MUNICIPAL / MOVILIDAD
Los autobuses de Burgos reducen emisiones con la mitad de su flota circulando con gas
Entre los vehículos 100% municipales, un total de 38 de los 68 que componen la flota, solo quedan cuatro de gasóleo, aunque entre los de renting son mayoría los diésel
La renovación de la flota de autobuses con vehículos menos contaminantes y más modernos es uno de los principales retos del Servicio de Movilidad y Transportes (Smyt) del Ayuntamiento de Burgos. La línea a seguir es contar con combustibles más limpios, dejando de lado ya definitivamente el uso del diésel para circular por el término municipal, así como reducir la antigüedad.
En cuanto al sistema de propulsión, la mitad de los 68, 33 en estos momentos, utilizan el gas natural comprimido (GNC). Hace años que el Ayuntamiento apostó por este tipo de combustible, considerado como uno de los más limpios con respecto a las alternativas que existen en la actualidad, puesto que produce de un 20 a un 30 por ciento menos gases de efecto invernadero que los vehículos de gasolina o de diésel, según los expertos.
Pero todavía otros 34 vehículos utilizan el gasóleo en sus desplazamientos por la ciudad y 30 de ellos son los autobuses que están en renting de acuerdo a dos contratos firmados en 2015 y en 2017. Por tanto, sobre todo a los de 2017, les quedan todavía varios años de vida útil hasta su retirada porque se firmó un contrato por 13 años, es decir hasta 2030. Son 20 los vehículos afectados por este último contrato, mientras que hay otros 10 vinculados al de 2015.
La buena noticia es que entre los que son 100% municipales, un total de 38, solo quedan cuatro de diésel que coinciden con los vehículos de menos plazas, los minibuses.
Burgos
Movilidad adquirirá al menos dos autobuses eléctricos antes de que finalice el mandato
VIRGINIA MARTÍN
El concejal responsable del Smyt, Leví Moreno, recuerda que al comenzar el mandato del alcalde, Daniel de la Rosa, la antigüedad media de los vehículos era de 20 años con lo cual destaca que ha habido una mejoría al respecto, puesto que ahora está en 16 años y se ha conseguido dar de baja a «varias reliquias» de combustible diésel.
Se ha conseguido dar de baja a «varias reliquias» de combustible diésel durante este mandato, asegura el concejal Leví Moreno
Desde mayo de 2019 se han adquirido 16 nuevos autobuses, todos ellos en propiedad por lo que Moreno apunta que se está consiguiendo una flota «más moderna y ecológica». Y para 2023 está prevista en el presupuesto la compra de 5 nuevos por lo que se acabará el mandato con 21 adquisiciones.
En cuanto al sistema de propulsión de los motores, el concejal socialista asegura que el GNC «está funcionando bien», cumpliendo los objetivos de reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera. 33 de los 68 buses de la flota son de GNC, mientras que uno es híbrido y utiliza el gasóleo cuando no está en modo eléctrico. Con los 5 a incorporar de GNC se conseguiría que el 58% de los buses de Burgos sean de gas y, por tanto, ya serán mayoritarios los de este combustible.
Con respecto al pasado año por estas fechas ha habido un avance en el cambio de combustible, puesto que entonces eran todavía mayoritarios los diésel con 38 vehículos de estas características. Así, según los datos más recientes facilitados por Smyt próximamente se daría de baja del servicio tres buses de gasóleo matriculados en 2005.
En cuanto a los vehículos para retirar hay otros cinco en previsión que se corresponden con los matriculados en 2001, por tanto con 22 años, aunque en este caso son de gas natural. También durante el pasado ejercicio se dio de baja a ocho autobuses matriculados entre 2001 y 2002, todos de GNC.
Otro de los objetivos de los socialistas, ya desde la pasada legislatura cuando estaban en la oposición, era aumentar los autobuses en propiedad. En estos momentos, el 56% de los vehículos (38), ya sean articulados de 18 metros de longitud o los de 12 metros, son 100% municipales.
Si se mantiene en el futuro el objetivo de incorporar cinco autobuses cada año «se conseguiría que cada 14 años vayas cambiando de autobuses y esa es la vida útil que le damos a cada bus urbano porque cinco por 14 son 70 nuevos buses y nuestra flota es de 68», manifiesta el concejal responsable de Movilidad.
En este mandato se ha actualizado el Plan de Movilidad Sostenible (PMUS) y se ha redactado el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES). En ambos documentos se realiza una defensa de los autobuses de gas natural, si bien también se comenta la posibilidad de acudir a los eléctricos, todavía tres veces más caros que los de GNC.
Según reflexiona Moreno, la utilización del transporte público para moverse por las ciudades ya representa una reducción de emisiones de gases a la atmósfera en cuanto que los pasajeros que se suben al bus dejan de utilizar un vehículo particular que en su mayoría son de gasolina o diésel.
Eléctricos
Si los vehículos eléctricos son prohibitivos por su precio para el usuario común, no lo son menos en el caso del transporte colectivo de viajeros. Como indica el concejal Leví Moreno, adquirir un autobús eléctrico es todavía «tres veces más caro que uno de gas». Ante esta circunstancia, el actual equipo de Gobierno de PSOE y Ciudadanos ha optado por acudir a sendas convocatorias de fondos europeos para financiar la compra de este tipo de autobuses.
En la primera, en la que se aspiraba a cuatro autobuses, no se tuvo éxito y la segunda, con la que se pretende adquirir dos, está todavía por resolver.
Europa apuesta por una movilidad más sostenible en los entornos urbanos y de ahí que el Ayuntamiento enmarque en alguna de esas líneas de subvención la compra de vehículos para transporte público de propulsión eléctrica.
De tener éxito en la nueva convocatoria, Burgos contaría con dos autobuses municipales eléctricos, los primeros en la ciudad, después de una breve prueba con uno que se produjo en el anterior mandato.
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NATALIA ESCRIBANO