Las débiles lluvias previstas para los próximos días darán un breve descanso al calor
Las primeras lluvias de abril son un ligero alivio de la sequía que sufren los embalses de la cuenca del Duero, que se advierten con los datos más preocupantes hasta entonces
Los niveles de agua embalsada de la cuenca del Duero han disminuido en las últimas semanas; las previsiones de lluvias que se esperan en los próximos días son escasas y no ayudan a que la situación mejore del todo. Las altas temperaturas registradas en los últimos días, han provocado un descenso del caudal de los embalses de la provincia, situando a los dos principales embalses al 77% de su capacidad total.
La presa de Úzquiza, que puede albergar 75 hectómetros cúbicos, cuenta con 57, lo que supone un 76%. El pantano de Arlanzón, con capacidad de 22 hectómetros cúbicos, alberga 18,1, un 82% sobre el total.
En el año anterior por estas mismas fechas, la presa de Úzquiza estaba en un 62% del total de su capacidad, mientras que la de Arlanzón, se situaba en torno al 91%.
Tras un final de marzo con temperaturas de calor récord, veremos un tiempo más inestable durante los próximos días. Sin embargo, se prevé un ascenso de las temperaturas a lo largo de la próxima semana.
Río Arlanzón con bajo caudal. JG.L.
La sequía es inminente y se adelanta a las fechas más calurosas de verano, dejando panorámicas como la que vemos del río Arlanzón, con tímido caudal. Las agencias meteorológicas prevén para los próximos días un descenso de las temperaturas, así como la aparición de lluvias débiles esporádicas, pues los termómetros volverán a marcar temperaturas récords de calor a partir de este fin de semana y, sobre todo, a lo largo de la próxima semana.
Débiles son las previsiones de lluvia que esperamos para los próximos días, aunque necesarias. El tiempo volverá a desestabilizar el usual fresco primaveral y sus repentinas lluvias durante la próxima semana, que se advertirá más calurosa de lo normal.