Los nuevos tatuajes de Larry Shy: Burgos y Mercadona
El popular americano, viral por su carta de amor a España, muestra en sus redes como cocinar la morcilla de Burgos en una barbacoa y muestra su nuevo tatuaje: Burgos
Larry se ha tatuado el nombre de Burgos en el antebrazo izquierdo.
De Michigan a Burgos. De los populares pizza Deep Dish o hot dogs de Chicago a la morcilla burgalesa. Larry Shy, el americano que se hizo viral por su carta de amor a España, “el mejor país del mundo” y por tatuarse el logotipo de El Corte Inglés, sigue encumbrando la despensa burgalesa ante sus más de 5.000 seguidores en Twitter y más de 3.000 en Instagram.
Larry Shy.
Su último capricho culinario es la morcilla de Burgos -el hombre hace lo que puede por pronunciarlo lo mejor posible- y se ha animado a demostrar sus dotes como cocinero preparando unas morcillas a la parrilla con una barbacoa.
BBQ in Spain vs US #spain #spain #burgos #españa pic.twitter.com/DbMx7lZqor
— Larry Shy (@LarryShyGuy)
Cabe señalar que no tiene mal gusto este americano de Michigan ya que son muchos los restaurantes que la preparan de esta manera ya que evita el aceite y le da gran sabor.
La morcilla de Burgos es una de sus favoritas , explica señalándose con el dedo su último tatuaje. Y es que Larry no sólo ha promocionado el nombre de la provincia haciendo uso de su creciente popularidad como un destino imprescindible para visitar, sino que literalmente va a llevar a Burgos consigo para toda su vida. Larry se ha tatuado en su brazo izquierdo el nombre de Burgos… y también el de Mercadona.
Today I visited LA GUERRERA tattoo in Madrid and did this…. pic.twitter.com/wgmV8Nw2w0
— Larry Shy (@LarryShyGuy)
Genio y figura.
Pero no todo son buenas noticias para Larry Shy porque en su último vídeo reconoce que tiene que disfrutar ahora que está en España de la morcilla (pronunciado ‘morcía’) porque de vuelta en Michigan ese emblemático producto de la despensa burgalesa no existe. “De vuelta a los perritos calientes y las hamburguesas en las que no estoy interesado”.
“Encenderla”, explica junto a la barbacoa, “y echar unas morcillas de Burgos. Esto no ocurre en ninguna otra parte del mundo”, aplaude y se despide, como siempre con un “Viva España”.
