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El Camino de Santiago a través de YouTube. De México a Santiago pasando por Burgos

El youtuber Vagaboom, con un millón y medio de suscriptores, realiza en familia el Camino de Santiago y cuenta su experiencia a través de su canal / Su hija Aisha, de 3 años, es una de las peregrinas más jóvenes de la Ruta / Ayer llegaron a Burgos

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Burgos

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Nacido en Suiza, de padre leonés y madre italiana, Demis siempre se sintió  «desconectado» de su país natal. En busca de su lugar en el mundo, se lanzó a la aventura y recorriendo decenas de países tuvo la necesidad de mostrar sus andanzas a su familia. Así comenzó a grabar vídeos de todos sus viajes y  a compartirlos en su canal de YouTube, Vagaboom, que hoy cuenta con casi un millón y medio de suscriptores. 

Hacer vídeos se convirtió en su pasión y en un estímulo diario. A pesar de tener una vida llena de emociones, la más importante llegaría en México donde conoció a Nancy, una pintora de «sonrisa infinita». «Nos enamoramos y al poco tiempo nos casamos», explica. La luna de miel fue un viaje en bicicleta desde Alaska a la Patagonia. 

Una «auténtica locura» que documentaron en vídeo para que «la familia de Nancy supiera en todo momento cómo nos iba y dónde estábamos». A su regreso a México, Demis supo que aquel era su lugar en el mundo y encontró en la familia de Nancy «cobijo y un amor incondicional». Poco después nacería Aisha, que hoy tiene tres años.

Ahora, el youtuber junto a su mujer, su hija y sus suegros ha recalado en España para hacer el Camino de Santiago. Lo hacen en equipo, con una carrito para la pequeña Aisha y «mucha ilusión en el corazón». Ayer la familia llegaba a la capital burgalesa. Tras un día de lluvia, la ciudad les regaló «uno de los atardeceres más bellos» y todos se quedaron fascinados por la «grandeza» de la Catedral. «Es impresionante», aseguraron. 

«La idea de hacer el Camino vino de mi cuñado. Él lo hizo un tiempo antes y nos lo recomendó», explica el youtuber. «El paso definitivo lo daríamos por mi suegro, que acaba de jubilarse y tenía muchas ganas de marcarse nuevos propósitos personales y en pareja». De hecho, aunque la familia ha arrancado la Ruta Jacobea como un proyecto de trabajo y de ocio, poco a poco el Camino les ha ido «abriendo el corazón hacia otros propósitos personales y espirituales».

Instante de una etapa marcada por la lluvia. VAGABOOM

Tras un mes de preparación, el viaje arrancaba el pasado 6 octubre con la primera etapa, la que recorre el tramo entre Saint Jean Pied de Port y Roncesvalles. «La más complicada», asegura Demis. Fue un arranque «difícil» apunta Nancy. «Es una gran pendiente y en un momento dado nos quedamos sin agua. Al principio me preocupé por la niña pero viendo que ella estaba bien, cogimos fuerzas y seguimos caminando», aseguraba la mexicana. «Podría comparar la etapa con el proceso de parto. Hay un punto en el que tu mente se hace fuerte y continuas con ello con más ganas que nunca». Esa primera etapa sirvió también para «repensar qué llevábamos de más».

La experiencia está siendo «muy enriquecedora», apunta la artista mexicana, especialmente «por hacerla con nuestra hija». Y es que «es una oportunidad única que pueda vivir lo que está viviendo con solo tres años. Que tenga la oportunidad de combinar nuestra pasión por los viajes con temporadas en México donde encuentra el calor de la comunidad y de otros niños», añade. Es un experiencia de vida que, además, «refuerza en ella sus raíces mexicanas, españolas, suizas e italianas y le permite apreciarlas aún más». 

Demis graba una toma para sus vídeos de YouTube. T. ALONSO

Precisamente que la pequeña de tres años esté haciendo el Camino es algo que llama la atención a peregrinos y en los hospedajes. No es habitual ver a una peregrina tan pequeña. «Hemos tenido experiencias buenas y otras no tanto, pero nos quedamos con las buenas», apunta la pareja. «En los hospedajes municipales nunca hemos tenido inconveniente por ir con una niña pequeña. Todo lo contrario, nos han tratado muy bien», explica Nancy. «Más trabas ha habido en los privados porque les preocupa que Aisha moleste por la noche, pero yo conozco mi hija y duerme del tirón», señala entre risas. 

En el Camino, además, todos han encontrado su rol. Su espacio. «Hacemos un muy buen equipo», apunta Demis. «Hemos viajado mucho previamente y mis padres son muy elásticos. Nos hemos amoldado muy bien los unos a los otros. Con amor, confianza y apertura es más fácil la convivencia y más aún en familias donde hay distintas culturas», añade Nancy.

La grabación

Cada etapa, Demis se afana en grabar cientos de tomas con una cámara y con su dron. Un material que descarga en su ordenador y que antes de dormir monta en forma de vídeo para después colgarlo en YouTube. «Es un trabajo arduo porque queremos que los vídeos no tengan mucha diferencia de tiempo con la realidad. Hasta ahora estoy logrando ir al día». 

Los vídeos de Vagaboom resaltan por su calidad y sobre todo por estar cargados de emociones y reflexiones. «En nuestro caso nos gusta dar más importancia a la calidad del vídeo que a la cantidad», recuerda Demis.  Además de  vídeos, el youtuber también toma imágenes del Camino que comparte en sus redes sociales para mostrar «de una forma más inmediata» la experiencia de hacer la Ruta Jacobea en familia y con una niña de 3 años. 

La familia al completo frente a la Catedral de Burgos. TOMÁS ALONSO

Por delante quedan algo menos de 500 kilómetros y ante Santiago de Compostela, la familia afrontará futuros retos: dar vida a un rancho que trae recuerdos dolorosos, seguir viajando y mostrando el mundo a Aisha y continuar formando un hogar al que volver en la bella localidad de San Cristóbal de las Casas.

Entre los campos, viñedos y bosques que forman la Ruta Jacobea la ‘familia Vagaboom’ ha descubierto la esencia de «una tierra acogedora» llena de «personas maravillosas». Pero también se han encontrado a ellos mismos y ha despertado algunos anhelos. Esa es, sin duda, la magia del Camino.