Blasco entrega el acta pero seguirá siendo concejal no adscrita: «No tengo interés en entrar en ninguna guerra pero me siento muy traicionada»

Carolina Blasco ha presentado esta misma mañana su renuncia a la portavocía del grupo municipal del Partido Popular y como concejal de Ayuntamiento de Burgos, pero seguirá siendo concejal no adscrita. Así las cosas, será el próximo Pleno municipal el que tenga que «tomar cuenta de la renuncia y hacerla efectiva», tal y como recoge la normativa. 

Esto será, previsiblemente, el próximo 21 de abril, cuando estaría prevista la celebración del Pleno ordinario correspondiente. Sin embargo, si antes de esa fecha tuviera lugar un Pleno extraordinario (cabe recordar que sigue pendiente la aprobación de la nueva modificación de crédito, que es necesaria llevar a Pleno), la renuncia debería llevarse a esa sesión. 

Hasta ese momento, la exportavoz del PP seguirá siendo concejal del Ayuntamiento de Burgos y lo será bajo el título de no adscrita. Será así porque si bien el planteamiento inicial de Blasco era «pasar este proceso desde la normalidad y el consenso con el PP, sin intervenir en plenos, consejos ni comisiones y abordando con ellos mi sustitución para dejarles el protagonismo en esta fase», el hecho de que la formación presentara ayer un escrito que recoge su expulsión del grupo municipal supone que Blasco pase a esa condición de no adscrita. 

«Han acabado echando piedras contra su propio tejado. Es una situación complicada e innecesaria totalmente», aseveró Blasco. «Creía que las cosas se  podían hacer de una forma razonable y razonada y que merecía respeto después de estar trabajando tanto años solo y exclusivamente para el Partido Popular», lamentaba

La expopular aseveró en este sentido que «el PP me ha llevado a esta condición de no adscrita». Como tal Blasco tendrá «el derecho y la obligación  de ir a las comisiones», aunque no a los consejos. Además, Blasco seguirá siendo consejera de la Sociedad Municipal de Aguas incluso cuando se produzca su cese definitivo como concejal del Ayuntamiento porque «debe ser el consejo de la Sociedad de Aguas quien debe tomar la decisión de sustituirme por otra persona». 

En cuanto a la presidencia del distrito sur, que también ostenta Blasco, la edil recordaba que «mi obligación es acudir a la convocatoria que ya teníamos prevista para el 27 de marzo y en la que se abordarán cuestiones relativas a la Capitalidad Europea de la Cultura». 

Blasco asevera que su condición de no adscrita es una situación «desagradable», que «podría haberse evitado» y afirmaba que no tiene «ningún interés en entrar en una guerra con quienes hasta ahora eran mis compañeros, pero no he recibido ni una sola llamada ni  ha habido interés en tener una conversación conmigo».

«Me siento traicionada. Muy traicionada. Porque son muchos años al frente de este proyecto y he dejado de lo mío y de mis intereses para seguir defendiendo el proyecto del PP, mientras ellos estaban en una situación de precampaña».

Objetivo común

Sea como sea, Blasco asegura que se mantendrá en una posición de «cordialidad» porque «tenemos un objetivo común», que «es demostrar a la ciudad  que el Gobierno de Daniel de la Rosa  no es bueno para la ciudad» y en ese «planteamiento común  debiéramos concurrir». 

Para la exportavoz del PP, el partido «debe reaccionar ante la situación que tiene» porque «los datos que yo manejaba hace dos semanas de perspectiva electoral hace dos semanas no eran demasiado halagüeñas para el PP» y «debemos ponernos las pilas si queremos un Gobierno diferente al que tenemos».

Y es que «la intención de voto ha cambiado mucho respecto a la foto  fija del mes de diciembre». En aquel mes, la previsión era que PP y Vox tendrían mayoría en este Ayuntamiento y ahora la situación es distinta y hay que cambiarlo». 

En cualquier caso, Blasco espera que su renuncia como concejal del Ayuntamiento «se haga efectiva lo antes posible» para «poder  tomar otras decisiones que para mí deben ser inmediatas y comenzar a trabajar en otro proyecto».