cómo los aztecas promovían el esfuerzo como camino hacia el éxito, se preocupaban de la formación de la gente joven, atendían al cuidado de sus mayores, respetaban la vida humana desde la concepción, castigaban el robo, etc. Paralelamente, y como es propio de cualquier civilización, no faltaban contradicciones. Entre las más llamativas, los sacrificios humanos y la antropofagia.
P.- Haga un radiografía de los directivos españoles.
R.- La clase directiva española es digna de encomio por muchos aspectos. En términos generales cuenta con una destacable formación: no debemos olvidar que en España se encuentran algunas de las mejores escuelas de negocios del mundo. Otra característica propia de muchos directivos españoles es su resiliencia y su capacidad de reinventarse incluso en circunstancias tan complejas como las que hemos vivido en los últimos años. En el otro extremo, por señalar aspectos no tan positivos, a veces se detecta una improvisación que conduce al fracaso proyectos que podrían haber tenido viabilidad. Sería conveniente también cuidar mejor la formación ética de algunos, tanto en el ámbito privado como público.
"A veces se detecta una improvisación que conduce al fracaso proyectos que podrían haber tenido viabilidad"
P.- ¿A qué retos se enfrentan actualmente?
R.- Son múltiples los desafíos que deben enfrentar los directivos en el presente. Algunos son coyunturales, como la invasión de Ucrania por parte de Rusia y otros son lamentablemente más endémicos, como la elefantiasis de la administración pública, que detrae recursos que estarían mejor administrados en el ámbito privado. La fiscalidad que soportamos es definitivamente excesiva e improductiva. También lo fue, por cierto, en el imperio azteca, como explicaré con detalle en la conferencia que pronunciaré en el palacio Saldañuela.
P.- Tras una situación límite como la pandemia, ¿cree que hay algo de esa vivencia que puede trasladarse al liderazgo?
R.- Sin duda. El ejemplo que ha dado gran parte de la sociedad española, capaz de reinventarse, y el desarrollo tecnológico son dos características a tomar bien en cuenta. Se plantea ahora, entre otros retos, el de aprender a motivar en remoto.
P.- Desde diversos sectores económicos se asegura que vivimos y viviremos en próximos meses tiempos de incertidumbre. ¿Cómo deben capear empresas y directivos esta situación?
R.- Todas las épocas están repletas de incertidumbre. La gran diferencia es que hoy en día disponemos de información en tiempo real. Previamente se vivía en una certidumbre inconsciente y ahora lo hacemos en una incertidumbre consciente. Hay que aprender a diferenciar entre las áreas en las que podemos influir y aquellas en las que preocuparse solo representa una inútil pérdida de tiempo, porque no está en nuestra mano intervenir.
"Todas las épocas están repletas de incertidumbre. La gran diferencia es que hoy en día disponemos de información en tiempo real"
P.- Esta es un clásico. ¿El buen líder nace o hace?
R.- Analicé esta cuestión hace tiempo en libros como ‘El idioma del liderazgo’ y más recientemente en ‘2000 años liderando equipos’. El líder en parte nace y en parte se hace. Sobre las disposiciones naturales al liderazgo es fundamental construir habilidades directivas que permitan desarrollar las potencialidades.
P.- ¿Qué herramientas personales y profesionales puede y debe adquirir un buen líder a lo largo de su trayectoria profesional?
R.- En ‘El idioma del liderazgo’ me refiero a unas 250 habilidades comportamentales que es preciso que un directivo desarrolle para llegar a convertirse en líder. Entre otras, la visión estratégica, la capacidad de trabajar incansablemente, la habilidad para motivar a sus equipos, el optimismo, la generación de ilusión, etc.
P.- Una de las principales problemáticas de esta Comunidad es la dificultad para mantener el talento y para atraerlo. ¿Cuáles son las claves para hacerlo?
R.- Son cinco las claves fundamentales para atraer y desarrollar talento: la estructura organizativa, el branding o imagen de marca, la cultura de la empresa, la política retributiva y las habilidades directivas y comportamentales. Es altamente conveniente trabajar en esas cinco direcciones, en una colaboración estrecha entre los poderes públicos y las instituciones privadas
P.- ¿Cómo se debe motivar y dirigir a los equipos?
R.- Expliqué este tema de manera detallada en el libro ‘Liderar en un mundo imperfecto’, cuya primera versión, ahora muy reformada, hace más de 20 años apareció con el título ‘Motivar y dirigir equipos’. Entre otros temas, es fundamental atender al desarrollo de la prudencia o capacidad de ver a largo plazo, la justicia o virtud de dar a cada uno lo que le corresponde, la fortaleza o hábito de superar las contradicciones y la moderación, para que las pasiones, de muy diverso tipo -codicia, irá, lujuria, etc.-, no impidan ver con claridad nuestras responsabilidades.
"Sobre las disposiciones naturales al liderazgo es fundamental construir habilidades directivas que permitan desarrollar las potencialidades"
P.- ¿Qué ofrece el coaching a la dirección de equipos y empresas?
R.-El coaching es una herramienta altamente conveniente, porque permite atender de forma artesanal a las necesidades de cada persona. El médico que me operó hace muchos años tras un accidente de automóvil repetía que él no operaba radiografías, sino personas. El coaching, cuando se ejerce con la preparación suficiente, permite ayudar a personas concretas a llegar a ser todo lo que pueden ser. En los casi 30 años que vengo ejerciendo de coach de alta dirección he presenciado en primera persona ejemplares transformaciones de directivos que les han encauzado tanto a su felicidad como a la mejora de resultados en sus organizaciones.