TELEVISIÓN
¿Quién es Orestes Barbero? El burgalés que arrasa en Pasapalabra
Con más de un centenar de ‘roscos’ en su haber, el concursante más longevo de este famoso programa televisivo reconoce que le encantaría participar el día de mañana en ‘Saber y Ganar’
Orestes Barbero tenía 19 años cuando se enfrentó a su primer Rosco de Pasapalabra. En directo, porque mucho antes ya practicaba desde su casa acertando algunas de las preguntas más complicadas. Han pasado seis años desde entonces y hoy, con 25 y estudiando su segunda carrera, este joven burgalés es el concursante en activo más longevo del programa (supera los 130) y forma parte del club centenario que alcanzaron otras figuras reconocidas del concurso.
Las visitas a casa de su tía, quien veía el programa cada tarde, le llevaron a engancharse. Y con el tiempo vio que no se le daba nada mal acertar las preguntas. Por ello, un día decidió probar suerte y presentarse al programa. Por aquel entonces, Pasapalabra se emitía cada tarde en Telecinco.
A los tres meses, Orestes fue invitado a un casting en Valladolid con el objetivo de captar nuevos concursantes por la zona. «Me salió bien y al poco tiempo me llamaron para grabar. En aquel momento estaba uno de los mejores del programa, David Leo. Estuve a punto de arañarle dos empates, pero el ser inexperto y que él es una auténtico monstruo me lo imposibilitaron», explica.
Tras este duelo, Orestes dejó Pasapalabra, sin embargo su actuación y juventud le situaron en el «radar del programa». Tiempo después, cuando se llevó a cabo una Supercopa por Comunidades Autónomas, representó a Castilla y León «para seguir un poco ahí», señala a Ical.
Así pues, en 2018 volvió a tener la oportunidad de enfrentarse al Rosco gracias a un especial de familias que iban a emitir y al que pensaba acudir con su madre y su hermano. Sin embargo, se canceló en el último momento.
«En compensación me daban la oportunidad de volver al programa normal», recuerda Orestes. Y así, en el año 2019, regresó sin ser consciente de que acabaría encarrilando 120 programas seguidos. No obstante, el Tribunal Supremo ordenó el cese inmediato de sus emisiones en Telecinco y Orestes volvió a decir adiós al Rosco azul.
«En casa siempre se ha respirado una atmósfera de referencias culturales muy grata».
Tras la sentencia, Antena 3 retomó la emisión del programa y en octubre de 2021 pudo retomar el contacto con el concurso, donde permanece desde entonces, con más de un centenar de programas compitiendo por el bote.
Barbero estudió Filología Hispánica en la Universidad de Burgos (UBU), así como un máster en Salamanca. Sin embargo, siempre tuvo una «cuenta pendiente» por no haber estudiado Filosofía, carrera que actualmente estudia en Pamplona. «Con lo que gané en la anterior etapa pensé, qué mejor manera de invertirlo que seguir estudiando», reconoce.
«Siempre me ha encantado aprender. En casa siempre se ha respirado una atmósfera de referencias culturales muy grata, y eso lleva a coger gusto a obtener datos. Al final sientes que el aprender te va haciendo más y más libre, y eso va creando un armazón muy grande», explica Orestes.
Para estudiar, el concursante burgalés aprovecha todos los ratos libres de los que dispone, durante los viajes en tren, al despertarse por las mañanas o cuando va a dormir.
Admite que prefiere hacerlo así que «meterse una panzada» a estudiar, porque considera que lo importante es mantener una continuidad «que va creando sedimento». Asimismo, destaca el valor de repasar los conocimientos que se van adquiriendo, porque es «muy fácil que se vayan olvidando cosas».
Planes de futuro
Orestes afirma que nunca se imaginó llegar a permanecer tanto tiempo en el programa, y señala que ese es un «vicio mental» que hay que evitar «a toda costa» cuando empiezas a concursar.
«Esto es una carrera de fondo, lo que importa es cada programa. Al final ir al programa está bien, pero que se vea como lo que es, una carrera para llevarse el rosco. El número está muy bien, pero si me llevo el rosco en el programa 30 en lugar del 100, estaría más que contento».
Su juventud, su carisma y el hecho de haber estado en varias ocasiones en un programa con una cuota de audiencia tan alta, le llevan a ser una de las caras más reconocidas de Pasapalabra, algo que se hace evidente cada vez que pisa Burgos.
«Cuando te viene alguien amable con buena cara, te olvidas de todo lo malo».
Las miradas de la gente mientras toma un café y las felicitaciones y mensajes de ánimo de aquellos que se acercan a saludar forman parte de su día a día cuando visita la capital burgalesa.
En este sentido, Orestes agradece mucho el cariño de la gente y de aquellos que se acercan a saludar. «A lo mejor hay días que te importa estar con tu gente, y que te venga gente a hablar de esto, estraga un poco. Pero cuando te viene alguien amable con buena cara, te olvidas de todo lo malo», apunta.
De hecho, asegura que cuando finalice la etapa de Pasapalabra le gustaría «desconectar» de los ritmos de vida que lleva actualmente entre las grabaciones en Madrid, las visitas a Burgos y los estudios en Pamplona.
Además, hizo un máster en educación para poder dar clase y reconoce que le encanta la didáctica, a la que define como «el arte de educar bien». «No es meter cosas en la cabeza, sino ayudar a que salga lo mejor de cada persona en todos los sentidos, gracias a lo que va aprendiendo», apostilla.
«De aquí a unos años», reflexiona, le gustaría participar en Saber y Ganar, un programa que reconoce que le encanta, y estará disponible siempre para participar en los especiales de Pasapalabra.