Los guías turísticos miran a este año para recuperar el ritmo prepandemia

Cada 21 de febrero se celebra el Día Internacional del Guía de Turismo. Son los mejores embajadores de una ciudad, quienes muestran los secretos del patrimonio y la historia de cada rincón a turistas de todo el mundo que, al menos en Burgos, llegan y se van en el mismo día. Una afluencia de autobuses turísticos que remontó de manera muy rápida aunque aún no están en números prepandemia. «Es cierto que pasamos de cero a un número aceptable de grupos de turistas en muy poco tiempo pero aún no estamos en los números que dejamos antes del confinamiento», explica la vicepresidenta de la Asociación de Guías Profesionales de Burgos, Noelia Alonso. Un ritmo que confían en recuperar este año porque «lo que nos faltaba por incorporar al ritmo habitual de grupos es el turista asiático que, ya algunos han empezado a llegar como los coreanos a finales del año pasado, pero van más rezagados», explica. Las cifras de la última estadística de movilidad del turista elaborada por el INE reflejan que el ritmo roza la normalidad previa a la pandemia pero ya está en datos viables para el sector. Los datos de Medición del turismo receptor a partir de la posición de sus teléfonos móviles reflejan que durante el año pasado pasaron 480.722 viajeros de los que el 95% procede de Europa. «La normalidad en el visitante francés, alemán, italiano es una realidad desde el año pasado», explica la vicepresidenta de la Asociación de Guías Turísticos de Burgos. Un total de 458.762 visitantes europeos pasaron por Burgos. También fluye con cierta normalidad el turismo procedente de América, «especialmente el estadounidense». Se han registrado 13.547 visitas en esa estimación a través del posicionamiento de los móviles. Es casi el doble de las cifras del año 2021. El resto de continentes son inferiores pero Asia está entre los segundos con menos turistas en Burgos, algo no habitual. Este año se han registrado 2.718 viajeros de estos países. Es una cifra tan baja que le supera el turismo africano con 5.447 turistas. Oceanía es testimonial, 147. La Asociación celebra este su día internacional de cumpleaños. Son 20 los años que la entidad, que cuenta con 16 guías asociados, cumplen y siguen con el mismo reto de siempre: reivindicar la profesión. Si en el pasado eran las injerencias en monumentos patrimoniales como la Catedral de Burgos o el Monasterio de las Huelgas, hoy es el movimiento Freetour el que hace una  competencia desleal. Los free tour permiten realizar una guía por la ciudad pagando la voluntad. «Es una degradación total de la profesión es como un retroceso en los derechos de los trabajadores conseguidos durante décadas, es como volver a la precariedad total», lamenta Alonso.Los profesionales del sector han iniciado acciones «pero no sólo a nivel local o nacional, también a nivel europeo porque es algo complicado al pelear con multinacionales», explica. Si apela a los turistas para que «reflexionen al contratar un freetour, al final no es más barato que una visita normal y en el caso de los guías turísticos oficiales tienen una serie de derechos y reclamaciones que en estos servicios que estás desprotegido de alguna manera». Por otro lado, mantienen las demandas habituales a la administración. «A estas alturas con que cumplan la ley nos vale, que las denuncias por intrusismo se gestionen y no se queden en un cajón», reclama. En cuanto a peticiones para mejorar la percepción de turista insisten en la necesidad de disponer de una red de baños públicos. «En la Catedral se ha mejorado un poco pero en el resto de la ciudad no es tan fácil y el turista no entiende que no haya más baños públicos como en todas las ciudades turísticas», señala. Entre otras quejas del día a día que perciben de los turistas consideran necesario desplegar una policía turística como existe en otras ciudades. «Es un servicio que el turista demanda, en caso de robo, al tener que desplazarse hasta la comisaría, pierden tiempo y el grupo se paraliza, para aquellos que vienen con coche propio desconocen el funcionamiento de la ORA o para orientarse por las calles de la ciudad, contar con agentes por las zonas turísticas para este tipo de necesidades es un servicio que ofrece mejor imagen de la ciudad, que está interesada en proteger al turista», explica.