Los farolillos solidarios por los refugiados del Congo por fin surcan el cielo burgalés
La ONG burgalesa Kiwu Jambo, en colaboración con Proyecto Rubare, ha sido la organizadora de esta acción cuya recaudación se destinará a cubrir necesidades de los refugiados de Goma
A la tercera va la vencida. Después de un aplazamiento y de un ensayo fallido los farolillos solidarios por el Congo surcaron el cielo burgalés. Cientos de personas se congregaron en el Paseo Sierra de Atapuerca para colaborar con esta actividad solidaria impulsada por la ONG burgalesa Kiwu Jambo junto a Proyecto Rubare.
La iniciativa, que celebra su sexta edición este año, lleva por lema ‘Lanza tu deseo al cielo’ y está destinada a los refugiados de la guerra en Goma, ubicada en el este de la República Democrática del Congo.
«Es una forma muy bonita de dar visibilidad a la complicada situación que se está viviendo en el país africano. Tenemos a un amigo en la asociación y hemos participado casi todos los años», explica María, quien junto a su hijo prepara uno farolillo para lanzarlo.
Los fondos recaudados se destinarán a cubrir las necesidades del campamento de refugiados que gestionan los salesianos burgaleses instalados en Goma. En concreto, para comprar plásticos para cubrir las tiendas de los campamentos de refugiados y harina para dar de comer a las 25.000 personas se han asentado en este espacio huyendo del conflicto entre el gobierno y la guerrilla M23 por los minerales tecnológicos (el coltán y el litio) y que les obliga a huir a otras zonas más seguras.
Y es que la fábrica que Proyecto Rubare tenía en la localidad ha sido tomada por los guerrilleros que lo utilizan de campamento. Afortunadamente, la entidad se ha podido llevar algunos elementos de producción hasta Goma y han podido elaborar y repartir harina entre los refugiados donde hay problemas de alimentación acuciantes y urgentes.
Los farolillos, que se pudieron adquirir en varias tiendas de la capital burgalesa y en el propio Paseo de Atapuerca durante el acto, tenían un precio de 4 euros y se pueden adquirir al precio de 4 euros la unidad y están fabricados en papel de arroz revestidos con un aro de bambú. Se trata de materiales ignífugos y su perdurabilidad en el cielo oscila entre los 6 y 7 minutos por lo que se trata de una acción ecológica.
La última edición tuvo lugar en 2019 con la asistencia de más de 10.000 personas y es que la pandemia provocada por la covid-19 impidió la celebración en los años posteriores. «Teníamos ganas de volver a celebrar la suelta de farolillos porque es una acción que los burgaleses han acogido muy bien y la participación ha ido creciendo año tras año, pero sobre todo para poder dar respuesta a algunas de las necesidades que tiene los refugiados de Goma», señalan desde la organización del evento.