«La base está en los que ven el acoso, que ayuden, que se lo digan a los profesores»

«Siempre se lo digo a los chicos, la culpa nunca es vuestra». Esta es una de las muchas reflexiones que lanza Bernardo Villanueva, inspector de la Policía Nacional, delegado de Seguridad Ciudadana, que lleva casi cuatro años recorriendo las aulas para hablar a los chavales de, entre otras cuestiones, el acoso escolar. Este tema lo trata con alumnos de 5º de Primaria, y de 2º de ESO. 

Y les insiste en que quien sufre acoso escolar nunca es culpable «porque tú no has escogido que te hagan esto, el otro [el acosador] sí puede escoger». La causa, añade, es porque «una expresión que utilizan mucho los malotes es ‘esto es culpa tuya’». Lo que hace que la víctima no pida ayuda, «un tercio de los chavales no piden jamás ayuda». Otra causa de esto:«No lo piden porque les van a llamar chivatos». 

En estas situaciones de acoso es fundamental para el inspector Villanueva la figura del espectador, aquel alumno que ve situaciones de acoso escolar. «Lo que sí hay que potenciar es que los niños pidan ayuda», comenta. «La base está en los espectadores, en los que lo ven, que ayuden, que se lo digan a los profesores», añade. En sus charlas, insiste en tres conceptos: respeto, solidaridad y empatía. «Los chicos piensan que no les va a pasar nunca, pero cualquiera puede ser víctima de acoso». Y les lanza un ejemplo que les deja en evidencia. «Cuando se meten contigo pides ayuda, pero cuando se meten con tu compañero te ríes». Por eso insiste en que la «base está en los que lo ven, son cómplices de maltrato». 

Señala que es «preocupante» el ciberacoso, el uso de redes sociales porque «todo vale, todos queremos ser populares». En este sentido, da cuatro consejos en sus charlas. Primero, «si alguien se mete con otro en las redes, inmediatamente pedir respeto». A pesar de eso «vemos que hay chavales que en los grupos de whatsapp o de Instagram permanecen en el grupo en el que no se les respeta». Segundo consejo, «bloquear, no estar en un sitio o con alguien que no respeta». En tercer lugar, «no borrar, porque alguien puede llegar y decir que le están acosando, pero ha borrado las conversaciones». Y en cuarto lugar, «decírselo a padres o profesores». 

En este contexto, el inspector Villanueva expresa su sorpresa porque «no entiendo que haya chavales con 11 años que tienen whatsapp, no digo ya los que tienen Instagram». Asegura que «Instagram en manos de un niño de 10 años es como dejar que jueguen con una bomba». Su experiencia le dice que cuando «entro en una clase de 6º de Primaria, en un aula de 25, y preguntó cuantos tienen whatsapp, levantan la mano entre 10 y 15.E Instagram, cuatro o cinco». 

Asegura que muchos de los casos de acoso son de alumnos que han sido amigos o pareja. «Chicos o chicas que se llevan bien desde los 2 años y tiene 10 o más y de repente discuten por una tontería». Por eso, incide en las charlas en la importancia de la amistad y de la solidaridad, «no hace falta ser amigos para ayudar». Porque en el acoso, «los niños son conscientes de que quieren hacer daño, pero no tienen ni idea del daño que realmente hacen». 

Recuerda que los padres deben estar atentos «si un niño baja las notas, si lleva los libros inmaculados y de repente llega con los libros rotos, si le falta una sudadera o no quiere salir los fines de semana, cuando antes estaba en el parque». Comportamientos que pueden inducir a que esté sufriendo acoso escolar. 

El delegado de Seguridad Ciudadana quiere poner en valor el trabajo de los colegios. «Creo que debemos confiar más en los colegios», en un claro mensaje a los padres que también quieren hacer de profesores, a los que recuerda que «el problema está un poco en los padres, hay que dar a los profesores y a los centros educativos la autoridad que merecen». Y señala que los centro actúan cuando hay conocimiento de un posible caso de acoso escolar.