MUNICIPAL
«De noche me tienen que acompañar, me da miedo»
Paloma Santamaría decidió mudarse hace poco con su hija por la sensación de «inseguridad» en la plaza Vega / La «deficiente» iluminación de la zona genera malestar: «Estás en la boca del lobo»
Desde que su hijo se mudó el pasado mes de agosto, Paloma Santamaría empezó a barajar la opción de irse a vivir con su hija. De un tiempo bastante largo a esta parte, no se siente segura. La plaza Vega, su hogar desde hace décadas, se ha convertido en territorio inhóspito cuando cae la luz del sol y le atemoriza salir a la calle. Tanto es así que, según confiesa, «de noche me tienen que acompañar porque me da miedo».«De día salgo tan campante», prosigue esta mujer, ya jubilada, con la esperanza de poder regresar a su hogar. Por ahora no se lo plantea. La escasa iluminación y las trifulcas nocturnas fueron la gota que colmó el vaso. Hace poco, se enteró de que a un joven «le pegaron un puñetazo y no denunció por miedo». Además, le consta que habitualmente se producen robos con fuerza en plena noche.«La iluminación es muy deficiente aunque las farolas sean muy modernas», lamenta un comerciante de la zona mientras afirma que «vas por la calle Miranda o vienes del centro y hay buena luz, pero entras en la plaza Vega y estás en la boca del lobo».Otra de las quejas que manifiesta este comerciante es la ausencia de eventos o actividades en la plaza. «Se podría hacer un pasacalles por estas fechas», sugiere antes de poner el foco sobre el panorama que se encuentra cualquier vecino de Burgos o turista: «sales del parking y te encuentras un edificio que lleva 20 años tirado».Sobre el aparcamiento subterráneo, Santamaría sabe de sobra que se ha convertido en escenario de vandalismo gracias al anonimato que brinda la oscuridad. Cabe recordar que el pasado 26 de noviembre, todos los vehículos de la primera planta aparecieron cubiertos de blanco porque a alguien le pareció ‘divertido’ vaciar todos los extintores.