TURISMO
La rentabilidad de los hoteles en Burgos está a un 1,5% de niveles prepandemia
El ingreso por habitación en verano alcanzó los 43,9 euros se queda a una décima de 2019 y lastra el año «Llegó el extranjero pero se fue a la costa»
Varios turistas durante una visita guiada a la Catedral. TOMÁS ALONSO
Aunque el sector turístico celebró la llegada del turista extranjero a España, superando rentabilidades previas a la covid, la realidad es que el sector afronta dos realidades. La de zona de costa y grandes ciudades de interior donde la actividad y los ingresos superan niveles prepandemia; y la de los destinos urbanos de interior que no alcanzaron el objetivo durante el último verano. Entre ellos los hoteles en Burgos que, aunque subieron ligeramente sus tarifas, no han recuperado la rentabilidad de 2019, según los datos de Exceltur. Está a 1,5% de datos prepandemia.
«Se preveía un año potente respecto al turismo con la vuelta del visitante extranjero y si 2021 no fue malo en el contexto que estábamos, se salvó por el turista nacional, este año la playa ha pesado mucho respecto a otros destinos como el de Burgos», señala el presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, Luis Mata. Señala que en la provincia «las olas de calor nos hicieron muchísimo daño, se generaron muchas cancelaciones entre junio y julio en detrimento de la playa». Una situación que se ha dado en todos los destinos urbanos de interior a excepción de las grandes capitales.
Los datos de Exceltur corroboran esas sensaciones. En junio y julio los rendimientos fueron bajos mientras que mejoraron en agosto para empeorar en septiembre. Las cifras reflejan un RevPar (rentabilidad por habitación) de 41,6 euros en junio y del 43,4% en julio. La ocupación en esos meses fue del 65,5% y del 71,6% respectivamente. La tarifa media, o ADR, no era especialmente alta, 63,5 euros pero tuvo que baja en julio para aumentar ocupación a los 60,7 euros.
En agosto sí alcanzo precios más altos con buenos resultados: la tarifa media se situó en 65,8 euros por habitación, se generó una ocupación del 80,7% que permitió alcanzar una rentabilidad de 53,1 euros por habitación.
Pero los costes tuvieron que bajar para firmar un septiembre aceptable. Los hoteles de la ciudad ofrecían un ADR de 59 euros y registraron una ocupación del 63,3% y un RevPar de 37,4 euros, ligeramente por encima de la media anual y un 10% más baja que las cifras de 2019.
Con este esfuerzo se logró cerrar un verano casi similar a las cifras prepandemia. La rentabilidad hotelera de junio a septiembre alcanzó en Burgos 43,9 euros de media. Eso supone estar a un 0,1% de las cifras de 2019. Pero no ha sido suficiente para mejorar el cómputo anual de ingresos hoteleros. La rentabilidad anual entre enero y septiembre alcanza los 36,3 euros lo que está un 1,5% por debajo de las cifras precovid.
La situación en función de categorías refleja el esfuerzo realizado en septiembre. En hoteles de cuatro estrellas la oferta en septiembre y julio fue relativamente más baja. El ADR de esos meses fue de 65,5 y 68,6 euros. Sí funciono para la ocupación de julio, un 78,2%, pero no tanto para septiembre que a penas pasaron del 58%. En cuanto a los de tres estrellas se optó por la misma estrategia que terminó con mejores resultados. Las tarifas bajaron a 60 euros en junio, agosto y septiembre, la ocupación se dejo sentir en septiembre con un 80% de ocupación.