Castrillo Mota de Judíos abre las puertas de su Centro de la Memoria Sefardí
La localidad inaugura el espacio en un acto con autoridades y representantes de la comunidad judía / El siguiente paso será la creación de una fundación
Vista exterior del Centro de la Memoria Sefardí de Castrillo Mota de Judíos. TOMÁS ALONSO
El día ha llegado. Castrillo Mota de Judíos celebra hoy la gran inauguración del Centro de la Memoria Sefardí. Se trata de un ambicioso proyecto que tiene como objetivo «convertirse en un referente internacional para la comunidad judía, gracias a la difusión de la historia y el legado hispano- judío de la comarca burgalesa», tal y como explica el alcalde de la localidad, Lorenzo Rodríguez.
En el acto, que tendrá lugar a partir de las 12.00 horas, participarán autoridades de la provincia, de la Junta de Castilla y León y del Estado Español, junto con diplomáticos de Israel y Polonia. «También nos acompañan autoridades religiosas de la Iglesia Católica y de la Comunidad Judía, entre los que destaca el rabino general de Madrid, Moshe Bendahan», explica y recuerda que «el acto será retransmitido también por streaming».
El rabino será el encargado de colocar la Mezuzá antes de entrar al edificio. Se trata de un pergamino que tiene escrito dos versículos de la Torá y que se encuentra albergado en una caja o receptáculo adherido a la jamba derecha de los pórticos de los inmuebles.
Después, diferentes autoridades incluirán en una cápsula del tiempo palabras y buenos deseos para el centro, entre las que se encuentra una carta de su Majestad Felipe VI, junto a un ejemplar de EL MUNDO- EL CORREO DE BURGOS. «La cápsula se incrustará el suelo del edificio y se cubrirá», explica Rodríguez.
Planta superior del edificio con vistas a la iglesia de San Esteban. T.A.
La creación del espacio se ha prolongado durante «cinco años» y ha supuesto una inversión que «rozará los 600.000 euros aportados por el ayuntamiento de la localidad, la Junta de Castilla y León, la Asociación Mota de Judíos y entidades colaboradoras y particulares de comunidades judías», señala.
El edificio se alza en la plaza Antonio de Cabezón, junto a la iglesia parroquial de San Esteban y el ayuntamiento y además de un espacio de promoción y difusión, servirá a su vez como expositor de los resultados de la investigación que se esté llevando a cabo en el yacimiento de La Mota.
El desarrollo expositivo del lugar se ha planteado a través de cinco ejes bien diferenciados: la presencia judía en la península Ibérica, el asentamiento de comunidades judías a lo largo del Camino de Santiago, la presencia judía en el reino de Castilla, los judíos en Castrojeriz y su alfoz y por último, el asentamiento de La Mota en Castrillo.
«Queremos convertir el pasado judío de la comarca en un recurso dinamizador para el desarrollo futuro de la zona», apunta el primer edil, quien avanza que para ello «se pondrá en marcha un plan director de difusión y divulgación», que ha sido confeccionado por la empresa Patrimonio Inteligente.
Vecinos y Rodríguez posan con la placa que se coloca hoy. T.A.
La fundación
Este plan estratégico, que arrancará tras la inauguración del edificio, se prolongará hasta el año 2030 y se desarrollará «a través de una fundación que está por crearse y que estará compuesta por una docena de patronos y otras entidades colaboradoras». Entre los objetivos de plan, el primer edil de la localidad señala «dar continuidad a las excavaciones arqueológicas de La Mota con la búsqueda de la sinagoga como hito principal, dotar de contenido al Centro de la Memoria, desarrollar iniciativas de educación y promoción de la cultura hispano- judía y potenciar y proyectar la marca ‘Mota de Judíos’».
También se seguirán «estrechando lazos» con las comunidades judías del mundo. Para ello se desarrollarán iniciativas de hermanamiento y de refuerzo de relaciones con la comunidad sefardí a escala global y se integrará el proyecto en la red de Patrimonio Mundial Judío. «Además, una vez se recupere la Red de Itinerarios Sefardíes de Castilla y León, la sede se ubicará en el Centro de la Memoria», añadió el alcalde.
«Al final tenemos que ser capaces de atraer a gran parte de los 300.000 judíos que cada año viene a visitar España», señaló y apuntó que «lo ideal será hacerlo ofreciendo una ruta que les permita visitar juderías como la de Burgos, la de Castrillo Mota de Judío o la de Toledo». Para ello «también es necesario preparar no solo el pueblo si no la comarca», explica el primer edil, quien recalca la importancia de crear «alojamientos preparados para dar respuesta a las necesidades de la comunidad judía como puede ser ofrecer comida kosher».
Rodríguez recuerda que el camino hasta llegar a este punto «arrancaba en 2014» como una forma de «recordar y poner en valor los tres siglos que Castrillo Mota de Judíos albergó la judería más importante de Burgos». En el siglo XI, la comunidad judía era expulsada de Castrojeriz y se asentaban en La Mota, un cerro situado a espaldas de la Ruta Jacobea. Allí permanecieron hasta el siglo XIV, cuando la realeza les permite volver a Castrojeriz. La Mota fue abandonada y ‘Castrillo de los Judíos’, el barrio converso, siguió su desarrollo hasta su expulsión en 1492. Allí nació el reconocido compositor y músico Antonio Cabezón, organista, arpista y compositor del rey Felipe II.
Los vecinos de la localidad conocen el centro. TOMÁS ALONSO
«Fue a través del propio músico como se promovería el cambio de nombre a Castrillo Matajudíos», recuerda el edil. Y sería en 2015 cuando la localidad, tras realizar un referéndum y con el visto bueno de la Junta de Castilla y León, pasaría a denominarse Castrillo Mota de Judíos.
Coincidiendo con la apertura del centro, se abrirá al público la exposición ‘Conversos y Comuneros’, que recrea las distintas realidades castellanas, desde finales del siglo XV y hasta el fin de la guerra de las Comunidades en 1522. Además «se inaugurará la plantación de un olivo, ubicado junto al edificio, y donado por la comunidad judía».
El edificio
El centro es un edificio multifuncional que cuenta con un área de exposiciones y talleres. «La idea es que las muestras sean de carácter temporal para que cada cierto tiempo haya una temática distinta en el espacio», apunta Rodríguez.
Además cuenta con una sala de conferencias, una sala de gestión y reunión y albergará una futura biblioteca destinada a investigación «compuesta por fondos que ya están siendo donados por asociaciones y entidades de la comunidad judía», explica Rodríguez. El espacio se divide en dos alturas que están conectadas mediante una escalera- lucernario que dota de gran luminosidad al interior del lugar.
