Accem atiende a 433 ucranianos en Burgos tras la invasión de Rusia a Ucrania
En los primeros meses "el trabajo se multiplicó". Y la solidaridad también : «En Accem el teléfono no paraba de sonar para ofrecer apoyo». El Hostel ha sido punto de atención hasta diciembre
Una de las aulas de Accem cuya sede está en la Avenida Cantabria, 37.
El trabajo en Accem se ha multiplicado en el último año. La ONG ha coordinado el dispositivo de Emergencia con Ucrania en España y en Burgos y ha tratado de canalizar las muchas muestras de solidaridad que provocó el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. Hoy, superada la hiperactividad de hace un año, asumen la segunda fase para muchos de aquellos primeros refugiados. Centrados en el idioma, que aprenden con rapidez, y en una salida laboral.
En la primera fase de acogida, que multiplicó la actividad de organizaciones como Accem desde el mes de marzo hasta septiembre, se busca que las personas tengan sus necesidades primarias cubiertas. Ese operativo en Burgos se concentró en el Hostel de Burgos de la calle Miranda, cedido por el Ayuntamiento de Burgos.
Con 125 plazas fue una herramienta «clave para afrontar la fase de emergencia desde el mes de marzo a abril, era el punto de arranque del proceso de atención: iban entrando los que llegaban a Burgos en coordinación con el dispositivo de Pozuelo» explica la colaboradora de Accem y profesora de español, Denise Vietri. En Madrid Accem atendió a 29.050 ucranianos. A Burgos llegaron 433 personas en diferentes programas y con diferentes acciones de acompañamiento. «El perfil de las personas atendidas ha sido mayoritariamente el de mujeres solas con menores a cargo, aunque también se han recepcionado a familias numerosas y hombres con enfermedades o avanzada edad», señala la coordinadora de Accem en Burgos, Olga Aguilar.207 ucranianos han estado acogidos en el programa Emergencia Ucrania. De ellos 133 eran adultos y 74 menores. 78 han estado en el Servicio de Acogida Temporal del Sistema Nacional de Protección Internacional, 34 de ellos niños. 73 refugiados han sido beneficiarios del programa de ayudas económicas de autonomía, 49 adultos y 25 menores.
Desde aquel momento inicial, el recurso de emergencia del Hostel se ha utilizado hasta el mes de diciembre, se multiplicó el trabajo y la atención. «No se limitaba solo a alojamiento y manutención, también se ofrece una atención más global e integral», señalan desde la entidad. Desde la escolarización de los menores, atención a procesos jurídicos y administrativos, empadronamientos, cubriendo necesidades puntuales, clases de castellano, acompañamiento y seguimiento sanitario, apoyo psicológico o intermediación laboral.
En esta primera fase, la solidaridad desbordó a la entidad de atención a refugiados. «Al principio la colaboración fue total, hubo mucha solidaridad, nos llegaba tanto esa situación de normalidad rota de un día para otro... Aquí el teléfono estuvo sonando días y días para apoyar, para ofrecer ayuda...», recuerda Vietri. Ella, profesora de español, relata cómo academias privadas y la propia Universidad de Burgos ayudaron a Accem a dar clases porque «no dábamos a basto». La solidaridad «ha ido diluyéndose», tanto como la emergencia. La entidad ya puede asumir con sus recursos la afluencia de refugiados ucranianos.
