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Romería de la Virgen Blanca 2023: éxito de participación y sol radiante

Tras la misa se repartieron 6.000 raciones de paella. Voluntarios, asistentes y políticos coinciden en la necesidad de impulsar la cita fuera de la capital. Las peñas pusieron la nota de alegría

Instante de la romería.SANTI OTERO

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Burgos

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La devoción, el folclore y la buenas viandas regresaron un año más al Castillo en la tradicional Romería de la Virgen Blanca y lo hicieron acompañadas de un sol espléndido y con éxito de participación.

La cita protagoniza el pistoletazo de salida al mes más festivo de la capital burgalesa. La romería arrancaba en la Iglesia de San Pedro de la Fuente desde donde fieles, autoridades, peñas y grupos de danzas acompañaron a la imagen de la Virgen Blanca hasta el Castillo. Ya en la campa se celebró la misa de campaña en honor a la imagen. La tradición dice que ese fue lugar en el que estuvo ubicada la iglesia medieval de Nuestra Señora de la Blanca y que desapareció con la voladura del Castillo por los franceses durante la Guerra de la Independencia.

Pinchos de chorizo, morcilla y morro fueron la antesala de una paellada que ayer cumplía 28 años. Precisamente Dionisio Cabello y los voluntarios empezaron desde primera hora de la mañana con los preparativos de las 6.000 raciones que después repartieron entre los presentes.

«Esta idea se gestó hace 25 años en un viaje que hice a Valencia con un grupo de danzas al que pertenecía. Allí nos invitaron a una paella y pensé que sería una buena idea hacerla en Burgos. Aquí recibió el guante el concejal de Festejos de aquel entonces: José Sagredo. Ahora es una actividad que ha ido creciendo año tras año y queremos que perdure en el tiempo», apunta Cabello.

Instante de la Romería de la Virgen Blanca.Santiago Otero Ramiro

Para ello, hace un llamamiento a los más jóvenes. «Necesitamos relevo generacional, voluntarios que nos ayuden con la preparación de las paellas» porque «es mucho trabajo». En este sentido, Cabello apuesta por declarar la fiestas «Bien de Interés Cultural».

Ya esperando el turno para recoger su ración de paella, Carmen asegura entre risas que acude a la Romería «cada año desde hace una década porque es una fiestas que me encanta porque hay menos gente y menos pelusas que en El Parral».

Instante de la Romería de la Virgen Blanca.Santiago Otero Ramiro

Afianzar la fiesta

Entre la multitud, Marina y Sara disfrutan de un pincho de morcilla. «Subimos cada año al Castillo porque nos gusta mucho esta fiesta y además tenemos amigos en varias peñas», explican. Las jóvenes echan de menos que después de comer haya algún tipo de actividad musical. «Una pequeña verbena o una charanga ya sería la bomba», apuntan.

De hecho es una de las peticiones de Cabello: «Si queremos que la festividad no muera a las cuatro de la tarde sería interesante acompañarla con un pequeña verbena u otras actividades para que la gente no se marche».

Precisamente y en este sentido, antes de que arrancara la romería, la concejal de Festejos, Blanca Carpintero, avanzaba a los medios el objetivo de su formación de impulsar las fiestas patronales de San Lesmes, con actos durante la semana previa, así como por dar a conocer fuera de la capital burgalesa la Romería de la Virgen Blanca. La edil sugería la necesidad de «organizar algún acto para que la fiesta continúe en el entorno del Castillo por la tarde».

La cita contó con los bailes tradicionales de los grupos de danzas María Ángeles Saiz, Estampas Burgalesas y San Pedro de la Fuente.