Oca y los primeros cristianos. Diócesis primigenia
Indalecio, discípulo del apóstol Santiago, fundó la diócesis de Oca en los primeros años del cristianismo / Burgos escuchó pronto el mensaje de Jesús
Hubo un tiempo en el que el cristianismo se extendió por Europa dejando atrás las catacumbas y la persecución y empezó a organizarse. Los eremitas se entregaban a su vocación a la vez que se establecían las primeras parroquias y éstas se incluían en las diócesis en las que se organizó la estructura milenaria de la iglesia católica en España y en la provincia de Burgos.Según la tradición, al poco de la resurrección de Jesucristo, cuando sus apóstoles fueron enviados por todo el mundo para difundir Su Palabra, Santiago el Mayor llegó a la Galaecia de la Hispania romana con su mensaje, ganando para su religión a los pobladores de aquellas tierras, aunque otras tradiciones sitúan su llegada por la costa mediterránea.Por donde llegase no altera el hecho de que en los territorios burgaleses de la época el mensaje del cristianismo se escuchó en sus primeros años. La evangelización del Apóstol Santiago se multiplicó por sus discípulos y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén.En Roma fueron ordenados obispos por San Pedro y volvieron a España para realizar su ministerio. Esos siete varones apostólicos son los precursores de los obispos actuales. Uno de ellos, San Indalecio, fue el fundador de la que podría ser la diócesis más antigua del condado de Castilla: la de Oca, entonces llamada Auca.La leyenda que se recoge en la zona cuenta que San Indalecio fue recibido en Auca a mediados del siglo I, posiblemente en el año 65. Allí su mensaje prendió y entendió que tenía que fundar una sede episcopal de la que emanase una diócesis, la de Oca que siglos después fue trasladada a Gamonal, a la iglesia de La Antigua y cuya sede ocupa el actual Papa Francisco, que entre 1992 y 1998 fue obispo titular de la antigua diócesis de Auca, hoy Villafranca Montes de Oca.El Código de Derecho Canónico establece que cada obispo debe ser titular de una diócesis, por aquello de que “no puede existir un obispo sin su diócesis“. En el caso de los obispos auxiliares, al no poder ser titulares de la diócesis donde ejercen su ministerio, la Santa Sede les nombra titulares de diócesis históricas. Así, mientras Jorge Mario Bergoglio era obispo auxiliar de Buenos Aires (1992-1997) y arzobispo coadjutor de Buenos Aires (1997), el papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de la diócesis de Oca.Volvamos a San Indalecio que pagó caro profanar la creencia de los dioses de los autrigones, por lo que fue martirizado y se le arrojó a un pozo para que muriera. La injusticia se volvió milagro y el pozo se llenó de agua devolviendo el cuerpo del buen santo a tierra. Ese pozo se convirtió en fuente y sigue manando agua junto a la ermita de Villafranca.Dentro de la diócesis de Auca/ Oca surgieron algunas de las iglesias y monasterios más antiguos de Castilla. En esa zona, quizá las que más se remontan en la alta edad media sean el monasterio de San Juan de la Hoz, Santa María de Mijangos o San Pedro de Tartalés de Cilla, todas ellas a finales del siglo VI.San Juan de la Hoz, cuenta, como en otros puntos de la provincia, con un enterramiento rupestre con decenas de tumbas antropomorfas. Sencillos cascarones de camino a la vida eterna en la que los primeros cristianos enterraban a sus muertos en tiempos en los que la vida eterna tenía valor en la vida presente. Quien sabe si sabían que estaban dejando un testimonio para la Historia.