El bipartito de Burgos aprueba formalmente su presupuesto. 220 millones de euros para 2023
El PP asegura que «no se trata de un presupuesto ambicioso ni histórico» y que «se limita a incluir las inversiones plurianuales» / Vox añade que «no es el presupuesto que necesita la ciudad, sino el que precisa el PSOE para su campaña electoral»
El bipartito ha dado luz verde de forma definitiva al presupuesto de 2023, que asciende a 220,5 millones de euros, un 8,6% más que el pasado año. Lo ha hecho con el voto en contra del resto de formaciones y entre las críticas de los corporativos de la oposición. Así, la portavoz del PP, Carolina Blasco, afeaba al equipo de Gobierno que «vaya a supeditar la financiación de los distritos a la venta de suelo público».
En este sentido, la popular aseveraba que el bipartito «no cumple con los distritos» y recordaba que «no se puede cubrir la financiación de los distritos con el remanente líquido si no se produce la venta de suelo porque el remanente no se puede usar para cuestiones que no están previstas en el presupuesto si no para acciones excepcionales».
Una afirmación que negaba el concejal de Hacienda, David Jurado, quien aseguraba que «los distritos sí están contemplados» y que, en cualquier caso, si no fructifica la venta de suelo «se hará una modificación de la financiación». Así, Jurado echó en cara a Blasco que «el objetivo del PP durante estos años ha sido marear la perdiz» porque «han presentado alegaciones a todos los presupuestos».
Ante la crítica, la portavoz popular recordaba en la sesión plenaria que «la ejecución del dinero destinado a los distritos en 2022 ha sido de un escaso 1,5%». Además, aseguraba que el presupuesto de 2023 «no es ambicioso ni histórico, es el presupuesto que necesita para pagar lo que hay que pagar» ya que «únicamente recoge inversiones plurianuales retrasadas durante años e incrementa el gasto corriente de forma preocupante». Así, lamentó que «teniéndolo todo en cuanto a cuestiones económicas y fiscales y con mayoría absoluta, el equipo de Gobierno llegue con el presupuesto en febrero».
Desde el grupo municipal de Podemos, su portavoz Marga Arroyo echó en cara a los socialistas «su falta de compromiso» con la vivienda en la ciudad. «No les ha interesado la vivienda nunca y además se permiten usar el patrimonio de suelo para equilibrar un presupuesto que no les cuadra. No han hecho ni una sola política de vivienda», lamentó.
También crítico se mostraba el portavoz de Vox, Ángel Martín, quien aseguraba que «este no es el presupuesto que necesita la ciudad pero sí el que necesita el PSOE para su campaña electoral». Así, criticaba que «el documento recoja cantidades de más de 10 millones de euros a dedo a entidades que le son afines como CCOO y UGT sin valorar si entran en el plan estratégico de subvenciones».
Al mismo tiempo lamentó que el presupuesto recoja «gastos superfluos como el 1,7 millones de euros de Burgos Río y una partida 700.000 euros para el cívico de Fuentecillas que no se va a poder hacer en este mandato o el millón de euros que se destina a cooperación exterior».
Precisamente ante las críticas de Vox, el portavoz de Cs, Vicente Marañón respondía que «aunque las dificultades de la maquinaria administrativa para poner en marcha los proyectos son evidentes, es necesario dinamizar la ciudad con proyectos concretos que requieren de financiación».
Así, echó en cara a los concejales de Vox que «se opongan sistemáticamente a una lista de proyectos, sin argumentos ni alternativas» y recordó que los presupuestos son «la principal herramienta de acción política y reflejan cuál es el plan del gobierno para la ciudad».
Las palabras del portavoz de la formación naranja no cayeron bien en la bancada de Vox y su portavoz aseguró que «hemos hecho decenas de propuestas» calificando de «esperpento» que Marañón «se haya dedicado a viajar con dinero público sin que los ciudadanos sepamos para qué». «Esperpento es usted y su trayectoria política en este Ayuntamiento», le respondió el vicealcalde.