Ayala promete «moderación» y «sentido común» para el «cambio»

Apuró hasta que el escrutinio llegase al 100%. En la capital y en el conjunto de la provincia. Una vez contabilizados los votos, la candidata del Partido Popular y (presumiblemente) futura alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, atendía sonriente a los medios de comunicación celebrando los «resultados espectaculares» de su equipo, que experimenta un notable crecimiento al pasar de siete a once concejales.

«Somos, con mucha diferencia, el partido que más crece en Burgos», valoraba Ayala convencida de que los electores «han votado mayoritariamente al centro derecha». Dicho esto, aseguró que su nueva etapa política al frente de la Alcaldía capitalina estará regida por la «moderación», el «sentido común», y el desarrollo de un «proyecto a medio plazo de ciudad».

Puede que el PP no haya logrado arrebatar el liderazgo en las urnas al PSOE de Daniel de la Rosa, pero el descalabro de Podemos y el auge de Vox permitirá a Ayala gobernar a partir del 17 de junio. Eso es al menos lo que los ‘populares’ dan por hecho, pues no parece demasiado probable que los de Santiago Abascal rompan la baraja, se voten a sí mismos y favorezcan la continuidad del proyecto socialista en la ciudad.

Especulaciones aparte, la primera alcaldesa de Burgos -salvo sorpresa- se dirigía a la ciudadanía comprometiéndose a ejecutar el «cambio» que tanto ha proclamado a lo largo de la campaña electoral. En este sentido, quiso expresar su «compromiso total y absoluto» con la ciudad después de poner «alma, vida y corazón» desde que se confirmó su candidatura tras el cisma interno a raíz de los ofrecimientos, siempre denegados, de la hasta entonces portavoz municipal del partido, Carolina Blasco.

Resultaba inevitable, dadas las circunstancias, preguntar a Ayala por el imprescindible acuerdo con Vox habida cuenta de que la lista del PP no es la más votada. Sobre dicha cuestión, los ‘populares’ prefieren no hablar por el momento. «Veremos lo que pasa a lo largo de las próximas semanas», replicó Ayala sin entrar más a fondo pese a reconocer que las conversaciones darán comienzo «a partir de mañana».

Lo que está claro es que Vox no parece dispuesto a dar su brazo a torcer. Su intención es gobernar en coalición y así lo han expresado sus representantes, dentro y fuera de Burgos, en innumerables ocasiones. Por otro lado, a partir de ahora surge la duda sobre el margen de maniobra con el que contarán ambos partidos. Es decir, si contarán con libertad para tomar decisiones o si se impondrán desde Madrid.

¿Podrá el PP burgalés negociar con Vox sin ataduras o Génova dará directrices? «Son cosas que iremos viendo», señaló Ayala dejando claro, no obstante, que las conversaciones con Vox, sea donde sea, estarán lideradas por «las personas que han encabezado las candidaturas».

Trabajo coral

«Recuperemos el terreno perdido», celebraba el presidente del Partido Popular en Burgos, Borja Suárez, poniendo de manifiesto la victoria de su formación en el conjunto de la provincia tras obtener 959 ediles, 42 más que en los anteriores comicios. La clave, en su opinión, reside en el «trabajo coral» desarrollado durante una campaña «intensa» y «de cercanía» que se traduce en una amplia diferencia respecto al PSOE.

Sea como fuere, hay territorios en los que los ‘populares’ sufren un importante descalabro como Aranda de Duero. No en vano, Suárez prefirió valorar los resultados en conjunto limitándose a indicar que la capital ribereña vuelve a tener un amplio «abanico de posibilidades». Por otro lado, se mostró satisfecho de que el partido haya logrado recuperar dos concejales en Miranda de Ebro.

De cara a la Diputación, que Suárez presidirá, el PP opta por la cautela a expensas de que se concrete el reparto de sillas. Aún con todo, lo que se espera es contar una «mayoría suficiente para gobernar en solitario» e incluso con «más representación».