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TRIBUNALES

Un entrenador burgalés se enfrenta a 141 años de cárcel por corrupción de menores

El acusado se hacía pasar por una chica en redes sociales para engañar a menores de entre 13 y 16 años para que les enviara imágenes y vídeos sexuales

Imagen del Palacio de Justicia, sede de la Audiencia Provincial. ECB

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Burgos

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Un exentrenador de baloncesto burgalés, A.D.P, de 30 años, se enfrenta a 141 años de cárcel por una veintena de delitos de corrupción de menores, en concurso con dos de abusos sexuales, por crear perfiles falsos en las redes sociales para conseguir que menores de entre 13 y 16 años le mandaran imágenes con contenido sexual. Además, se enfrenta a otros siete delitos de grooming, o embaucamiento a menores de edad para conseguir imágénes y uno de posesión de pornografía infantil. La Fiscalía solicita además que indemnice a las víctimas con 147.000 euros.Los hechos se remontan a octubre de 2020. El acusado, ingeniero informático, había creado varios perfiles falsos en Instagram en los que se hacía pasar por una chica para contactar con los menores, a los que ya conocía previamente por ser parte del equipo técnico de entrenadores de un club de baloncesto de la ciudad.Según se recoge en el escrito de la Fiscalía, el acusado enviaba a los menores imágenes de una joven desnuda en posturas de alto contenido sexual para ganarse su confianza y así conseguir que ellos le enviaran material audiovisual de carácter sexual. En concreto, el 27 de octubre de 2020, A.D.P. utilizó uno de esos perfiles falsos para entablar conversación con una de las víctimas, al que le pidió que le mandara fotografías y vídeos desnudo, a lo que el menor aceptó y le mandó imágenes desnudo. Un engaño que fue repitiendo con otros menores, también a través de esta red social, entre de 2020 y 2021.Fue precisamente la denuncia de la familia de uno de los menores la que puso sobre la pista a la Policía. A partir de ese momento, el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Burgos inició una investigación muy compleja que se extendió durante varios meses y que tuvo que contar con la colaboración internacional y el análisis de datos complejos. Estas investigaciones llevaron hasta el acusado, graduado en Ingeniería Informática, que fue detenido el 18 de octubre de 2021.En el registro que la Policía realizó en su domicilio en Burgos se encontraron numerosos archivos en discos duros e información en su teléfono móvil para sustanciar las acusaciones que llevarán a sentarse en el banquillo en la Audiencia Provincial la próxima primavera. Así, en una carpeta de uno de los discos duros, los agentes encontraron una carpeta en la que había un gran número de fotografías de los menores a los que había embaucado con contenido sexual. En dos ocasiones llegó a conseguir que dos de los menores se grabaran mientras se masturbaban.De las investigaciones de la Policía, los agentes pudieron comprobar que el acusado realizaba una búsqueda “activa, persistente y compulsiva” de varones menores de edad a los que engañar para que le enviaran material con contenido sexual.En las evidencias que la Policía presentó ante el Juzgado de Instrucción también está el volcado que se hizo de su teléfono móvil, en el que se encontraron “una pluraridad” de conversaciones del acusado con nueve menores a través de la aplicación WhatsApp en las que A.D.P ya no ocultaba su identidad. En estas conversaciones, el acusado trataba de convencer a los menores que le enviaran imágenes o vídeos de carácter sexual. En algunos casos, consiguió que los menores le enviaran imágenes íntimas.