El Correo de Burgos

SOCIEDAD

Así le cambia la cara un grafiti a un callejón abandonado. De la decadencia al renacimiento

Los artistas urbanos Cristian Fernández Vicario y Christian Saldaña Santos ultiman el mural de la calle Embajadores

Vista de la calle Embajadores con uno de los personajes del mural en primer término. El representante de la cultura judía. SANTI OTERO

Vista de la calle Embajadores con uno de los personajes del mural en primer término. El representante de la cultura judía. SANTI OTERO

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Historia y leyenda se dan la mano en el mural de arte urbano del Callejón de las Brujas, un nuevo reclamo para que burgaleses y turistas se acerquen hasta la calle Embajadores, entre Fernán González y la calle Santa Águeda. 

Con esta intervención queda atrás una época en la que se mezclaron el olvido, la decadencia, la basura y cierta inseguridad cuando se decidió tapiar la calle Embajadores al tránsito peatonal durante el año 2005. En esos años las pintadas vandálicas proliferaron y se perdió para los viandantes una vista de la Catedral de Burgos que no pasa desapercibida y que también tiene sus encantos. 

Este pintoresco rincón la ciudad tuvo mejores momentos, antes del incendio que agravó el deterioro de esta zona del casco viejo donde se asentaban negocios como el Cafeto Madrid y el taller del Luthier Andreas. Pero mientras las parcelas que están libres en esa zona encuentran un desarrollo urbanístico, su reapertura a los peatones a finales de 2021 y este nuevo aire lleno de color, representan un pequeño renacimiento. 

A punto de terminar este grafiti de algo más de 70 metros cuadrados, sus autores Cristian Fernández Vicario, de AC Muralismo, y Christian Saldaña Santos, de Shock Desings, notan que «esta teniendo buena aceptación», a la vista de la gente que pasa por allí y saca su cámara de fotos para retratar esta nueva mirada hacia la Catedral de Burgos.

No faltó la inspiración a la hora de realizar los primeros bocetos de este proyecto cultural, que se ha desarrollado gracias a la insistencia de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico Alto, y con la colaboración del Ayuntamiento a través del distrito Centro- Norte, que es quien ha financiado la actuación con algo más de 6.500 euros. 

Así, como explica Fernández había muchas ideas relacionadas con el Camino del Destierro del Cid o con el Camino de Santiago, ambos itinerarios que pasan por esta zona. Sin embargo, hubo que desechar algunas para decantarse por un mural en el que ya conviven las brujas que dan nombre a esta callejuela emblemática del casco. Las culturas cristiana, árabe y judía están representadas con los rostros de dos personajes llenos de detalles, de luces y de sombras, que dan auténtico realismo a estas pinturas. La mujer también aparece, así como la música, en referencia al taller del Luthier, con las manos de una joven que toca el laúd.

Mientras, el recordado Cafeto Madrid se evoca con la imagen de la entrada al bar desde la que se ve en mitad de un concierto al artista local ‘Tuco’, que pasó horas y horas en ese escenario como todavía muchos recuerdan.  

«Fuimos tomando decisiones con los diseños, ahora lo ves e igual cambiaríamos alguna cosa», asegura Fernández Vicario, que espera que surja algún nuevo encargo en el casco histórico, donde ya habían pintado antes en la bajada de San Esteban, en la antigua casa parroquial, y también en algún acceso a garajes.

 «Fuimos tomando decisiones con los diseños, ahora lo ves e igual cambiaríamos alguna cosa», asegura Fernández Vicario

Por su parte, desde la Asociación Casco Histórico Alto, uno de sus portavoces, comenta que «están encantados» con el resultado del proyecto que se iniciaba hace cinco años, cuando se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Burgos con el anterior equipo de Gobierno. «Las opiniones de la gente están siendo muy positivas y es un ejemplo de cómo con poco dinero se pueden hacer cosas», señala Francisco Bárcena.

A medida que ha ido avanzando  el proyecto, cayeron en la cuenta de que quedaban dos pequeñas ventanas tapiadas en las que también se podía pintar alguna imagen. Dicho y hecho. Se presentó una ampliación al área de Juventud y ya están decididos los bocetos que se pintarán en cuanto la lluvia conceda una tregua. 

Las ventanas están en un nivel superior y hace falta colocar un andamio, indica Bárcena. En una de ellas se va a pintar una luz indirecta que cae sobre el taller del Luthier de tal manera que parece que está trabajando y en el otro lado se va a pintar a la virgen de Santa Águeda.

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