El Correo de Burgos

Burgos esquiva la recesión pero se estanca. La economía crecerá un 1,5% en 2023

La provincia ya recuperado el nivel de empleo anterior a la epidemia del covid, pero el mercado laboral aún está por debajo de los años anteriores a la crisis de 2008. La reforma laboral cunde en Burgos, donde los contratos indefinidos a jornada completa son mucho más comunes que en el resto de España

Manuel Morquillas, Ramón Sobremonte y José María Calzada, en la presentación del último número del Boletín de Coyuntura Económica. SANTI OTERO

Manuel Morquillas, Ramón Sobremonte y José María Calzada, en la presentación del último número del Boletín de Coyuntura Económica. SANTI OTERO

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R. G. U. / BURGOS
Burgos

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La ralentización de la economía burgalesa es un hecho desde finales de 2022 y estará presente a lo largo de este año 2023 motivando un estancamiento relativo, con un crecimiento esperado del 1,5% al final del ejercicio. El diferente ritmo de crecimiento entre 2022, que dejó un incremento del PIB provincial del 4,5% pese a ser un año con grandes dosis de incertidumbre por el alza de la inflación, los desequilibrios geopolíticos y la inestabilidad política, y 2023, que se espera que alcance el 1,5% evidencia la complejidad del escenario macroeconómico al que se enfrenta la economía provincial de cara a los próximos meses.

Burgos eludirá, por tanto este año, la "recesión", a juicio del director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte. Pero el concepto clave de 2023 es incertidumbre.

De la fuerza con la que sacudan la economía factores como la subida de los tipos de interés y el encarecimiento del precio del dinero, con su influencia en contra de la inversión y el gasto; la inflación de los precios y su efecto sobre el consumo privado; y las oscilaciones políticas internas e internacionales, dependerá que se mantenga esa previsión de crecimiento.

Con todo, Burgos tiene "buenos fundamentos" para confiar en que la economía siga avanzando, aunque sea a velocidad moderada. Uno de los vectores de ese crecimiento aún será el consumo privado, a juicio del catedrático José María Calzada, quien se muestra convencido de que aún existe inercia para que el gasto de los consumidores privados dé sustento a la economía provincial, pese a que también reconoce que la inflación seguirá en cifras "bastante altas" a lo largo de 2023.

Calzada, que coordina la confección del Boletín de Coyuntura Económica que elabora para Cajaviva Caja Rural un equipo de 16 docentes del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Burgos, destacó como fortalezas de la economía burgalesa su ya reconocido peso del sector industrial en la creación de riqueza y en el mantenimiento del empleo, la relativa buena marcha del sector exterior en una provincia fuertemente orientada a la exportación; y un buen panorama para el empleo, con Burgos como la única provincia española capaz de mantener el ritmo y colocarse en los últimos tres trimestres en el podio de territorios con menor tasa de desempleo según la EPA

De todos modos, según Calzada habrá que esperar a la segunda mitad del año para atisbar de nuevo una recuperación, siempre y cuando esos factores confluyan.

Si Burgos hubiera generado empleo al ritmo del promedio español contaría ahora con 2.000 trabajadores más

Pese a todo, "llevamos 15 años perdidos", afirma Manuel Morquillas, coordinador del análisis monográfico del empleo en el Boletín de Coyuntura. El docente de la UBU reconoce que la provincia de Burgos sí ha recobrado el empleo perdido durante la crisis del coronavirus, pero, por el contrario, los efectos de la crisis del 2008 y la recesión de los años posteriores aún se deja sentir en el mercado laboral burgalés, al igual que en el resto de España.

A Burgos le cuesta crear empleo

Desde hace varios años, Burgos presenta una diferencia notable respecto al resto de España a propósito del ritmo al que su economía es capaz de crear empleo. En el último año ese margen se concreta en que la economía burgalesa fue capaz de aumentar el empleo prácticamente la mitad de lo que lo hizo el resto de España. Traducido a personas, si en Burgos se hubiera producido una generación de empleo al ritmo del promedio español contaría ahora con 2.000 trabajadores más y no los 1.400 empleos netos con los que se cerró 2022

"Este incremento de empleo tendría un efecto muy significativo sobre la población, el principal problema socioeconómico de Burgos y Castilla y León, e implicaría tener unos 50.000 habitantes más en la provincia de Burgos, tan solo con tener una evolución similar a la media nacional en lo que llevamos de siglo", reflexionan los expertos de la UBU.

En los últimos tres años en Burgos se podrían haber generado 7.000 nuevos empleos

Llevado este argumento a una fracción de tiempo más amplia, los expertos del Departamento de Economía Aplicada de la UBU calculan que en los últimos tres años en Burgos se podrían haber generado 7.000 nuevos empleos de haber sido capaz la economía provincial de seguir el ritmo de creación de puestos de trabajo que presenta en promedio el resto del país.

Dos factores influyen en esta circunstancia. El peso del sector industrial en la economía y el empleo, que es diez puntos superior a la media estatal, y el efecto de la despoblación y el envejecimiento. La industria burgalesa invierte en capital humano especializado y presenta plantillas muy estructuradas y ajustadas y sus necesidades de mayor fuerza laboral producen movimientos poco amplios en el conjunto de la economía local. No así el sector Servicios, que concentra dos tercios del mercado laboral y que ha tenido un buen comportamiento en año pasado en la creación de empleo, aunque no en todos los sectores. La hostelería, por ejemplo, ha generado nuevos puestos de trabajo, mientras que el comercio los ha ido perdiendo fruto de la reconversión del sector. Este mismo fenómeno se reproduce en el sector financiero y de seguros, que aún sigue redefiniéndose.

En el podio de las provincias con menos paro

La masa laboral en Burgos presenta una tasa de empleo del 54,6%, superior a la media española que no llega al 51% según los datos de la Encuesta de Población Activa. Esa constante en Burgos deriva en una tasa de desempleo mucho menor que en la mayoría de provincias. De hecho, es la única que en los tres últimos trimestres ha aparecido en el podio de los territorios con menor porcentaje de parados sobre el total de la población activa, con una cifra del 7,4% al final de 2022. El catedrático José María Calzada puntualiza estos datos recordando que la pérdida de población en la provincia y el paso de cada vez más trabajadores a una condición de población inactiva al jubilarse tiene un efecto estadístico sobre este fenómeno. Menos población activa, porque se jubilan o emigran, hace que los que sí trabajan sean un grupo cada vez mayor sobre el total.

Burgos contrata fijo y a jornada completa

Si el objetivo de la reforma laboral era atajar la temporalidad, en Burgos está más que conseguido. En la actualidad, sólo uno de cada seis contratos firmados (16%) se acoge a las figuras de temporalidad -sustitución o por circunstancias de la producción-, mientras que en España, la media está en uno de cada cinco (20%). Por otro lado, a diferencia con el promedio en el mercado laboral estatal, Burgos realiza muchas más contrataciones por periodo indefinido y jornada completa y, por el contrato, la figura de los contratos fijos discontinuos es mucho menos recurrente que en España. 

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