EVOLUCION HUMANA
El Cenieh pega el estirón. El centro afronta una ampliación tras 15 años de actividad
En 2009, había 31 empleados, ocho investigadores y 21 proyectos /Hoy son 70 personas, 25 científicos, y desarrollan 70 proyectos / Cuatro tienen fondos europeos que superan los seis millones de euros
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) es el mas pequeño de los tres bloques en los que Navarro Baldeweg dividió el complejo del antiguo Parking de Caballería. Fue el primero en tener actividad, tras una primera fase de desarrollo en los locales municipales de la avenida de la Paz. Y es el primero en necesitar unas importantes obras de ampliación tras quedarse sin espacios para abrir nuevos laboratorios.
En 2009 ya ocupaba las instalaciones parte del equipo y se desarrollaban los laboratorios centrados, especialmente, en microscopía para la línea de Paleobiología de Homínidos, restauración, y todos los laboratorios del más completo rincón para datar yacimientos con diferentes métodos que se convirtieron en un reto de diseño y especialización de los equipos.
Entonces había 31 personas en plantilla, ocho investigadores, y se trabajaba con 21 proyectos de investigación financiados por el Ministerio de Ciencia (cuatro), la Junta de Castilla y León (uno), la Cátedra Tomas Pascual con la firma burgalesa como mecenas, y un proyecto costeado por el Gobierno de Aragón. Además había otros 14 proyectos de investigación financiados para el trabajo de campo o el de laboratorio.
El trabajo diario en la cocina del complejo de la evolución ha avanzado mucho hasta quedarse pequeño el edificio cuyo uso a penas cumple 15 años. El principal impulsor de la instalación, José María Bermúdez de Castro, apura la jubilación. Deja tras de sí un centro con una plantilla de 70 personas donde hay mas de 25 investigadores. La instalación científico técnica singular cuenta con 70 proyectos de investigación, diez de ellos de 2021. Han llegado al centro proyectos europeos que moverán en los próximos años más de seis millones de euros en torno a investigación científica de primer nivel hecha desde Burgos.
En esas iniciativas europeas hay personal vinculado a Atapuerca como Noemi Sala con Death Revol y una financiación europea de 1,5 millones de euros. O quien se ha asentado en el Cenieh por su dedicación en exclusiva a la evolución humana y la agrupación de diferentes técnicas de datación. Es el caso de Leslea J. Hlusko que desarrolla en el centro Tied2Teeth, financiado con 2,2 millones de euros para desarrollar nuevos enfoques del estudio de los dientes. Y el de Michael Toffolo que ha obtenido 1,5 millones para el proyecto People que analiza la dispersión humana y la adaptación a un medio ambiente cambiante durante el Pleistoceno en Sudáfrica. A estos se une el millón de euros para el desarrollo del estudio de moléculas y proteínas de fósiles antiguos que lidera Maria Martinón, directora del centro.
Además, el equipo del Cenieh está al frente de 15 excavaciones, genera colaboraciones con 100 entidades científicas de todo el mundo y en 2021 llevó a cabo 250 publicaciones, entre ellas la portada de Nature sobre el análisis del enterramiento infantil más antiguo de Homo sapiens descubierto en África.
No es la primera.
Antes, en 2008, fue portada en la misma revista la dentadura de Homo sp, localizada en Sima del Elefante, y la datación que envejecía las pinturas rupestres de Cantabria abriendo la posibilidad de que fueran realizadas por neandertales era la llamada de Science en junio de 2012.