RITOS, MITOS Y LEYENDAS DE BURGOS
El mito griálico del norte de Burgos. El triángulo del poder
La Sierra Salvada y sus legendarios picos, anclados en la bruma, encierran leyendas y misterios milenarios / Criales, Siones, Vallejo de Mena, San Pantaleón de Losa y sus iglesias están cargados de simbología de la Orden de los Caballeros del Temple, los guardianes del Santo Grial
Una enorme muralla de roca kárstica con diez picos de más de mil metros separa los valles norteños de Burgos de las tierras vascas al otro lado de la bruma. Una comarca en la que la orografía levanta leyendas y los misterios del pasado se enredan en los bosques y en los enrevesados caminos. A un lado la leyenda, al otro el mito. Es la Sierra Salvada. Mont Salvat, para algunos.
Para aquellos que están convencidos de que no es casualidad la enorme presencia de signos que delatan un pasado templario y griálico entre los valles de Losa y de Mena, todas las piezas encajan. El Santo Grial, la reliquia más preciada, la más poderosa, la fuente de la eterna juventud, dejó su huella en ese rincón del norte de Burgos tan propicio a la leyenda. O acaso no es un mito. Parece claro que el Grial pasó de Francia a España sobre el año 1000.
A los pies de la sierra Salvada, que tanto se asemeja al Mont Salvat en el que se cree que los templarios ocultaron el cáliz de la última cena, se encuentra la población de Criales. Imposible no relacionar Criales con Grial.
Seguimos con el juego de palabras y simbolismos.
Al otro lado de la sierra a vuelo de pájaro se ubica Siones. Sión, monte de Tierra Santa donde se establecieron los custodios del Grial, los Templarios.
El mito del Priorato de Sión ha sido desenmascarado, pero ¿qué explicación hay a que coincidan en un mismo territorio tres referencias geográficas e históricas tan cercanas a la leyenda del Grial? Y no son las únicas. Aún no hemos hablado de San Pantaleón de Losa.
Tres cruces
En Siones se yergue la iglesia de Santa María que, junto a la de San Lorenzo en Vallejo de Mena y a la egregia de San Pantaleón conforman un triángulo que muchos historiadores, expertos, amantes del misterio y paisanos de la zona confieren un papel clave en el mapa de lo oculto. Un triángulo religioso para contrarrestar la energía telúrica de la tierra. Un triángulo de poder que sujetan tres cruces. Tres iglesias cargadas de historia y leyenda.
La iglesia de Santa María de Siones data de finales del siglo XII. Su origen exacto se desconoce, pero algunos autores la atribuyen a la Orden templaria, ya que en sus capiteles y muros se aprecian aún símbolos fácilmente identificables con la leyenda de los monjes guerreros que llegó hasta el último gran maestre, Jacques de Molay.
La iglesia de San Lorenzo de Vallejo de Mena, según una inscripción de una de las tumbas en el interior del templo, fue donada por doña Endrequina de Mena a la Orden de San Juan de Jerusalén, también conocida como los caballeros de la Soberana Orden Militar de Malta.
La ermita de San Pantaleón de Losa se encuentra enclavada en uno de los parajes más enigmáticos de la provincia de Burgos. La gran peña que sostiene al templo, Peña Colorada, parece la quilla de una gran embarcación sobre la llanura del Valle de Losa, horadado por las aguas abruptas del río Jerea.
San Pantaleón
Un triángulo de misterio unido a la ruta de las estrellas, la que conduce a Compostela llevando como una corriente a millones de peregrinos. La leyenda de San Pantaleón se une al mito Jacobeo y cuenta que un peregrino que caminaba hacia Compostela aseguró encontrar, en el lugar donde se levanta la ermita, la sangre de San Pantaleón que cada 27 de julio, día de la consagración del templo, se licua. Un milagro que engrandeció el mito de esta ermita pequeña y misteriosa.
Tras llegar a ella por una empinada cuesta, sorprende la presencia del pórtico. Un enorme atlante saluda a quien logra llegar arriba. Su presencia, dicen los expertos, responde a Sansón, héroe hebreo del Antiguo Testamento y duodécimo juez de las tribus de Israel. Aplicó su enorme fuerza para abatir las columnas del templo en el que se habían congregado 3.000 filisteos sepultando a la multitud, y a sí mismo, bajo las ruinas. Para muchos especialistas, parece evidente su carácter legendario e incluso mítico.
El significado del nombre Sansón, ‘hombre del sol’, así como la naturaleza de algunas de sus hazañas, sugieren que Sansón fue originalmente un héroe del culto solar. El aspecto mesopotámico de la figura, indica que sí es este personaje. Al otro lado, una columna en zigzag puede querer representar un rayo del sol o una simbólica serpiente como signo de alguno de los milagros de San Pantaleón.
La ermita entera es un enigma para los ojos modernos que ya no entienden las claves del pasado, el significado de las figuras talladas en clave, el poder de los símbolos, las advertencias talladas en piedra para salvar las almas de los hombres más allá de los siglos. Persiste, sin embargo, la sensación de equilibrio de fuerzas, de que algo sucede, de que hay razones ignotas por las que esa ermita debe asomarse desde su peña a todo el valle. Como un lobo guarda su manada oteando desde un risco a la luz de la luna.