El Correo de Burgos

Las estaciones de servicio automáticas crecen en Burgos hasta la veintena

La tasa de penetración del modelo de negocio se sitúa en la provincia en el  21%  / La pandemia y el incremento de la inflación han supuesto un impulso para estas gasolineras que ya copan el 20% del mercado a nivel nacional

Un consumidor reposta en una estación de servicio automática. SANTI OTERO

Un consumidor reposta en una estación de servicio automática. SANTI OTERO

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Burgos

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La provincia burgalesa ha alcanzado la veintena de  estaciones de servicio automáticas . Así se desprende del Estudio Anual que  la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) ha desarrollado tomando datos del Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica.

A este tenor,  el presidente de la asociación, Manuel Jiménez, afirma que  «a pesar del crecimiento, muchas provincias continúan por debajo de la media nacional, lo que perjudica directamente al consumidor ya que no tiene acceso a un modelo que ayuda a bajar el precio del carburante. Una circunstancia que durante los últimos meses hemos visto que es muy necesaria para combatir la inflación». 

El presidente de Aesae asegura que la pandemia derivada de la covid-19 fue «un gran impulso para este modelo de negocio» y es que las gasolineras automáticas, al no contar con personal «suponían un contacto cero y un inexistente riesgo de contagio». Sin embargo, ha sido con la crisis derivada de la guerra de Ucrania y con el incremento de la inflación cuando «más consumidores han echado mano de estas estaciones».

En este sentido, Jiménez recuerda que «en los últimos años el único modelo de estación de servicio que crece es este, el de las automáticas». Asegura que «se debe especialmente al ahorro que supone a las familias españolas». La asociación cuantifica en unos 200 euros el ahorro anual de las familias que deciden repostar en estaciones automáticas. «Es mucho dinero y es una cantidad que pueden dedicar a otras cosa, ya sea  a necesidades básicas como a caprichos», asevera Jiménez. 

El portavoz de la entidad apunta que «no solo cada vez más consumidores empiezan a escoger las gasolineras automáticas» si no que «el crecimiento también se han dado en las propias gasolineras tradicionales que se han convertido en  automá́ticas para hacer más eficientes sus servicios».  Jiménez afirma que «desde la asociación hemos detectado que muchas gasolineras tradicionales han instalado tecnologí́a para funcionar en modo automático para reducir gastos y evitar el cierre». 

La entidad pone de manifiesto que tal y como recogen los datos del Geoportal analizados «el 13,5% de las  gasolineras automá́ticas que hay en España corresponden a marcas de gasolineras tradicionales, algunas de ellas del oligopolio». Para Jiménez, esta cuestión «pone de manifiesto que estamos ante un modelo de presente y sobre todo de futuro». 

Actualmente, el 20% del mercado está ocupado por las gasolineras automáticas. «No son negocios de segunda ni usan productos de segunda o de menor calidad», afirma el presidente de Aesae, quien asevera que «utilizamos el mismo combustible que el resto».

Sea como sea «el modelo se abre paso de manera heterogénea en la Comunidad», asegura el  presidente de la asociación. Y es que Castilla y León ha superado las 150 gasolineras automáticas en su territorio y se sitúa entre las cinco comunidades autónomas con más estaciones de este tipo.  

Así, el crecimiento que ha experimentado la Comunidad roza el 60% con respecto a marzo de 2021, lo que supone una penetración del modelo del 17,36% en la Comunidad, ligeramente  por debajo de la media nacional (18,3%), y que en Burgos se sitúa en un 21%. 

«Para hablar de los datos de la Comunidad es importante echar una mirada atrás porque hace tan solo unos años, hasta el 2016, Castilla y León aún contaba con una normativa autonómica que exigía personal en las estaciones de servicio y fue en 2017 cuando liberalizó el mercado», señala el presidente  de la entidad. 

Por provincias, después de Valladolid, que cuenta con una treintena de gasolineras de este tipo, Burgos se sitúa junto a Segovia en el segundo lugar en lo que a número de estaciones de servicio automáticas se refiere. Por detrás se sitúan Salamanca y León con más de quince; Ávila, Soria y Zamora con más de un decena  y, por último, Palencia con 8.

Empleo

Una de las críticas más importantes a las que se enfrenta el sector de las gasolineras automáticas es su nula creación de empleo. Ante esta cuestión, Jiménez defiende el negocio asegurando que «no hay una destrucción de empleo si no un trasvase, tal y como ha ocurrido en otros sectores».

«Antes íbamos a una agencia de viajes y ahora muchos buscamos nuestras vacaciones por internet y lo mismo con los videoclubs, ahora tenemos plataformas para ver películas. El mundo está cambiando y en muchos sectores hay un traslado de los recursos humanos a  otras áreas».

Todos estos factores, asegura Jiménez, han hecho que «las gasolineras automáticas se consoliden como la evolución natural de las estaciones de servicio tradicionales ofreciendo un modelo más eficiente y más económico».

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