Violencia de género
Afloran 34 casos en las aulas. "Seguiremos haciendo sensibilización con subvención o sin ella"
Ante las críticas por la financiación de cursos de igualdad y prevención de violencia de género Adavás afirma que "son cursos que funcionan"/ En 23 años de actividad han detectado 362 casos
La labor de sensibilización y formación, especialmente en institutos, está detrás, a juicio de Adavas, del aumento de comunicación de casos. “Este tipo de actividades ayudan a la gente a identificar casos”. La educación en este ámbito de las relaciones ha permitido que, en 2022, se hayan reconocido 34 casos: 28 de violencia de género, tres de violencia doméstica y tres de abusos sexuales en la infancia. “La labor de prevención y sensibilización es mucho más que dar una charla, salen casos, surgen contactos, puede que no acabe en denuncia, pero se puede prestar ayuda a quien lo necesita”, añade la coordinadora de Adavas, Almudena Román.
En los 25 años de actividades formativas en centros educativos y entidades se han generado 362 casos. El año pasado se llevaron a cabo 80 talleres, 172 horas formativas en las que han participado 1.723 personas. “Es una labor que tiene resultados, que funciona, y lo seguiremos haciendo con y sin subvención porque desde 2003 han aflorado más de 300 casos en institutos”, reivindican desde Adavas.
“Es una labor que tiene resultados, que funciona, y lo seguiremos haciendo con y sin subvención, desde 2003 han aflorado mas de 300 casos”
Para lograr resultados en estos encuentros, “tratamos de ser directos, hay chavales que de entrada no les interesa, piensan que es una teoría sobre la igualdad etc, prefiero ser directa, ir con casos concretos que me escuchen y que sepan identificar este tipo de situaciones y dónde deben acudir si les pasa”, añade.
Padres preocupados
A pesar de las jornadas de sensibilización y su buen funcionamiento los roles de género y relaciones tóxicas siguen a la orden del día. “El ideal del amor romántico llega desde mil y un recursos películas, dibujos animados… Está tan bien montado, pero tenemos que dar a conocer qué situaciones no son normales y a qué recursos pueden acudir”. Añaden que muchos son los padres que ven casos de violencia de género en sus hijas y llegan muy preocupados y hasta conmocionados porque no escuchan.
“Hay gente muy joven que entran en estas situaciones en las que los padres ven que su hija de 15 años llega a casa con la marca de una torta, lo ven, no son ajenos y hay mucha frustración porque parece que sienten que no les escuchan”. De esta manera en la asociación se realiza un ”trabajo paralelo” con padres, hermanos, primos, amistades para “hacer seguimiento del caso”. Pero reconoce que es “agotador que van y vuelven, que no se dan cuenta, que se creen eso de que van a cambiar… pero hay que estar”.
Talleres con médicos de familia
La iniciativa que “ha tenido muy buen resultado” para identificar casos de violencia es el iniciado el año pasado con médicos de familia. Desde Sacyl se traslado la intención de desarrollar un proyecto piloto con dos médicos de familia que buscaban conocer el trabajo de las asociaciones para saber cómo identificar y trasladar este tipo de casos. “Nos ha ido bien porque de dos hemos pasado a diez médicos de familia formándose en este tipo de casos y ya notamos una mayor derivación de asuntos desde las consultas de los centros de salud”, remarca Román.
En estas charlas de formación lo que se ofrecen son pautas para identificar situaciones críticas, cómo actuar ante una paciente que acude con su pareja para lograr un momento de soledad con el médico o la enfermera para exponer su situación, criterios de atención… “Es muy útil este vehículo para identificar casos porque en la consulta llegarán si o si por golpes, por ansiedad… y está funcionando muy bien”.