El Correo de Burgos

El Ayuntamiento de Burgos destina 290.000 euros a la prevención y tratamiento de las adicciones

La Administración local firmó en 2022 un nuevo convenio con las cinco entidades del municipio que desarrollan actuaciones de prevención y atención al drogodependiente: Cruz Roja, Proyecto Hombre, ACLAD, Alcohólicos rehabilitados de Burgos y Juan Soñador / Se suma una aportación a la AECC para su programa antitabaco

Un grupo de jóvenes hace botellón junto al Arlanzón. ECB

Un grupo de jóvenes hace botellón junto al Arlanzón. ECB

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El Ayuntamiento de Burgos firmó el pasado 2022 un nuevo convenio con las cinco entidades del municipio que desarrollan actuaciones de prevención y atención a la drogodependencia. El convenio cuenta con un presupuesto de 279.450 euros. Una cuantía a la que se sumaron 10.000 euros más destinados al Programa de prevención del consumo de tabaco en la escuela, de la Asociación Española contra el Cáncer y que este año se incrementa a los 16.000 euros.

Precisamente desde la AECC, Cristina Sota señalaba que «la asociación lleva años trabajando la adicción al tabaco con diversos programas y talleres». La portavoz de la entidad señalaba que el perfil de los fumadores que llegan a la asociación «no ha variado mucho».

Se trata de personas de entre 45 y 50 años que llevan entre 20 y 30 años fumando. Tampoco ha cambiado la edad a la que los adolescentes se inician en el consumo de tabaco y que «se sitúa en los 13 - 14 años». Precisamente con el objetivo de evitar el consumo de tabaco a edades tempranas, la entidad desarrolló en 2022 talleres de actividad física y promoción de hábitos saludables en 28 colegios burgaleses.

Ya con el objetivo de romper con la adicción, la AECC cuenta con su Unidad de Deshabituación Tabáquica. «Mediante terapias y el apoyo de Neumología del HUBU desarrollamos programas  multicomponente a través de los cuales hemos atendido a 248 personas, en 23 grupos de terapia en la provincia y 18 en la capital». Por norma general, «el tratamiento se prolonga durante un año».

Fundación Candeal- Proyecto Hombre es otra de las entidades adheridas al convenio. Su portavoz Marta González recuerda que la entidad está centrada en «el trabajo de prevención en  niños y adolescentes y de tratamiento y prevención en adultos».  Con los más jóvenes, Proyecto Hombre ha desarrollado el programa de prevención en adicciones en tecnologías de la información y comunicación. Han participado 416 y 329 chicas en 35 grupos.

Además ha desarrollado talleres de educación en la prevención del consumo en los que han participado 146 personas. Y dentro del programa Moneo, destinado a potenciar habilidades de comunicación en el seno familiar que sirvan para dar respuestas a los conflictos que se les plantea a los niños de entre 9 y 16 años han participado 54 personas.

En cuanto al tratamiento en adultos, tanto en comunidad terapéutica como en reinserción social, la entidad ha atendido a 32 personas.

Desde la Asociación castellano y leonesa de ayuda al drogodependiente, Isabel Hernando, apuntaba que mediante el Taller Sin Malas Hierbas «tratamos de concienciar a los alumnos de Formación Profesional y Bachillerato sobre los riesgos que conlleva el consumo de cannabis». Se ha desarrollado en 6 centros y han participado 189 jóvenes.

También destinado a jóvenes, Aclad desarrolla el programa Botellón, a través del cual se han entregado 1.634 unidades de material gráfico a 847 jóvenes y el programa Chamizos, que tiene como fin prevenir o reducir los riesgos asociados al consumo de sustancias psicoactivas. «Hemos actuados en 10 talleres con 105 jóvenes».

Aclad también desarrolla una labor de atención y acompañamiento a presos drogodependientes. En 2022 atendió a 185 internos tanto en el centro como en su sede. Cuenta además con un programa de atención en los juzgados para detenidos con adicciones, letrados y familias. «Se atendió a 325 usuarios».

En el caso de Cruz Roja, la entidad atendió  en 2022 a 518 personas en diversos programas. Entre ellos, Carlos Domingo, portavoz de Cruz Roja, señaló que la labor de la entidad «se centra en este ámbtio en el control sanitario de pacientes con trastornos por consumo de sustancias». Un programa que recoge «el tratamiento y la prevención de recaídas, psicoeducación y trabajo en alimentación, sueño, higiene y buenos hábitos».

La mayor parte de las personas atendidas «son adictas a la heroína», explica Domingo. Precisamente en este ámbito, el portavoz de la entidad explicaba que al tradicional tratamiento por metadona, que cuenta con 143 usuarios, Cruz Roja ha implementado en 18 epersonas el tratamiento con buprenorfina/naloxona en inyección prolongada. «Está siendo muy positivo y somos pioneros en España».

En el caso de la Asociación Alcohólicos rehabilitados de Burgos, su portavoz Julián Mateo, apuntó que la entidad ha ayudado a 238 familias y 457 pacientes «superar situaciones muy complicadas». Con los más jóvenes, ARBU desarrolla el taller acreditado de reducción de accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol y cannabis. «Se llegó  a 426 jóvenes».  Además, el programa OH. Com, destinado a la formación y sensibilización de menores de 18 años que ha experimentado problemas con el alcohol, ha contado con una veintena de participantes».

ARBU  también desarrolló el programa de dispensación responsable de alcohol, que «está dirigido a estudiantes de hostelería y a trabajadores de hostelería». Se han formado 4 grupos y han participado 25 personas.

Ya en el centro de día, la asociación realiza labores de prevención con pacientes alcohólicos con deterioro psicolaboral mediante «actividades como terapia, habilidades sociales, educación en salud, hábitos saludables y psicomotricidad para  que abandonen el consumo y  reincorporarse a la vida normal».

Además, la entidad realiza terapia con pacientes y familias y hay un programa específico para mujeres que conviven en un entorno alcohólico, que «demandan ayuda porque el familiar no llega a tratamiento».

Por último, la entidad Juan Soñador imparte el programa Conexión. Esta propuesta socio educativa y socio laboral está dirigida a adolescentes a partir de 12 años y sus familias en situación de dificultad o desventaja social y ayuda a los jóvenes en las áreas escolar, ocio y tiempo libre, salud, habilidades sociales, entorno familiar, laboral y tutoría.

Este año han participado 47 familias. En el proyecto socio educativo lo han hecho 91 jóvenes (52 hombres y 39 mujeres) y en el proyecto socio laboral: 82 jóvenes (38 hombres y 44 mujeres).

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