21 familias de El Encuentro esperan realojo en una «vivienda digna» entre 2023 y 2024

El proceso de realojo de las 36 familias que viven el poblado chabolista de El Encuentro, que comenzaba con el convenio firmado en 2020 entre la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos, se alargará hasta 2024. Este es el horizonte para ver desmantelado este núcleo, del que ya han salido 15 familias y en el que quedan otras 21, como indicaban el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, que han visitado la zona.

«El 2024 es un horizonte razonable para ver que esto está terminado», aseguraba Suárez-Quiñones, que resaltaba el «compromiso» de la Junta con las «personas más vulnerables para evitar la segregación social». Así, desde su punto de vista, el acceso a una «vivienda digna como marca la Constitución, es un elemento de integración para evitar la exclusión social».

Si bien es cierto que el acuerdo contemplaba el año 2023 para la desaparición de este poblado, ese proceso podría alargarse unos meses más por el tiempo que llevan los trámites administrativos de adquisición de pisos, de puesta al día de esas viviendas y de traslado e inserción de los nuevos vecinos.

De esta manera, para este año el Ayuntamiento ha completado la compra de 7 viviendas y necesitarán sacar un nuevo procedimiento negociado para adquirir entre 6 o 7, «según nos dé el dinero con el que contamos», explicaba Sonia Rodríguez, concejala de Servicios Sociales, que añade que les gustaría acabar el año con los 13 o 14 pisos comprados. Para 2023 sería necesario poner en marcha los trámites para otros 11 pisos, que se podrán a disposición de las familias de cara a 2024. 

El alcalde, Daniel de la Rosa, que agradecía la colaboración de la Junta en este particular, comentaba que durante años «se ha echado la vista hacia un lado para evitar esta responsabilidad como que no era un problema de la ciudad o de la Comunidad Autónoma». Y añadía: «Ha sido vergonzoso».

La aportación económica de las dos administraciones, de 3,2 millones de euros, está sirviendo para la adquisición de viviendas en las que realojar a más de 130 personas, de las que un 36% son menores de 12 años y otro tano por ciento importante son mayores de 65 años. Este enclave chabolista surgió hace 30 años y muchos de sus vecinos llevan allí estas tres últimas décadas.

Mientras, en el poblado se han destruido las chabolas que se había ido enclavando alrededor de las 25 casas prefabricadas y se han derribado también tres viviendas en este tiempo. De la Rosa indicaba que en las casas que han ido quedando vacías se ha repartido a familias para mejorar las condiciones de habitabilidad, puesto que en muchas vivían tres generaciones.

A este respecto, la responsable de Servicios Sociales añadía: «Cuando empecemos con el realojo de las siguientes 13 o 14 familias, en función de los pisos adquiridos este año, queremos hacerlo coincidir con el derribo de otras tantas infra viviendas, algo que podría ocurrir en los cuatro primeros meses del próximo año», asegura.

Desde el área de Vivienda de la Junta de Castilla y León recuerdan que fue en el año 2000 cuando se puso en marcha el Programa de Prevención de la Marginalidad, que permitió firmar 23 convenios en 12 ciudades de la Comunidad Autónoma para suprimir diversos asentamientos con la inversión de casi 23 millones de euros. 

Suárez-Quiñones indica que en la provincia de Burgos se ha actuado tanto en la capital como en Miranda de Ebro y en Aranda de Duero. «Con el Encuentro nos pusimos de acuerdo hace tres años con un acuerdo en el que hemos repartido las cargas económicas a razón de 1,6 millones de euros por cada administración para tres años», precisa.