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El reparto de titos. La tradición con cinco siglos de historia regresa sin restricciones tras la pandemia

Los cofrades se afanan desde hace unos días en preparar los ingredientes que cocinarán el próximo martes 17 de enero para conmemorar a San Antón / La cita se estrena como Fiesta de Interés Turístico Regional

Preparación de los ingredientes que se cocinarán el martes 17 de enero con motivo de San Antón. T. ALONSO

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Burgos

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El martes 17 de enero regresa al popular barrio de Gamonal el tradicional reparto de titos con motivo de la festividad de San Antón. Y lo hará sin restricciones, ni mascarillas ni recorridos marcados. La fiesta, que este año estrena el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional, arrancará a las cinco de la madrugada con el encendido de las parrillas para el cocinado de los 2.000 kilos de titos que como cada año llegan procedentes de Villasidro. 

Uno de los cofrades muestra los titos. T. ALONSO

Los miembros de la Cofradía de San Antón se enfundarán sus trajes blancos para cocinar la legumbre y hacer el posterior reparto. Una tradición que la cofradía arrancaba en el año 1.502 con el reparto de titos a  los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela. «La entidad nunca ha faltado a la cita en cinco siglo salvo el pasado 2021, cuando la pandemia de la covid canceló este acto ente otros tantos y en 2022 se celebró con medidas sanitarias y restricciones», señala el nuevo prior de la cofradía, Javier Enrique Calvo. 

El cocinado de las 20.000 raciones de titos no es labor sencilla y requiere de una preparación previa. Las labores de preparación comienzan una semana antes aunque la adquisición de los productos necesarios para el tradicional plato se realizan a lo largo de todo el año, explica el portavoz de la entidad.

A la receta, además de los titos hay que sumar 200 kilos de cebolla, 3.000 pimientos calahorranos y 200 kilos de ajo previamente pelados y metidos en duernos para evitar que fermenten. Estos ingredientes se van picando y preparando a lo largo de la semana previa y se suman a 15 kilos de pimentón dulce y 15 kilos de pimentón picante, 3.000 guindillas, 50 kilos de sal y 10 kilos de laurel. 

La receta incluye ajos y pimientos calahorranos. T.ALONSO

Para su cocinado son necesarios 180 litros de aceite de oliva y 6.000 kilos de leña para cocer la legumbre. Para su cocción, que se prolongará durante horas, se utilizan 17 calderas de aluminio y acero inoxidable. Como acompañamiento se repartirán 2.000 bollos de pan.

Como cada 17 de enero, los más madrugadores se acercan hasta la sede de la cofradía para llenar sus cazuelas con el tradicional guiso a primera hora de la mañana. Sin embargo, el mayor número de personas se acercará hasta los aledaños de la Real y Antigua sobre las dos de la tarde.   

Este año, además, se recuperan las visitas de familiares y amigos de los cofrades así como de las autoridades a la sede de la asociación. «Es un momento especial para nosotros, que perdimos con la pandemia», apunta el nuevo prior. 

La bendición

Mientras se termina el cocinado de los titos, en la Antigua de Gamonal se celebra la tradicional misa en honor a San Antón, tras la cual se desarrolla la bendición de los ‘compañeros peludos’. Como cada año, los dueños de mascotas, devotos del patrón, llevan a perros, gatos, conejos y todo tipo de animales para recibir la bendición de San Antonio Abad, que ofrecerá el párroco de la iglesia.

Los cofrades se afanan el pelar los ajos. T. ALONSO

Además la cofradía, que actualmente cuenta con 26 cofrades,  mantiene la venta de papeletas entre quienes acudan a por titos, a un precio de cinco euros, para participar en el sorteo de un lote de carne  o del dinero equivalente. «Estamos muy ilusionados de volver a celebrar esta tradición sin restricciones y como se ha hecho siempre», añade Calvo, quien animó a todos lo burgaleses a «acudir con sus cazuelas» y a quien lo desee «a sumarse a la cofradía».