«La calidad de vida del paciente nefrológico ha mejorado exponencialmente»
Alcer ha celebrado su asamblea anual / Actualmente 216 pacientes reciben diálisis en Burgos y hay 129 personas en fase de prediálisis / En 2022, 17 pacientes fueron trasplantados en Burgos y 33 personas están esperando un riñón
La calidad de vida del paciente nefrológico «ha mejorado exponencialmente con el paso de los años». Así lo asegura Marimar Sainz, coordinadora de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) en Burgos, que hoy celebraba su asamblea anual.
Actualmente 216 pacientes reciben diálisis en Burgos: 142 personas en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU), 50 en Aranda de Duero y 24 en Miranda de Ebro. En 2022, 83 personas comenzaron el proceso de diálisis- 76 optaron por la hemodiálisis y 7 por la diálisis peritoneal- y hay 129 pacientes en fase de prediálisis.
«España es número uno a nivel mundial en donación de órganos y el sistema implementado por la Organización Nacional de Trasplantes está siendo replicado en diversos países como EEUU y a nivel europeo», apunta la coordinadora. También «se están fijando en sistemas de donación relativamente nuevos como el Programa de Donación Cruzada».
Este programa permite que si donante y receptor no son compatibles para un trasplante, si hay un donante de una pareja que es compatible con el receptor de otra y si tanto donantes como receptores expresan su voluntad, los médicos podrán evaluar hacer una donación cruzada.
Precisamente en la provincia burgalesa hay 33 personas pendientes de un trasplante renal y en 2022 fueron trasplantadas 17 personas. «En cifras totales, en Burgos hay 268 pacientes trasplantados con un riñón funcionante», recuerda Sainz.
Y es que la sociedad española está «muy concienciada» con la donación de órganos. De hecho «es muy raro que haya negativas ante la propuesta de donar órganos» y eso «es el resultado de años de concienciación y de información». Una concienciación que ha crecido a la par que lo ha hecho la ciencia y es que la calidad de vida del paciente nefrológico «ha mejorado mucho».
Tras casi treinta años de experiencia en Alcer, Sainz recuerda que «la diálisis hace unos años dejaba a los pacientes agotados y casi cuando se empezaban a recuperar tenían que volver a una nueva sesión», mientras que «hoy en día, si bien sigue siendo un proceso complejo, muchos se reincorporan al trabajo cuando terminan y la mayoría siguen con su rutina normalizada».
De hecho, hace décadas «los pacientes mayores de 60 ó 65 años no entraban en diálisis porque se consideraba que era un tratamiento agresivo que en muchos casos era más negativo que positivo para el paciente», apunta.
Diálisis domiciliaria
Ahora, además de la diálisis hospitalaria, se ofrece de forma domiciliaria. «Es un gran avance y el futuro de la diálisis», considera la coordinadora de Alcer Burgos. Y es que «cada vez hay más pacientes nefrológicos que requieren diálisis y las instalaciones de los hospitales son limitadas».
Así, Sainz recuerda que tanto la hemodiálisis como la diálisis peritoneal se pueden llevar a cabo en el domicilio. Actualmente una quincena de pacientes está recibiendo diálisis en su casa.
«No solo supone un menor coste para el sistema sanitario si no que permite al paciente una mayor independencia y autonomía con su enfermedad» y «acoplar la diálisis a sus horarios y sus rutinas». Recuerda, además, que «la obra en casa es muy sencilla» y que «todo está financiado por Sacyl».
Avances que, poco a poco, permiten al paciente nefrológico convivir con su patología con la mayor normalidad posible.