La Fiesta de la Cecina hace méritos para ser de Interés Turístico Regional

La jornada no pudo ir mejor. Después de tres años «muy duros» sin poder celebrar su evento más multitudinario y querido por culpa de la pandemia, los vecinos de San Pedro de la Fuente disfrutaron, con más alegría que nunca y sin restricciones, de la Fiesta de la Cecina. Había «muchísimas ganas», como es lógico, por la celebración en sí y por el objetivo, más presente que nunca, de obtener la ansiada declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional.Una vez concluido el reparto de tan delicioso producto, con la carpa registrando colas de manera constante, la presidenta de la Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas, Concepción Camarero, reconocía las «buenas vibraciones» en el barrio tras demostrar que la fiesta no solo cumple con creces los requisitos, sino que además ha hecho méritos más que suficientes para obtener este marchamo.Más allá de lo «ilusionados» que están los vecinos ante la posibilidad de que la declaración sea una realidad más pronto que tarde, Camarero no dudó en agradecer la presencia, un año más, del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Saiz. Quien no pudo asistir finalmente fue el vicepresidente autonómico, Juan García-Gallardo. No en vano, quiso trasladar a través de uno de sus asesores lo «interesado» que está en reunirse con la asociación para analizar sus planteamientos. En principio, el encuentro podría celebrarse a partir de la próxima semana.A expensas de que dicha reunión pueda concretarse para convencer definitivamente a la Junta, cabe recordar que a finales del año pasado se remitió una extensa memoria que justifica el valor turístico de la cita. El dosier, coordinado desde la Asociación de Vecinos, contó con el aval del Ayuntamiento de Burgos. Por aquel entonces, la concejala de Cultura, Rosario Pérez Pardo, declaró que se trata de una «manifestación en un barrio tan antiguo como la ciudad o más».Mientras tanto, las peñas y todos aquellos voluntarios del tejido asociativo de San Pedro que participan de manera activa en la organización volvieron a poner toda carne en el asador -nunca mejor dicho- para que la Fiesta de la Cecina pudiese «volver a la normalidad» con su entrañable impronta popular y tradicional. Cansados pero «muy contentos» por la respuesta de los vecinos y de aquellos burgaleses de otros barrios que se dejaron caer por la carpa, acabaron repartiendo más de 80 kilos de cecina.Ahora, la pelota se encuentra sobre el tejado del Gobierno regional. Lo que está claro, porque volvió a demostrarse con creces, es que la Fiesta de la Cecina merece obtener un reconocimiento por el que los vecinos llevan más de un año luchando.