Zona de Bajas Emisiones de Burgos. Las restricciones empezarán el 1 de enero de 2027
En esa fecha deberán estar instaladas las cámaras de vigilancia y no podrán acceder coches sin etiqueta o con etiqueta B y C «independientemente de cuáles sean los niveles de calidad del aire» / En 2030 las restricciones se amplían en espacio
La implantación de la Zona de Bajas Emisiones en la capital burgalesa se hará de forma progresiva y no será hasta el 1 de enero de 2027 cuando los burgaleses empiecen a percibir las primeras restricciones. Ya el 1 de enero de 2030 será cuando la ciudad cuente con las medidas más restrictivas al tráfico.
Así lo puso de manifiesto el concejal de Movilidad, Leví Moreno, quien avanzó que el equipo de Gobierno ha dado luz verde al proyecto de implantación. Un documento que «deberá incorporarse a la Ordenanza de Movilidad» y cuya aprobación definitiva «se desarrollaría ya en el mes de septiembre».
El Proyecto de Bajas Emisiones contempla la creación de tres zonas: zona cero, que «es la parte de la ciudad que actualmente se encuentra delimitada por bolardos»; zona básica, que «estará delimitada por las calles Madrid y Progreso y por la calle San Lesmes» y una zona ampliada que «llegará hasta la avenida Cantabria, delimitando el área con las calles San Francisco, Bulevar y Plaza Castilla», apunto el edil.
El proceso de creación de las zonas lleva aparejado un calendario de implantación y no será hasta el 1 de enero de 2027 cuando «se implemente la zona básica», que lleva aparejadas las primeras restricciones con la limitación de entrada a vehículos sin etiqueta y con etiquetas B y C y la puesta en marcha de las cámaras de vigilancia.
En este sentido y si bien de forma inicial se contemplaba la restricción de acceso a estos vehículos en días en los que se superen los niveles de contaminación permitidos, Moreno aclaró que la prohibición de acceso se aplicará independientemente de los parámetros de contaminación que haya».
En ese momento, apunta Leví, «todos los burgaleses deben estar informados del proyecto y de cuáles son las restricciones para sus vehículos». Ya a partir del 1 de enero de 2030, «el espacio limitado al tránsito estará ya ampliado».
Tal y como señala Moreno habrá excepciones. «Podrán acceder a las zonas reguladas los residentes empadronados independientemente de lo contaminante que sea su vehículo» así como «vehículos de servicios municipales y de emergencia, de movilidad personal o vehículos que tengan que acceder a un negocio ubicado en la zona limitada».
Los datos
El proyecto define 58 puntos de control de entrada y salida de vehículos y unas 60 cámaras e implicará la modernización del equipamiento de accesos al centro histórico. Los habitantes censados en esta área de influencia, que supera en total los dos millones de metros cuadrados, son 42.700.
La implantación tendrá un coste ligeramente superior a los 3,5 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento de Burgos aportará 900.000 euros porque el resto de la cuantía será financiada a través de los fondos europeos Next Generation.