El Correo de Burgos

Tres de cada diez contratos firmados en 2022 son indefinidos

Se firman cinco veces más  indefinidos que en 2019 aunque el 30% de los 38.876 suscritos son fijos discontinuos 9.417 han dejado de ser temporales

Imagen de un empleado en una fábrica de la capital.

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Se cumple un año de la aprobación inicial de la reforma laboral que ha dado un giro al nombre de los contratos laborales que se firman. Y añaden, además, un grado de estabilidad. Lo que durante años era un rara avis, como el contrato indefinido ahora es la norma. Aunque menos de lo que pudiera parecer dado el constreñimiento inicial de la contratación temporal.El primer año de vigencia de  la reforma se han firmado cinco veces más contratos indefinidos que en 2019, último año con una economía que no estaba penalizada por la pandemia de coronavirus. Entonces se firmaron 12.530 contratos indefinidos. Este año 2022 se han suscrito 38.876. La cifra supone que tres de cada diez contratos firmados este año en Burgos son de carácter indefinido.

Durante todo el año pasado se han suscrito 121.888 contratos lo que se traduce en 23.765 firmas menos que en 2019. Una cifra muy similar a la cantidad en la que crecen los contratos estables. El año pasado se firmaron 26.346 más que en 2019.

De los contratos indefinidos el mas numeroso es el indefinido bonificado y no bonificado. A ellos hay que sumar los indefinidos a personas con discapacidad y los contratos preexistentes que se han transformado en indefinidos. Los más comunes son los primeros. Se han suscrito 29.298 durante todo el año pasado.Las comparaciones son odiosas. En el año 2019 se habían firmado en la provincia 6.201 contratos de este tipo. En aquel entonces la diferencia entre hombres y mujeres era mínima, ahora que es el contrato estándar ellos son 2.000 más que ellas. Así, de los indefinidos bonificados y no bonificados 15.571 contratos los ha firmado un hombre y 13.727 lo ha hecho una mujer.

En cuanto a la estabilidad en muchos casos se queda en el nombre. Entre enero y noviembre, porque diciembre aún no está provincializado, se habían suscrito 29.298 contratos indefinidos. De ellos solo 11.280 son para desempeñar el trabajo a jornada completa. El 55,2% son contratos indefinidos pero no muy estables por el tipo de jornada.El más común es el fijo discontinuo, un tipo de contrato que sale reforzado con la reforma y que es para muchos el nuevo contrato temporal. Este tipo de contrato se establece en aquellos puestos que son necesarios en momentos puntuales de incremento de actividad. Se desactiva en tiempos de temporada baja. En ese momento en el que no se desempeña trabajo alguno se cobra el paro aunque no se integran en la lista de parados. De este tipo se han firmado 8.776 contratos en Burgos. La cifra está muy lejos de los 605 que se firmaron en 2019.También se dispara el contrato indefinido de jornada parcial. En 2022, a falta de contabilizar diciembre, se han suscrito 7.422 empleos frente a los 1.997. En este tipo de contratación la mujer es la completa protagonista. 5.015 los ha firmado una mujer frente a los 2.407 jornada parciales suscritas por el hombre.

La contratación indefinida de personas con algún tipo de discapacidad se ha doblado. En 2019 se firmaron 82 contratos frente a los 161 del año 2022. En este caso las jornadas completas han sido 81, las parciales 61 y los fijos discontinuos han sido nueve.A estos hay que añadir los contratos transformados en indefinidos. Estos han sido 9.417, un 50% más que los suscritos hace dos años. Seis de cada diez proceden de contratos de circunstancias de la producción que se eternizaban en el tiempo. Además 2.130 proceden de contratos por obra o servicio que, prácticamente, se circunscribían a los 365 días del año. 712 proceden de sustituciones y 180 de prácticas. 

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