La zona antigua de Villagonzalo Arenas espera un asfaltado desde hace 40 años
Los vecinos agradecen la solidaridad del Distrito Periférico que les ha permitido rehabilitar el centro vecinal
En la campaña hay un mantra que todos los candidatos repetirán por activa o por pasiva. Todos los vecinos son iguales. Hay otro elemento que se repite una y otra vez. Gamonal. Hay muchos otros barrios en la ciudad y uno de los que se sienten olvidados es el de Villagonzalo Arenas. Allí no hay grandes infraestructuras ni espacios singulares como demanda. Cuando lo que se olvida es lo más básico, la sensación de abandono es clara año tras año, elecciones tras elecciones.
La Asociación de Vecinos de Villagonzalo Arenas vuelve a reclamar el asfaltado de sus dos calles principales. El barrio tiene dos zonas claramente diferenciadas: la zona antigua, basicamente dos calles y edificio abandonados o con poco uso, y la zona de pareados de nueva construcción que empezó a levantarse a partir de 2010.
Pero las calles antiguas que allí ya las denominan, con cierta sorna, ‘históricas’ y no por su valor patrimonial siguen esperando un arreglo. «No es que tengan relevancia ninguna por su antigüedad, sino que son casas viejas cuyas calles llevan sin asfaltarse 40 años, no es que pase mucha gente, entendemos que no sean una prioridad, pero de tanto no serlo su aspecto es terrible», explican desde la asociación. Las dos vías presentan baches cada medio metro y en todo el tramo, necesitan intervención que, tras cuatro décadas de abandono, es urgente.
Hay otro mal, asumido por imposible de abordar, pero que podrían reducirse su impacto. La ubicación del Polígono Industrial de Villalonquéjar. «La proximidad de algunas industrias es excesiva, está claro que quien, en su día, planificó urbanísticamente este barrio no tuvo su mejor día». Aunque entienden que es algo que no se puede arreglar sí piden «respeto con el medio ambiente a las empresas que nos circundan y al Ayuntamiento que se esfuerce en el control de aquellos que lo obvian».
Remarcan también la mejora de zonas comunes, que hagan barrio en Villagonzalo Arenas y que no invitan al asueto y la convivencia en su estado actual. El parque infantil que tiene «escasez de mobiliario» reclaman al menos una estructura de juego con tobogán; más contenedores de basura en la zona residencial, que el autobús se acerque durante el fin de semana y un parque biosaludable. Entre otras necesidades también el mantenimiento y limpieza de las parcelas municipales sin edificar donde «la vegetación crece sin control».
Un barrio donde no hay bares, comercios, ni espacio de ocio pero sí espacio en forma de parcelas dotacionales. En estos terrenos es donde reclaman «porterías de fútbol, canastas de baloncesto para que los adolescentes tengan alguna opción en la que pasar su tiempo libre de manera saludable».
Otro asunto que si no de competencia municipal, creen se podría apoyar es la situación de la iglesia del barrio dedicada a San Pedro de Antioquía. «Está en amenaza de ruina, no parece que al Arzobispado le importe ni estamos seguros de si, pidiendo ayuda a las empresas circundantes para su arreglo, éstas responderían», señalan. Esperan que, a través de la intermediación del Ayuntamiento, se puedan alcanzar los esfuerzos necesarios para el arreglo de aquello que les recuerda que, además de zona residencial y urbanización, Villagonzalo Arenas fue un pueblo que necesita unir a quienes lo han elegido para vivir. Vivir las zonas del barrio y crear comunidad.
El barrio de Villagonzalo Arenas busca dentro de su pequeño tamaño, no llegan al centenar de vecinos, poder hacer vida de barrio como en cualquier lugar de la ciudad. Algo para lo que el nuevo Centro Municipal, ubicado en las antiguas escuelas de la localidad, es una oportunidad. Se ha transformado durante este año con una inversión de 255.000 euros y buscar ser el centro neurálgico del barrio e incluir a Villagonzalo Arenas en las programaciones culturales del Consistorio.
Las obras se han ejecutado ya y tras confeccionar el reglamento de uso, está pendiente reuniones y acuerdos entre todos para poder definir el uso y la viabilidad de una reforma que ha dejado para otro momento la planta superior. «La parte superior quedó sin poderse habitar, y así figuraba en el proyecto que salió adelante gracias a la solidaridad del resto de barrios periféricos con los más desfavorecidos». Agradecen por tanto la solidaridad de los integrantes del Distrito Periférico que definieron esta intervención y el centro municipal de Cótar como intervenciones prioritarias.
Lo que sí es un elemento patrimonial, que podría integrar un espacio biosaludable como propuso Miguel Pinto, alumno del grado de Historia y Patrimonio de la UBU. Es un Torreón Medieval. Abandonado, en «ruina progresiva», según la red castillos.net. Sus sillares amenazan ruina, aunque el espacio está vallado. Única intervención desarrollada. El pasado medieval que, al estar alejado del centro de la ciudad, es, como sus dos calles históricas, pasto del olvido y la desafección institucional.