El «preocupante» aumento de accidentes y atropellos en Burgos reactiva el plan de comprar nuevos radares

Las cifras son «preocupantes» y el Ayuntamiento de Burgos quiere implementar las medidas de prevención para disminuir el número de accidentes de tráfico y de atropellos en la ciudad. De poco parecen haber servido la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en la mayoría de vías o las campañas preventivas. Según consta en la última memoria de la Policía Local, a lo largo de 2022 se registraron 2.954 siniestros, casi un 39% más que el año anterior. A finales de 2021, este periódico avanzaba la intención del equipo de Gobierno de adquirir «entre 10 y 20» radares fijos para los principales «puntos negros» del casco urbano. Sin embargo, su elevado precio (45.000 euros por unidad) ha rebajado las pretensiones iniciales. A expensas de la próxima modificación presupuestaria y de la partida que haya disponible, la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, confía en que al menos se puedan comprar entre ocho y diez. Con la esperanza de que se destine cerca de medio millón de euros para la compra de nuevos radares, el intendente jefe de la Policía Local, Félix Ángel García, detalla que su futura ubicación se basará, fundamentalmente, en las «demandas» ciudadanas. En este sentido, no se le escapan las constantes reclamaciones de los vecinos de la calle Alcalde Martín Cobos frente a los atropellos. Pero tampoco la necesidad de intervenir en zonas con mayor intensidad de tráfico como la avenida Cantabria o la calle Vitoria. El desarrollo de esta medida también pretende poner el foco sobre la problemática de los atropellos, máxime a raíz de las cuatro víctimas mortales registradas en Burgos el pasado ejercicio a las que se suma una quinta tras una colisión contra una señal de tráfico en la avenida de Valentín Niño. Tal y como consta en la memoria policial, se contabilizaron 106 arrollamientos, la mayoría (67) en pasos de peatones, que se traducen en un incremento interanual del 58,2%. Se da además la circunstancia de que cuatro de los siniestros mortales tuvieron lugar en jueves. La principal causa de esta clase de accidentes, apunta García, se deben a «despistes» y no tanto a excesos de velocidad. Sea como fuere, la calle Vitoria se mantiene como la vía con mayor índice de siniestralidad con 201 atropellos -54 más que en 2021- mientras que la avenida Islas Baleares experimenta un preocupante repunte del 91,4%. De cara a frenar el número de accidentes en las vías burgalesas, la Policía Local realiza habitualmente controles de alcoholemia y consumo de drogas. Según se desprende en la memoria, en 2022 se levantaron 206 atestados a los que se añaden otros 11 por negativa de los conductores. El resultado: 76 denuncias administrativas por positivo en alcohol y 131 por sustancias estupefacientes. DelitosEn materia de Seguridad Ciudadana, la Policía Local culminaba el año con 216 detenciones. Esto supone un aumento superior al 35% y la mayoría de arrestos, precisa el intendente jefe, estuvieron relacionados con casos de violencia de género y peleas, casi siempre en «zonas de ocio conflictivas».En materia de violencia de género, la Unidad de VioGén cerraba el ejercicio con 140 casos activos. No en vano, a lo largo del año se asumieron 188 actuaciones, 176 entrevistas con víctimas y autores, 502 valoraciones de evolución del riesgo, 46 acompañamientos a juzgados y otros trámites y 11 reuniones de coordinación entre los integrantes del equipo. En total, se recibieron 2.303 llamadas telefónicas.