El Correo de Burgos

Las visitas a Atapuerca repuntan en verano. Pero no es suficiente para alcanzar cifras prepandemia

El hallazgo de Pink, la cara del primer europeo, y los 'añadidos' en la exposición permanente del Museo de la Evolución  incrementó las visitas. No ha sido suficiente para superar el descenso que trajo la variante ómicrom a principios del año
 

Un grupo de turistas atiende las explicaciones del guía frente al yacimiento de SIma del Elefante en Atapuerca, donde apareció la cara del primer europeo.

Un grupo de turistas atiende las explicaciones del guía frente al yacimiento de SIma del Elefante en Atapuerca, donde apareció la cara del primer europeo.

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Cuando la ciencia que se hace en Atapuerca da titulares nacionales o internacionales, semanas después se suben las visitas. El hallazgo de parte de la cara de un homínido que paseaba por la sierra de Atapuerca hace más de 1, 4 millones de años ha tenido su impacto en las visitas al Sistema Atapuerca. Especialmente en lo que tiene que ver con el proyecto: yacimientos y su entorno e, incluso, la exposición permanente del Museo de la Evolución, tras las últimas incorporaciones.

Un impacto que se ha vivido en verano, pero que no ha sido suficiente para solventar el complicado inicio del año. «A pesar de no haber alcanzado todavía los niveles prepandemia, se observa una mejora de los datos en los últimos meses, después de haber atravesado a comienzos de año una situación epidemiológica compleja», explican desde la consejería de Cultura y Turismo. La variante ómicron volvió a paralizar el país y los recursos turísticos no fueron menos.

Tras el hallazgo de Edgar Téllez en el yacimiento Sima del Elefante de Atapuerca, julio se convirtió en el primer mes con más visitas que antes de la pandemia en la Trinchera del Ferrocarril. Se registraron más de 6.000 visitantes al yacimiento cuando en el mismo mes de 2019 habían sido 5.538. En agosto se volvió a dar el mismo fenómeno. Los paseos de turistas por la trinchera del ferrocarril donde apareció el rostro de Pink supuso un ligero ascenso respecto al mismo mes del año 2019.

El efecto de los hallazgos científicos se ha sentido más en el radio de acción de los yacimientos. Los recursos de Ibeas, el centro de acceso a los yacimientos (Cayac), registró un aumento de casi el 30% en julio y del 2% en agosto. Es la zona de acceso para los visitantes a los yacimientos. En cuanto al Centro de Arqueología Experimental (Carex) que incluye una exposición permanente sobre la tecnología de la edad de piedra y el parque arqueológico exterior, también ha registrado mejores números. Y no solo este verano. La mayor tendencia a espacios al aire libre y con menos afluencia de gente ha facilitado que esta instalación atesore mejores datos que en prepandemia casi todo el año. En verano las visitas subieron un 14% en julio y un 5% en agosto respecto a los mismos meses de 2019.

El Museo de la Evolución se ha resentido con el descenso de visitas escolares y turistas al principio del año, pero en verano y tras las excavaciones de este año y los añadidos a algunas de las colecciones de fósiles originales como el cuello de Miguelón o las lumbares de Elvis, la exposición permanente mejora cifras precovid. En julio fueron un 3% más que no llegan a compensar la caída de participantes de actividades paralelas (exposiciones temporales, talleres, presentaciones de libros o conciertos). En agosto el aumento es del 6% en la exposición permanente. El cómputo global del Museo de la Evolución es negativo porque la cifra de usuarios de la programación habitual ha seguido siendo más baja que antes de la pandemia.

De esta manera, el Sistema Atapuerca ha registrado 443.537 visitas entre enero y septiembre. Esto supone doblar las cifras del año pasado, marcado por cierres como el registrado en febrero. Pero aún sigue siendo un 10% inferior a los datos de afluencia turística antes de la pandemia. Aunque estas cifras suman desde visitas turísticas a asistentes a actividades y talleres. Estos últimos han restringido su afluencia en función de la norma covid existente en cada momento.

Durante este año 108.251 personas se han acercado a conocer la exposición permanente del Museo de la Evolución. Son muchas más que las 61.255 visitas de 2021, pero lejos de las 117.000 que se superaron entre enero y septiembre de 2019. En cuanto a las actividades. La caída es aún mayor. 310.420 usuarios tenían en 2019. Tras un bajón a 103.426 en 2021 por la pandemia, este año se superan las 156.000 entradas.

El entorno rural del Sistema Atapuerca, tampoco consigue volver a esas cifras prepandemia. Podrían lograrlo en el próximo trimestre porque están muy cerca. Por los yacimientos han pasado  57.410 turistas entre enero y septiembre, son 35.000 visitas más que el mismo periodo del año anterior, pero 3.000 menos que antes de la pandemia. El Cayac tiene 27.500 entradas, cerca de las 30.000 registradas antes de la covid. En el Carex alcanzan 94.335 entradas, a 153 turistas de los datos prepandemia. 

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