Un ladrón reincidente se enfrenta a 7 años de cárcel por 7 robos en menos de un mes en Burgos

Siete robos en menos de un mes. Una escalada de asaltos en casas, hoteles, un colegio, una peluquería y hasta una iglesia que terminaron con una detención por parte de la Policía Nacional en una gasolinera de la calle Vitoria. Por estos asaltos, la Audiencia Provincial juzga a J.R.H.H., con condenas previas por hechos similares, y para el que la Fiscalía solicita una pena de 7 años de cárcel. La espiral de robos comienza el 18 de junio de 2018 cuando, a las 1.37 horas, accede al interior del hotel Boutique Museo tras forzar la ventana de una habitación. Una vez dentro fuerza la caja registradora de la cafetería y se lleva dinero en metálico. Un día después, el 19 de junio, entre las 2 y las 4.00 horas fuerza la ventana de un baño de la planta baja del colegio Círculo Católico y accede al centro. Tras forzar la puerta del despacho de dirección coge unas llaves para acceder a aulas, de las que se lleva dos portátiles, un proyecto y dinero en efectivo. Ya un día antes, trabajadores del centro le habían visto en el centro, para observar cómo acceder, y él puso la excusa de que quería matricular a su hijo. Su tercer asalto le llevó a la peluquería Hekate, el 26 de junio. Accedió a través de una terraza y tras forzar una ventana entró en el interior, de donde se llevó dinero y material de la peluquería. Ese mismo día, decidió entrar en una vivienda. Lo hizo a través de la ventana, a la que llegó desde el patio de luces del edificio, de donde se llevó dinero, un carro de la compra, así como numeroso enseres. En este caso, el acusado accedió a la vivienda cuando había una mujer mayor durmiendo.El acusado regresó a los asaltos el 7 de julio de 2018. Esta vez en la iglesia de la Merced. Accedió al interior a través de una claraboya, y solo produjo daños ya que intentó llevarse unas figuras de ángeles sin conseguirlo. Desde el interior de la iglesia decidió acceder al hotel Collection Palacio de Burgos. Allí forzó algunas taquillas, sin llevarse nada, y después se llevó un equipo de megafonía para salir después por la puerta de emergencia. Los robos continuaron, esta vez en el interior de otra vivienda. En esta ocasión, el acusado trepó por el canalón de la fachada hasta llegar a la terraza de la primera planta. Allí rompió el cristal de la puerta y consiguió abrirla En ese momento, no había nadie en el interior de la vivienda. De allí se llevó efectos valorados en más de 3.000 euros.  La escalada de robos del acusado no acabó cuando estaba en medio de uno de sus asaltos. Fue de forma más casual. En torno a las 3.45 horas del 10 de julio de 2018, agentes de la comisaría de Burgos observaron al acusado, en compañía de otra persona, en la gasolinera de la calle Vitoria. J.R.H.H. estaba manipulando una bandolera. Los agentes le pidieron que la abriera y al ver lo que contenía le preguntaron que justificara el origen de las llaves que había en el interior. También le pidieron que desbloqueara las tablets y los teléfonos móviles que llevaba, sin que pudiera hacerlo, por lo que fue detenido por los agentes. Posteriormente se pudo comprobar que los efectos que había en el interior de la bandolera pertenecían a los dueños de la última vivienda que había entrado a robar. Cuando fue detenido, el acusado llevaba unas zapatillas de la marca Adidas de color blanco con y tres rayas verticales oscuras que también llevaba cuando entró a robar en los dos hoteles, tal y como reflejan las cámaras de seguridad.